El martes 26 de julio será llevada en caravana la imagen de Santa Marta, desde la parroquia Sagrada Familia, ubicada en el barrio Villa Cubas, hasta el barrio que lleva su nombre, perteneciente la parroquia de San Jorge, ubicada en el sur de la ciudad capital.
La marcha partirá a las 17.00, y con la llegada de la imagen al barrio Santa Marta se dará inicio al triduo en honor de la Santa, cuyo día se celebra el 29 de julio.
Sobre la Santa
Santa Marta es protectora en casos difíciles y urgentes, ya que ella obtuvo con sus súplicas la resurrección de Lázaro.
Santa Marta, la hermana de María y de Lázaro, es una figura muy entrañable. Vivían los tres en Betania y los tres eran muy amigos de Jesús. Era una respuesta a su amor, pues "Jesús amaba a Marta, a María y a Lázaro".
Marta y María protagonizan en Betania tres hermosos encuentros con Jesús.
• "Llegó Jesús a Betania y Marta lo recibió en su casa". Marta parece la hermana mayor, el ama de casa. Recibió a Jesús con gozo. Había que tratarle como se merecía. Todo era poco para obsequiar a Huésped tan querido. Estaba un poco nerviosa. Marta es delicada, solícita y activa.
Marta se queja a Jesús de que María, por escucharle mejor, la ha dejado sola en el servicio. Jesús le contesta que no se inquiete, que no se impaciente, que lo principal es la amistad, estar juntos, pues no son necesarias tantas cosas. Y Jesús hace el elogio de la actitud de María.
• El segundo episodio sucede cuando la muerte de Lázaro. Las hermanas avisan Jesús que Lázaro, su amigo, está enfermo. Cuando Jesús llega, Lázaro ya había muerto. Marta, en cuanto oyó que Jesús llegaba, le salió al encuentro. María, de momento, se quedó sentada en casa. María, le dijo que Jesús la llamaba, y entonces se levantó y fue a Él. Otra vez Marta, activa y solícita. Pero aquí ya no es sólo la mujer entendida en cocina y servicio. Ahora Marta sostiene con Jesús un diálogo de altura. Ha aprendido la lección, ya no está nerviosa. Lázaro resucitará, le dice Jesús. - Sí, ya sé que resucitará en el último día, dice Marta.
Entonces Jesús le regala, quizá la afirmación más fundamental que ha salido de su boca: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá".
• El tercer episodio fue seis días antes de la Pascua. Simón el Leproso daba un banquete en honor de Jesús, y estaban invitados sus amigos. Marta servía, Lázaro estaba a la mesa, y María con nardo legítimo ungió los pies de Jesús. Marta y María. Otra vez, cada una en su papel. La cocinera y la perfumista, dice donosamente San Francisco de Sales.
¿Cuál es más importante, la vida activa o la contemplativa? Santo Tomás se inclina por la vida mixta, que unifica las dos. Contemplativos en la acción, o "el desierto en la ciudad", como escribe Carretto.