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30 agosto 2010

Fray Mamerto Esquiú le dio la bienvenida al nuevo párroco


El sábado 28 de agosto asumió como nuevo párroco de San José, en el departamento Fray Mamerto Esquiú, el Pbro. Julio Alejandro Murúa, quien fue trasladado desde la parroquia San José Obrero, ubicada en el barrio La Tablada, en la ciudad capital. Los pobladores de la tierra del destacado fraile catamarqueño le dieron la bienvenida durante la Santa Misa, presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por el Vicario para la Pastoral Diocesana, Pbro. José Antonio Díaz; el Decano de la Zona Centro, Pbro. Moisés Pachado; el párroco saliente, Pbro. Héctor Salas; y los sacerdotes José Gómez y Juan Orquera. Asistieron a la celebración eucarística el Señor Intendente de Fray Mamerto Esquiú, Dn. Humberto Valdez; el presidente del Concejo Deliberante, Dn. Raúl Palacios; entre otras autoridades civiles y de las fuerzas de seguridad; abanderados y escoltas de escuelas del medio; miembros de agrupaciones gauchas; además de una gran cantidad de fieles, que desbordaron el templo parroquial de Piedra Blanca.
Antes de iniciar el oficio religioso, el Pbro. José Díaz dio lectura al decreto de designación del nuevo párroco, quien permanecerá en este servicio sacerdotal en la zona por espacio de 6 años.
Durante su homilía, Mons. Urbanc agradeció la presencia de las madres de los párrocos entrante y saliente, como también la del intendente departamental y los sacerdotes que concelebraron la Sagrada Eucaristía.
Dirigiéndose a los feligreses de la comunidad de Fray Mamerto Esquiú dijo: “Quiera Dios que el Padre Julio los entusiasme a ustedes a trabajar mucho, porque así vamos acrecentando la obra de Dios. Ayuden al Padre Julio para que sea siempre un hombre de oración”; para que esté atento para acompañar “a los que sufren, a los que están desahuciados”.
Asimismo, explicó que “el sacerdote es el que enseña, el que nos ayuda a ver lo que está mal y nos alienta en lo que está bien; es el que guía, el pastor”. Por eso, “sepan valorar lo que es tener un sacerdote”, exhortó.
Posteriormente, el Padre Julio Murúa realizó la profesión de fe al asumir el oficio de pastor de esa comunidad en particular; y luego recibió de manos del Señor Obispo los óleos con los que administrará los sacramentos; y el pan y el vino, que consagrará en el altar.
Luego de la comunión, el nuevo párroco recibió las llaves del Sagrario.
A su momento, el Pbro. Moisés Pachado, en su calidad de Decano de la Zona Centro, en la que está inserta la parroquia de Fray Mamerto Esquiú, dio la bienvenida al Padre Julio “con mucha alegría, con mucho gozo”, dijo, destacando que “es un sacerdote trabajador, dedicado totalmente a su ministerio sacerdotal”.
Por su parte, el Padre Julio agradeció a los fieles de la parroquia San José Obrero, de la ciudad capital, por acompañarlo durante la celebración, y a la comunidad de Fray Mamerto Esquiú por recibirlo, y que llega con “la esperanza de que juntos vamos a encontrarnos con la persona de Jesús”.
Finalizada la celebración eucarística, se ofreció un cálido y alegre agasajo con números artísticos, que incluyeron la presentación de cuerpos de danza y cantores del medio, en el club de Piedra Blanca.