Celebran de la Solemnidad de todos los Santos en la Catedral
Este lunes 1 de noviembre, los fieles celebran la Solemnidad de todos los Santos y la 25° Jornada de Oración por la Santificación del Pueblo Argentino y la Glorificación de sus Siervos de Dios, en los distintos templos.
En la Catedral Basílica y Santuario del Santísimo
Sacramento y Nuestra Señora del Valle, el Rector, Pbro. Gustavo Flores,
presidió la Santa Misa de las 10.00 a los pies de la Patrona de Catamarca y con
la visita de la imagen peregrina de Virgen de Fátima, que recorre las
comunidades parroquiales de nuestra diócesis.
En su homilía, el sacerdote manifestó que “la
celebración de la Solemnidad de todos los Santos nos invita a contemplar a la
Iglesia Celestial”, y recordó que “la Iglesia tiene tres estados, la Iglesia
Peregrina, que somos nosotros, que estamos aquí en este mundo y vamos caminando
hacia el Cielo; la Iglesia Purgante, que son los hermanos que estuvieron en la
tierra y ahora están en el purgatorio purificando el alma para poder ingresar
al Cielo y por quienes vamos a pedir mañana en la Conmemoración de Fieles
Difuntos; y la Iglesia Celestial, que son los hermanos que peregrinaron en este
mundo, vivieron el Evangelio y ahora están contemplando cara a cara a Dios. Son
los santos que la Iglesia ha elevado a los altares y muchos otros que han
vivido la fe en lo cotidiano y que están gozando de la Vida Eterna”.
“Esta Solemnidad nos ayuda a recordar que ésa es
nuestra meta, alcanzar la Jerusalén Celestial, poder contemplar a Dos y gozar
de su vida para siempre”, afirmó el padre Flores, apuntando que “los santos
interceden por nosotros ante Dios, y son modelos de vida, porque su vida, su
fe, su amor nos anima a vivir aquí, en la tierra, la santidad”.
“El Papa Francisco nos dice que el mejor rostro de la
Iglesia es la santidad de sus hijos y nos invita a crecer en la santidad”,
expresó, afirmando que “hoy se puede vivir la santidad y tenemos muchos
ejemplos. Este año hemos tenido la gracia de la beatificación de Esquiú, para
quien estamos pidiendo que el Señor complete su obra con la canonización. La
beatificación de Esquiú es un mensaje, un signo que el Señor nos da de que
podemos ser santos en todos los momentos, los tiempos y realidades que nos
toque vivir. La santidad es un llamado para todos desde el Bautismo”.
Hacia el final de la celebración eucarística, se rezó
la oración pidiendo la gracia de la canonización del Beato Mamerto Esquiú.
Y antes de la bendición destacó la visita de la imagen
peregrina de la Virgen de Fátima a la Catedral Basílica y Santuario Mariano,
donde permanecerá hasta el 3 de noviembre.