Con la participación de más de 250 personas, comenzó esta mañana el Encuentro Diocesano de los Catequistas, que culminará el domingo 26 en horas del mediodía. La escuela Nº 195 Revolución de Mayo, ubicada en el sur de la ciudad capital, congregó desde temprano a hermanos provenientes de distintos puntos de la Diócesis de Catamarca, incluyendo Capital, Valle Viejo, Fray Mamerto Esquiú, Belén, Andalgalá, Tinogasta, Pomán, entre otras localidades de la jurisdicción eclesiástica.
El desarrollo de esta propuesta está a cargo de miembros del equipo del Centro de Espiritualidad Santa María, asociación privada de fieles, fundada por una laica, Inés Ordoñez de Lanús. Para esta ocasión vinieron cuatro de Buenos Aires, diez Córdoba y veinte de Tucumán, quienes cumplen la función de acompañantes espirituales; también participan sacerdotes.
Teresa Vedoya es una de las coordinadoras del encuentro y comentó que “se trata de una experiencia personal de volver a encender el fuego en los corazones para poder darlo a los que catequizan”.
Especificó que “son retiros de silencio. Hay un momento para entrar dentro de nuestros corazones y dejar que Jesús sane nuestras heridas, o sea que tenemos que dejarnos sanar por Jesús; y después hacemos fogones y dinámicas y oración en silencio, contemplativa”.
También está provisto un espacio para compartir lo vivido en el 3º Congreso Catequístico, realizado en Morón, provincia de Buenos Aires, y cuáles fueron los anhelos que salieron de él.
Los organizadores de este espacio de reflexión profunda y de encuentro con el Señor y con los hermanos trabajaron con mucho esfuerzo para su concreción, bajo la guía del P. Julio Alejandro Murúa, responsable de la Pastoral de Catequesis en Catamarca, y esperan que sus frutos se reflejen en los encuentros con los hermanos catequizados.
Colaboran con el servicio los integrantes de la Agrupación de Boys Scouts San Francisco Javier, de la parroquia San Roque de La Chacarita.
La jornada se desarrolla en un clima de profunda reflexión, alegría y fraternidad, que seguramente contribuirá a la renovación personal y comunitaria de quienes tienen la misión de transmitir y compartir la fe con el hermano a través de la Catequesis.