“Es bueno volver a la Casa de la Virgen, que es la fuente de la esperanza”, dijo Mons. Mario Cargnello, arzobispo de Salta.
Durante la mañana de este
lunes 1 de diciembre, tercer día de la novena en honor de la Pura y Limpia
Concepción del Valle, el arzobispo de Salta, Mons. Mario Cargnello, y el padre
Gustavo Molas celebraron sus Bodas de Oro Sacerdotales, a los pies de la Madre
Morena, Patrona de Catamarca y Patrona del NOA. Lo hicieron durante la Santa Misa
en la que se rogó por los Obispos y Sacerdotes fallecidos de la Diócesis de Catamarca,
por los sacerdotes ancianos y enfermos, y por la Pastoral Vocacional.
La Eucaristía fue presidida
por Mons. Mario Cargnello, y concelebrada por nuestro obispo diocesano, Mons.
Luis Urbanč; el obispo de Concepción, Mons. José Antonio Díaz; y numerosos
sacerdotes del clero catamarqueño, quienes llegaron de distintas comunidades de
Capital y del interior diocesano, y otros visitantes.
Los fieles, entre ellos familiares
y amigos de Mons. Cargnello, quien ejerció su ministerio sacerdotal en Catamarca
hasta que fue ordenado Obispo, y del padre Molas, se dieron cita para
participar con alegría de este acontecimiento especial y rezar por sus sacerdotes.
En el inicio de su homilía, Mons.
Cargnello agradeció a Mons. Urbanč “la posibilidad de presidir la celebración
en este día en que la Iglesia en Catamarca se reúne para agradecer a Dios por
el Sacerdocio, y de un modo particular cuando un hermano nuestro celebra una fecha
jubilar. En esta ocasión, con el padre Gustavo, me toca a mí también dar
gracias a Dios por los 50 años de vida sacerdotal, y aquí, en el lugar donde
fui ordenado, Mons. (Pedro Alfonso) Torres Farías era Obispo entonces. Y esto
se celebra como una hermosa tradición en esta Diócesis de Catamarca”.
Luego contextualizó que “estamos
en las fiestas de la Virgen en el marco del Año Santo de la Esperanza, que está
viendo su final, ya que culminará el 6 de enero en Roma, antes será en las diferentes
diócesis”.
Con relación a la temática de
esta jornada, comentó que “leyendo las propuestas que nos hace la Iglesia
Catedral para celebrar esta novena, aparece la imagen de Jesús como peregrino, el
título de hoy es ‘Jesús, peregrino de Justicia’”. En este sentido afirmó que “Jesús
es el peregrino que viene del Padre al corazón de cada uno de nosotros, y
vuelve al Padre con el corazón de cada uno de nosotros. Es el Gran Peregrino”,
agregando que “su camino es una larga peregrinación que toca el centro del
encuentro de Dios con el hombre, lo recrea en su propio corazón, se derrama por
amor a los hombres”.
Asimismo, manifestó que “en ese
camino vivido por Jesús vino con la Virgen, porque Ella también es la peregrina;
luego de la Encarnación se pone en marcha para visitar a Isabel, según los Padres
de la Iglesia esa visita de la Virgen a Isabel también es una peregrinación de fe
y caridad”.
Más adelante señaló que “también
nosotros somos peregrinos, somos testigos en el Noroeste Argentino del misterio
de la peregrinación como escrito en el corazón de nuestros fieles. Crece año a
año ese fenómeno de ponerse en marcha, que es la expresión más acabada de la
esperanza. El papa Francisco quiso que la peregrinación fuese señal de la
experiencia de este Año Santo”.
También reflexionó que “algo
que a mí me hace pensar, y lo compartimos con nuestros hermanos sacerdotes, los
curas que acompañan las peregrinaciones advierten esa búsqueda, ese deseo que
está en lo profundo del ser humano, que peregrinando lo busca a Dios”.
Por ello resaltó que “tenemos
que caminar cada día siendo testigos de la esperanza y sembradores de justicia.
Y en ese mundo estamos los curas. En la experiencia vivida, el Señor, el día de
la ordenación sacerdotal, de alguna manera, nos puso un sello, que es el sello
de sus amigos”.
Más adelante expresó que “poder
celebrar la Eucaristía todos los días es como meterse en la fuente más profunda
del agua más fecunda, y saber que Dios nos usa para hacer el bien a los demás…
ser testigos de la esperanza confiando en los hermanos”, a quienes “muchas
veces defraudamos, sin embargo, renuevan su confianza en nosotros. Cómo no
darle gracias a Dios”.
Al recordar las celebraciones
de la Virgen del Valle cuando era chico, Mons. Cargnello dijo: “Creo que ahí
nació en mi experiencia de vida mi vínculo con el sacerdocio. Siempre sentí de
manera muy especial la protección de la Virgen, aquí en el Valle, en Orán bajo
el titulo de Nuestra Señora del Carmen y en Salta, Nuestra Madre del Milagro, Ella
siempre está. Por eso es bueno volver a esta Casa que es la fuente de la
esperanza”.
Antes de la bendición final,
los Obispos, los sacerdotes y los fieles congregados en torno a Jesús
Eucaristía, en el marco de las fiestas de Nuestra Madre del Valle, la honraron
con el canto y se consagraron a Ella de todo corazón.
#FiestasVirgenDelValle2025
#VirgenDelValleCatamarca
