Del 24 al 26 de junio, se llevó a cabo la Semana Social, organizada por la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), en Mar del Plata.
“Integración y trabajo para una patria de hermanos” fue
el lema que animó esta convocatoria, que contó con la participación de
referentes de la Pastoral Social de todo el país. Por el NOA lo hicieron Jorge
Sosa (Catamarca) y Raúl Brizuela (La Rioja), junto con los obispos de
Concepción de Tucumán, Mons. José Antonio Díaz; y de La Rioja, Mons. Dante
Braida.
Durante estas jornadas se desarrollaron paneles y
mesas de debate, con el abordaje de importantes temas como Crecimiento con
inclusión, La redistribución de la riqueza, Una patria habitable, Del paradigma
del subsidio al paradigma del trabajo, que fueron abordados por referentes
políticos, sociales, sindicales y del ámbito educativo.
Al concluir las actividades, se leyó el mensaje final,
cuyo texto compartimos a continuación:
Integración y Trabajo para una
Patria de Hermanos
“Todos ustedes son hermanos”
(Mt.28,8)
Nos reunimos en esta Semana Social, en forma
presencial en Mar del Plata, bajo el lema “Integración y trabajo para una
patria de hermanos” con una fuerte convocatoria al diálogo, la integración
humana y la creación de empleo digno
En este tiempo particular de nuestro país advertimos
que nos encontramos frente al enorme desafío de aumentar la creación de trabajo
con un salario digno que sostenga su poder adquisitivo, reiterando que los
planes sociales son necesarios en la coyuntura, hasta la consolidación de
modelos de economía popular sustentables, pero que es imprescindible un
verdadero plan de Desarrollo Humano Integral que incluya un proyecto de
repoblación de nuestro país para encausar la angustiante necesidad de tierra,
techo y trabajo que tiene gran parte de nuestro pueblo.
A lo largo del encuentro, se destacó en todo momento
al trabajo digno como el gran ordenador de la vida humana y la felicidad,
entendiendo que la posibilidad de acceder al mismo no es un problema
individual; es la consecuencia de un modelo que debe anteponer la producción a
la especulación, la distribución a la concentración y el acaparamiento, el bien
común a la rentabilidad sectorial.
Recordamos que el empresario es una figura fundamental
de toda buena economía. El verdadero empresario es el que conoce a sus
trabajadores porque trabaja junto a ellos y con ellos. Escuchamos con atención
a empresarios e industriales de todas las escalas, entre los cuales descubrimos
coincidencias respecto de que no se puede generar empleo de buena calidad sin
una presencia activa del Estado en apoyo a las empresas, en particular a las
pymes, sobre la necesidad de construir consensos con articulación
público/privado que genere estabilidad en las reglas. También se puso de
relieve la oportunidad en nuestro país en las áreas de alimentos, minería,
energía, turismo, servicios tecnológicos.
En lo político, prestamos atención a la necesidad de
reconstruir la confianza en nuestro país y con ella, el sentido de pertenencia;
de generar un acuerdo político, social y empresarial, buscando una visión
superadora de la violencia ligada a la lucha por espacios de poder y que nos
permita centrarnos en las verdaderas necesidades y búsquedas de nuestro pueblo;
la necesidad de profundizar las políticas de redistribución del ingreso para
cerrar la brecha social.
Escuchamos con preocupación los datos sobre la
desigualdad económica en nuestra Patria, el modo en que la concentración
excesiva de la riqueza en pocas manos desalienta el empleo nacional, estimula
el ahorro fuera del país, el consumo externo y la fuga de divisas. Aunque se
verifique crecimiento en la actividad económica o en el empleo, sigue habiendo
un número inaceptable de hermanos en situación de pobreza.
Estamos convencidos de que la Patria es tarea de
todos, en especial en este tiempo en nuestro país y en la región en que
asistimos a una instigación permanente al odio y al desencuentro, que nos
impide reconocernos como hermanos y dar pasos trascendentes en términos de
unidad.
Necesitamos políticas públicas que salgan del
cortoplacismo, necesitamos más responsabilidad y espíritu crítico ante el
poderío mediático que, respondiendo a intereses económicos sectoriales, reduce
la política al espectáculo o a la imagen privilegiando el rating, la
descalificación, negando la discusión inteligente de las ideas y el
discernimiento de la realidad.
También advertimos que es necesario defender el
sistema democrático, teniendo presente que la administración de la vida en
sociedad no es sólo tarea del poder político, sino que está condicionada
también por otros poderes, como el judicial o
el económico y que es tarea de todos cuidar la voluntad soberana del pueblo.
Como pastores a los que se nos confió esta tarea de
iluminar la labor de la pastoral social del episcopado entendemos que no
debemos cesar en todos los esfuerzos que sean necesarios para construir los
acuerdos que permitan garantizar el trabajo digno y la integración para todos
los habitantes de nuestro país.
“En el nombre de la fraternidad humana que abraza a
todos los hombres, los une y los hace iguales” (FT285).
Señor, concédenos la sabiduría del diálogo y la
alegría de la esperanza que no defrauda. Nos confiamos a nuestra Madre que, más
que nunca desde Luján hoy nos dice: ¡Argentina! ¡Canta y camina!
Comisión Episcopal de Pastoral
Social
Conferencia Episcopal Argentina
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca