Con un importante despliegue preparado por la comunidad parroquial de San José, fue recibida la Imagen auténtica de la Virgen del Valle, que luego de 22 años regresó a derramar sus bendiciones en la tierra del fraile que camina hacia los altares: Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú.
La llegada se concretó en la zona denominada Punta del Asafalto, donde la Imagen descendió en brazos del Delegado Episcopal del Santuario y Catedral Basílica, Pbro. Domingo Chaves, y luego trasladada en sulky hasta el ingreso a la localidad de San Antonio, escoltada por jinetes de las Agrupaciones Gauchas. En la rotonda la esperaban el párroco del departamento, Pbro. Héctor Salas; el Secretario Canciller del Obispado local y párroco de Valle Viejo, Pbro. Juan Olmos; el párroco de Ambato, Pbro. Bernardo Canal Feijóo; el intendente de Fray Mamerto Esquiú, Don Humberto Valdez, y miembros de su gabinete; el presidente del Concejo Deliberante, Don Raúl Palacios; concejales, autoridades de distintas instituciones del medio; docentes, alumnos con sus abanderados y una gran cantidad de vecinos.
En el lugar se realizó el acto de bienvenida a la Morenita Virgen del Valle, conducido por el locutor Jorge Alvarez y María Luisa Arréguez, quienes leyeron las glosas que expresaban el sentimiento de toda la comunidad ante la presencia Santa de María, posibilitada como parte de las acciones pastorales en el Año Jubilar por el Centenario de la Diócesis.
Con un fuerte sentido de pertenencia a la Nación, en el marco del Bicentenario de la Patria, los presentes entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, interpretada por la Banda de Música de la Policía de la Provincia.
Posteriormente, el jefe comunal manifestó la alegría de recibir luego de 22 años a la Imagen auténtica de Nuestra Señora del Valle, “con quien todos los hijos de este suelo nos sentimos identificados”.
“No podemos menos que celebrar estos días de mucho júbilo y alegría, uniendo grandes acontecimientos que nos identifican como pueblo y Nación... Mañana (martes 11), Ella se une a los festejos por un nuevo aniversario del natalicio de quien testimoniara con su vida y ejemplo el profundo amor a la Madre del Valle, como lo fue el Padre Esquiú, y estamos apenas a días de conmemorar los 200 años de aquel primer grito de libertad de nuestra Patria argentina, y cómo no recordar que estamos transitando los 100 años de nuestra Diócesis de Catamarca, más que suficiente para celebrar como comunidad departamental estos hechos que van quedando en la memoria y el corazón de nuestro pueblo”, apuntó el intendente Valdez.
Asimismo, destacó el esfuerzo mancomunado de todos los sectores de la comunidad como el “mejor modo de decirle a la Virgen: `Aquí estamos presentes´... Con su visita nos está invitando a un trabajo solidario, comprometido e identificiado con el bien común”.
Tras el rezo de la Oración del Centenario, se inició la procesión hasta la capilla de San Antonio de Padua, en cuyo trayecto se desgranaron los misterios del Santo Rosario y se rezó por las intenciones de toda la comunidad chacarera de esta zona. También el canto matizó esta marcha de la fe, que se desplazó por la ruta 41, con la participación de una gran cantidad de fieles devotos, quienes se ubicaron a la vera del camino para sumarse al paso de la Madre.
Con mucha emoción, pañuelos en alto y aplausos, la Imagen fue recibida en el atrio del templo de San Antonio, donde vecinas del barrio Las Flores le hicieron entrega de un manto confeccionado por ellas mismas y guardado en un artesanal cofre de madera.
Antes del ingreso de la Imagen cuatro veces centenaria a la capilla, el párroco Héctor Salas exhortó a los fieles a regalar a la Virgen una sincera confesión. Para ello, desde las 11.30 y hasta las 13.00, los sacerdotes presentes, entre ellos el Vicario Parroquial de Capayán, Pbro. Carlos Robledo, atendieron las confesiones.
Por la tarde, la Morenita Virgen del Valle recorrió La Falda, los barrios Juan XXIII, Sargento Cabral, entre otros, acompañada por una multitudinaria caravana, que continuó por ruta 41 hasta calle Julio A. Roca, y desde allí hasta la sala velatoria en La Falda de Los Mazas, donde fue el recibimiento oficial y ofrecimiento de este lugar a la Virgen, como ofrenda de la parroquia en el Centenario de la Diócesis.
El próximo escenario fue el templo parroquial de San José, Piedra Blanca, donde se ofició la Santa Misa concelebrada, y posteriormente se llevó a cabo una velada de gala esperando un nuevo aniversario del natalicio de Fray Mamerto Esquiú, y la celebración del Centenario Diocesano.