“Muchas gracias a cada uno de ustedes y que el Señor les retribuya con creces todo el bien que hacen, acogiendo a los fieles que aquí concurren a encontrarse con la Madre del Cielo y con su Hijo Jesús, nuestro Salvador”, dijo el Obispo.
Durante la noche del sábado 30
de noviembre, segundo día de la Novena en honor de la Pura y Limpia Concepción
del Valle, rindió su homenaje la Pastoral del Santuario: Sacerdotes, Damas de
la Virgen, Ministros Extraordinarios de la Comunión, Equipo de Liturgia,
Comunicadores de María, Sacristanes, Guardianes de la Virgen, Colectores,
Florería, Secretaría, Hospedaje del Peregrino, Sala de Promesas, Servidores
Marianos, Servidores del Beato Mamerto Esquiú, Voluntarios de María Solidaria,
Consagrados de María, Servidores de la Salud (Cadena de la Virgen), Equipo de
Historia y Redacción de la Revista Stella, Museo de la Virgen, Músicos y Coros,
Archivo, Grupos de Oración del Santo Rosario, Santería Madre Morena, Custodios
y Protocolo, Equipo de Prensa, Apostolado de la Oración, y Vicaría Diocesana de
Asuntos Económicos.
La Santa Misa fue presidida
por el obispo diocesano Mons. Luis Urbanč y concelebrada por los padres Gustavo
Flores y Ramón Carabajal, rector y capellán de la Catedral Basílica y Santuario
de la Virgen del Valle, respectivamente.
Durante la celebración, el
Obispo bendijo la Corona de Adviento, en el comienzo de este tiempo de
preparación para la Navidad.
En su homilía, el pastor
diocesano recordó que en este día “honramos al apóstol san Andrés, hermano de
san Pedro y el primero de los que se acercó a Jesús por indicación de san Juan
Bautista. Agradezcamos al Señor Jesús que nos legó su enseñanza y acción
salvífica por medio de éste y los demás apóstoles. Por eso, nuestra fe es
apostólica, es decir, se funda en la fe que vivieron y enseñaron ellos con la
asistencia del Espíritu Santo”.
Luego agradeció a todos los
que prestan su servicio en el Santuario: “Muchas gracias a cada uno de ustedes
y que el Señor les retribuya con creces todo el bien que hacen, acogiendo a los
fieles que aquí concurren a encontrarse con la Madre del Cielo y con su Hijo
Jesús, nuestro Salvador”.
“Se nos propuso meditar sobre
las virtudes teologales, fe, esperanza y amor, que constituyen la esencia de la
vida cristiana. A propósito, les recuerdo que a estas virtudes las expresé en
mi escudo episcopal con tres estrellas ubicadas en la cima de una montaña con
tres puntas, ya que es misión del obispo custodiar y fortalecer estas virtudes
teologales en el corazón de los fieles a él encomendados por medio de la
predicación, la catequesis, la oración, la administración de los sacramentos,
las correcciones oportunas y el testimonio de la propia vida. La fe y la
esperanza sólo las podremos cultivar mientras peregrinemos por esta tierra. Y
la caridad no sólo aquí, sino también en la eternidad, cuando dejemos este
mundo. De manera que les pido que recen por mí para que pueda cumplir con la
misión del mejor modo posible y con la eficacia que necesitan ustedes para
poder vivirlas fecundamente”, manifestó.
Jornada
de los migrantes
Más adelante resaltó que “hoy
ya celebramos la Misa que corresponde al Primer Domingo de Adviento, y que, en
nuestra Patria, está dedicado a rezar y a colaborar económicamente por los
innumerables migrantes que llegan a diario. De esta manera, estaremos dando
respuesta a una de las obras de misericordia corporales: ‘Acoger al forastero.
Así como, desde ayer, estamos orando por los privados de libertad, y que nos
quedará como un permanente llamado de atención para el Año Jubilar, en los
bordados del vestido y manto de nuestra Madre Morena, como se puede ver”.
Volviendo al tema del Adviento,
afirmó que este tiempo “nos prepara, nos ayuda a tomar conciencia, a romper el
ritmo ordinario y ponernos en alerta, en vigilancia, porque Dios va a venir a
nuestras vidas, una vez más; a ver si de una vez por todas consigue hacerse un
hueco en nuestro duro corazón., puesto que ya no quiere para su Hijo una cueva
maloliente, solitaria y lúgubre”.
En otro tramo manifestó que el
Adviento invita “a descubrir al Cristo que viene en el mundo actual y a vivir
los problemas como algo necesario para la liberación total, que pasa por la
cruz”.
“Vueltos a Ti, Madre
Peregrina, te pedimos que podamos aprovechar bien este tiempo de Adviento que
iniciamos y por los Migrantes más pobres, explotados y marginados; condúcelos
hacia una nación que los acoja, alimente y promueva sin quitarles dignidad e
identidad. Concédenos la gracia de recibirlos como hermanos, con fe y caridad,
ayudándolos a caminar con energía, alegría, esperanza y confianza”, rogó.
Además de proclamar la Palabra
de Dios y guiar la ceremonia litúrgica, los alumbrantes acercaron al altar
elementos que serán destinados a la atención de los peregrinos, que ya
comenzaron a llegar a visitar a la Madre del Valle, y los dones del pan y del
vino.
Hacia el final, junto con toda
la asamblea saludaron a la Santísima Virgen con la oración y el canto.
Retreta
de la Banda de Música Municipal
Luego de la celebración eucarística, integrantes de la
Banda de Música de la Municipalidad de San Fernando del Valle de Catamarca
ofrecieron una retreta de homenaje a la Virgen del Valle.
La misma se desarrolló en el templo con la con la
participación de un público que disfrutó del repertorio de temas marianos y
populares.
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