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20 abril 2024

Acción de gracias de quienes brindaron su servicio durante las festividades marianas

A cinco días de la culminación del Septenario en honor de la Virgen del Valle por los 133 años de la Coronación Pontificia de la Sagrada Imagen, durante la noche del viernes 19 de abril, se celebró la Santa Misa de acción de gracias de los servidores y colaboradores del Santuario y Catedral Basílica, y de todas las personas que trabajaron en la preparación y realización de las celebraciones litúrgicas y demás actividades organizadas para honrar a la Madre Morena.

En el inicio de la Eucaristía, el padre Gustavo Flores, rector del Santuario y Catedral Basílica, dio gracias “a Dios y a Nuestra Madre del Valle por las fiestas que hemos vivido por los 133 años de su Coronación Pontificia, y damos gracias también por todas las personas que han trabajado, servido, colaborado, durante este Septenario”.

Luego mencionó a detalladamente los grupos de servidores y colaboradores del Santuario Catedral, grupos eclesiales, pastorales, instituciones civiles, el Gobierno provincial y municipal, instituciones educativas que han recibido a los peregrinos, alumbrantes, portadores de las imágenes de la Virgen del Valle y del Beato Mamerto Esquiú, prensa, medios de comunicación, etc., y pidió “que la Virgen les dé el doble de lo que ustedes han brindado; nosotros rezamos de un modo especial por ustedes en esta Santa Misa”. También agradeció a los sacerdotes que han colaborado durante el Septenario con la celebración de la Santa Misa y la atención de las confesiones.

Participaron de la ceremonia litúrgica la Ministra de Seguridad, Dra. Fabiola Segura; el Director de Institutos Policiales, Crio. Gral. Lic. Omar Seiler; el Director de la Escuela de Cadetes, Crio. My. Javier Vega; el Director de la Escuela de Suboficiales y Agentes, Crio. Insp. Hernán González; Oficiales Subalternos, Suboficiales y Agentes de distintas dependencias policiales; miembros de Defensa Civil, Brigada de Lucha contra Incendios Forestales, entre otros organismos públicos que trabajaron durante las festividades marianas. Los distintos grupos eclesiales que sirven a la Virgen en el Santuario Catedral dijeron presente en esta acción de gracias, muchos de ellos con sus distintivos.

En su homilía, el padre Flores reflexionó sobre la Palabra de Dios proclamada, refiriéndose primeramente a la lectura que relata la conversión de San Pablo, “uno de los pilares que sostiene a la Iglesia y sobre el cual funda la Iglesia”, afirmó, agregando que “las columnas de la Iglesia son los apóstoles principalmente Pedro, el primer papa, y Pablo, el misionero incansable y apasionado del Evangelio, que lleva la Buena Noticia a los gentiles, los paganos”.

Señaló que “Pablo siendo perseguidor de los cristianos se convierte, conoce a Cristo y se produce este cambio en su vida, centra su vida en Jesús… Y él queda como testimonio para que nosotros podamos trabajar sobre nuestra propia conversión. La conversión es para todos. Es encontrarse con Cristo en el camino de la vida y con Cristo dar un giro de 180 grados. San Pablo dirá ‘morir al hombre viejo y resucitar al hombre nuevo’”.

Acerca del Evangelio afirmó que “nos invita a alimentarnos de Dios, sobre todo en la Eucaristía que debe ser lo primero en la vida de los cristianos… Cristo se hace pan, se parte y se reparte y se entrega como alimento de nuestra vida. Y los frutos de esa comida: su Cuerpo y su Sangre, es entrar en comunión con Cristo, con su Padre, y también nos alimenta y nos fortalece para poder caminar en su presencia y realizar el servicio”.

Expresó que “somos servidores porque queremos transmitirlo a Cristo a los demás, porque queremos compartir la alegría del Evangelio, la fe, la esperanza. Por eso soy servidor y tengo que serlo en todo momento”. Y para ello es necesaria la oración, “recemos siempre, que el día comience y termine con Cristo en la oración, para pedirle su luz y su bendición. Esa gracia le pidamos al Señor por intercesión de Nuestra Madre, la Virgen María”, invitó.

En el momento de las ofrendas, junto con los dones del pan y del vino se acercaron al altar pañuelitos blancos con la imagen de la Virgen, que fueron bendecidos y luego entregados a quienes colaboraron en las fiestas marianas.

Antes de la bendición final, todos se pusieron en las manos de la Madre Morenita rezando la Oración de Consagración y la alabaron con el canto.

Después de la celebración eucarística, la visitaron en su Camarín.

#FiestasMarianas2024

#VirgenDelValleCatamarca

Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat