“Venimos, querida Madre, a poner a tus pies nuestros deseos de transformación interior”
Durante la mañana de este
jueves 5 de diciembre, séptimo día de la Novena en honor de la Pura y Limpia
Concepción del Valle, el obispo de Concepción Mons. José Antonio Díaz llegó
como peregrino a honrar a Nuestra Madre Morena, a quien sirvió por muchos años
en este Santuario mariano.
Monseñor Díaz presidió la
Santa Misa de las 10.00, en la que rindieron su homenaje autoridades y
empleados de ANSES, PAMI y Centros de Jubilados y Pensionados, con una
importante presencia de peregrinos.
El Obispo de la hermana
diócesis de nuestro querido Noroeste Argentino expresó en su homilía: “Venimos
como peregrinos que con mucha esperanza caminan hacia el encuentro con la
Madre”, comentando que “cuando venía en la ruta podía ver la cantidad de
peregrinos que vienen caminando, algunos con mucho esfuerzo, con mucho dolor,
sacrificio, y todo lo hacen movidos por una esperanza. Cada uno tiene sus
motivos y cada uno busca el amparo de la Madre. Sabemos que ésta, su Casa, es
un ámbito de encuentro con Ella, pero también con los hermanos”.
Buscar
una sincera conversión
Luego afirmó que “de acá
queremos volver a nuestra casa renovados, y es quizás la razón de por qué
hacemos esta caminata, este trayecto para venir al encuentro con María”. Y
animó a que este esfuerzo sea aprovechado “para una sincera conversión, porque
sin una auténtica conversión, la devoción popular puede llegar a ser un signo
vacío”. En este sentido afirmó que “como pueblo de Dios necesitamos renovarnos
profundamente. Esta transformación requiere de una profundización en los
fundamentos mismos de nuestra fe, porque creer en Dios nada más que con ritos
superficiales puede llevarnos a un vaciamiento de la fe”.
En esta línea dijo que “la
religiosidad popular requiere no sólo de escuchar la Palabra de Dios, no sólo
de elevar nuestra oración y nuestra súplica, sino sobre todo cumplir con la
voluntad de Dios. La religiosidad popular requiere estar acompañada, no sólo de
gestos externos sino sobre todo de una auténtica conversión interior”, señaló.
Dirigiéndose a la Virgen,
expresó: “Venimos, querida Madre, a poner a tus pies nuestros deseos de
transformación interior, y queremos que nos ayudes y nos acompañes, nos acojas
como buena Madre, y nos enseñes tu docilidad, para hacer la voluntad del Padre
como Jesús lo hizo, a pesar del sufrimiento que esto le significaba”.
“A tus pies, querida Madre,
queremos dejarte el deseo de una auténtica conversión, para que nuestra vida
sea transparente y vaya reflejando tu presencia en medio de tu pueblo, a quien
acompañas desde siglos”, manifestó.
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Fotos y videos: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat
