Miércoles de Ceniza y el clamor por la paz en Ucrania
Este
2 de marzo, con el Miércoles de Ceniza, inicia la Cuaresma, que nos prepara para
la Pascua de Resurrección. En este día, el Papa Francisco convoca a una jornada
de oración y ayuno por la paz en Ucrania.
Una vez más, en el curso del ciclo litúrgico, la Iglesia ingresa en el sagrado tiempo cuaresmal.
Se prepara, mediante la
penitencia, la oración y la generosa práctica de la misericordia, para celebrar
con cristiano gozo la pascua del Señor. Y, como Jesús, se dispone a pasar por
la pasión, la cruz y la muerte, para gustar la gloria de la resurrección.
Durante este tiempo el
pueblo fiel intensifica la experiencia de la verdadera conversión, la cual
depende de la gracia y radica en el alma del creyente, y consiste en una vuelta
filial y alegre hacia Dios, nuestro compasivo y misericordioso Padre; vuelta
que sólo es posible por Jesús, quien es la expiación de nuestros pecados y el
principio de nuestra justificación en Dios.
Comienza este tiempo sagrado con la imposición de las cenizas, como signo de luto y de arrepentimiento por las faltas cometidas; por eso, su imposición va acompañada por la recitación en voz alta de la fórmula: “Conviértanse y crean en el Evangelio”. También es signo de la caducidad de la vida humana; por eso, su imposición va acompañada por la recitación en voz alta de la fórmula: “Recuerda que eres polvo y al polvo volverás”. Ambos aspectos de este símbolo litúrgico son tenidos en cuenta en este sagrado rito. Por ello el sacerdote alterna el uso de estas fórmulas para que cada fiel tenga en cuenta su caducidad y recurra a Dios mediante la conversión del corazón.
“En
el tiempo favorable te escuché, en el día de salvación vine en tu ayuda”, dice el
Señor. La cuaresma es tiempo favorable, es un prolongado día de salvación.
Viéndonos transidos por tantas miserias, calamidades, violencias y enfermedades, nos percibimos pobres y necesitados de ayuda. Por eso dirigimos los ojos del alma hacia la fuente de la vida, la paz, la compasión y la misericordia; y rogamos a nuestro Dios y Padre que nos conceda los dones del perdón, la conversión, la reconciliación y la paz.
Sabiendo que contamos con Jesús y la exuberancia de sus méritos, en él depositamos nuestra vida para que él mismo haga de esta cuaresma un tiempo favorable para toda la humanidad. Él hará de esta cuaresma un día de renovación para todos los que, con fe y amor, se acercan a la fuente de la eterna plenitud, que es él mismo, muerto y resucitado por nosotros y por nuestra salvación.
Oración
y ayuno por la paz
Este 2 de marzo, Miércoles
de Ceniza, los fieles de todo el mundo se unen a la jornada de oración y ayuno
por la paz en Ucrania, convocada por el Papa Francisco, quien rogó "que la
Reina de los Cielos preserve el mundo de la locura de la guerra".
Los catamarqueños, en
comunión con la Iglesia que peregrina en Argentina, nos sumamos a esta
intención durante las celebraciones que se llevarán a cabo en las distintas
comunidades parroquiales de la diócesis, bajo el amparo de Nuestra Madre del
Valle.