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11 mayo 2010

184º aniversario del natalicio del fraile catamarqueño


Homenaje a Fray Mamerto Esquiú en el
marco de la visita de la Virgen del Valle

 El martes 11 de mayo por la mañana se llevaron a cabo los actos centrales por el 184º aniversario del natalicio de Fray Mamerto Esquiú, en el departamento homónimo. Los mismos tuvieron ribetes especiales, ya que se concretaron en el marco de la visita de la Imagen auténtica de la Virgen del Valle a la parroquia de San José, en el año del Centenario de la Diócesis de Catamarca y del Bicentenario de la Patria. Contó con la presencia de las principales autoridades civiles de la provincia y del municipio local, encabezadas por el Señor Gobernador de la Provincia, Ing. Eduardo Brizuela del Moral, y el Intendente de Fray Mamerto Esquiú, Don Humberto Valdez, respectivamente, además de legisladores y autoridades de la Policía de la Provincia y de Gendarmería Nacional.
En el mástil ubicado en la plaza principal, las autoridades presentes realizaron el izamiento de la Bandera, tras lo cual se trasladaron hasta el  el atrio del templo de San José, para participar de la Santa Misa presidida por el Vicario General de la Diócesis, Pbro. Julio Quiroga del Pino; y concelebrada por el Delegado Espiscopal del Santuario y Catedral Basílica, Pbro. Domingo Chaves; el cura párroco de Fray Mamerto Esquiú, Pbro. Héctor Salas; el Delegado Episcopal para la Animación Bíblica de la Pastoral y párroco de San Antonio de Padua, Pbro. Oscar Tapia; y los sacerdotes franciscanos José Alejandro Paz y Fernando La Pierre.
Un adelantado
Durante su homilía, el Padre Tapia destacó las virtudes del Venerable fraile catamarqueño, tomando expresiones plasmadas en un libro de autores judíos, que recoge un testimonio del Padre Esquiú como peregrino de Tierra Santa. En el prólogo de la obra, realizado por Marcos Aguinis, dice: “En el mismo tiempo que Don Pedro Segundo recorría desiertos y escombros cargados de significados, llegó el argentino Fray Mamerto Esquiú, que había tenido un papel decisivo en la redacción de la Constirución de 1853. En efecto, mientras la mayoría objetaba la libertad de cultos, ese fraile la defendió con elocuente énfasis, hasta conseguir imponerla. Se puede afirmar que su talento prefiguró con un siglo de anticipación el Concilio Vaticano II”. “Este testimonio es valiosísimo, viniendo de hermanos de otro credo, que tienen presente a este gran hombre nuestro. En un siglo antes ya predicaba en medio de un mundo intolerante la libertad religiosa, la libertad de conciencia, la verdadera fe en Dios”, enfatizó el sacerdote.
“Por eso, nosotros venimos a honrarlo en el Centenario de la Diócesis y tenemos el privilegio de tener a nuestra Madre la Virgen, que muchas veces lo tuvo al frente predicando en su Catedral. Venimos a honrar a este hombre que defendió el orden, defendió la Constitución, porque defendió un Estado federal contra las apetencias que no terminamos de superar... Hoy tenemos muchas problemáticas nuevas, situaciones nuevas, y la Patria reclama varones y mujeres como Fray Mamerto Esquiú, lúcidos, inteligentes, pero sobre todo gente de diálogo, y capaz de obedecer a Dios, y porque obedece a Dios puede obedecer las leyes humanas; y también las puede cuestionar cuando estas leyes no responden al orden establecido por el Señor en la naturaleza y la conceincia de las personas”, afirmó el Padre Tapia.
Asimismo, destacó que “los catamarqueños tenemos el sano orgullo de tener a este gran hombre de Dios. Por eso venimos a orar para que podamos tenerlo en los altares, porque un santo no solamente es un intercesor ante Dios sino que es un modelo de vida. En este momento de la Patria, de la Iglesia, en que se nos propone ser discípulos- misioneros, y por eso ser buenos ciudadanos, aquí tenemos el ejemplo de un hombre íntegro, que siendo un religioso, que viviendo sus votos, que viviendo en un convento, que viviendo a pleno su vocación, sin embargo no dejó de lado su compromiso civil, su compromiso de ciudadano, su compromiso con la Patria en horas difíciles. Estas también son horas cruciales, porque estamos viviendo una nueva etapa de la historia, somos protagonistas, somos los discípulos -misioneros que quiere la Iglesia, somos los ciudadanos de la Argentina. Por eso le pedimos a Fray Mamerto la luz para iluminar estas situaciones nuevas y el espíritu de tolerancia, que nos lleva al diálogo, que contrasta la violencia verbal y física”.
Finalmente, pidió la gracia de tenerlo en los altares “por intercesión de nuestra Madre que nos visita, y le pedimos la gracia no solamente de mirar, de admirar, sino de seguir el ejemplo de discípulo-misionero del Padre Esquiú.
Un día histórico
Antes de finalizar la ceremonia religiosa, el párroco Salas agradeció especialmente la presencia del Señor Gobernador y de los padres franciscanos, como de todos los presentes en estos actos, indicando que se trata de “un día histórico, es una gracia de Dios, porque es la primera vez que Nuestra Madre del Valle comparte con nosotros los actos en honor al Padre Esquiú”, invitando luego a todos los presentes a elevar con fervor la oración pidiendo la pronta glorificación del Padre Esquiú.
Acto oficial y desfile
Posteriormente, se concretó el acto oficial con el tradicional desfile por la calle principal de la localidad de Piedra Blanca, tierra natal del llamado Orador de la Constitución. Fue presidido por las autoridades civiles, eclesiásticas y de seguridad presentes en la oportunidad.
Se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, interpretadas por la Banda de Música de la Policía de la Provincia y el Coro Parroquial de San José; tras lo cual se escucharon las alocuciones del Prof. Mario Daniel Vera, de la Comisión Pro-Beatificación de Fray Mamerto Esquiú; del ministro de Educación, Lic. Mario Perna; y del presidente del Concejo Deliberante de la comuna local, Raúl Palacios, quienes destacaron la figura del fraile catamarqueño.
Concluida esta parte de la ceremonia, dio realizó el desfile con la participación de las escuelas del departamento Fray Mamerto Esquiú, agrupaciones gauchas, cadetes y efectivos de la Policía de la Provincia, y de Gendarmería Nacional.
Una gran fiesta, engalanada por la presencia de Nuestra Señora del Valle, se vivió en el nuevo aniversario número 184 del natalicio de Fray Mamerto Esquiú, el preclaro hombre de Dios, el humilde fraile que transita hacia los altares.