En el marco de una imponente manifestación de
fe, peregrinos y devotos de la Santísima Virgen del Valle recorrieron las
calles de la ciudad junto a su venerada Imagen, para celebrarla en el Día de la
Inmaculada Concepción, en el contexto del Año de la Fe convocado por el Papa
Benedicto XVI. Al término de la Solemne Procesión, el Obispo Diocesano, Mons.
Luis Urbanč, expresó: “…Pongo bajo el manto de la Virgen del Valle a nuestros
jóvenes, para que ellos encuentren en los adultos verdaderos padres, maestros y
amigos que los acompañen con generosidad y excelencia a lo largo de este año y
hasta la edad adulta. ¡Hacia Ti me vuelvo, Madre querida, y te suplico para que
así sea!”.
Delegaciones de peregrinos del interior y de
provincias cercanas y lejanas, avanzaron detrás de la Cruz procesional, como también
devotos que viven en esta ciudad agrupados por parroquias, movimientos,
instituciones y colegios. Delante de la venerada Imagen avanzaron el Obispo
Diocesano y Sacerdotes tanto del clero local como peregrinos.
Detrás de la Virgen caminaron autoridades
provinciales, encabezadas por la Gobernadora, Dra. Lucía Corpacci, y
municipales entre ellas el Intendente de San Fernando del Valle de Catamarca,
Lic. Raúl Jalil, además de fuerzas de seguridad locales y de otras provincias.
Antes de la Procesión, la sagrada Imagen fue
llevada a la Universidad Nacional de Catamarca, que este año cumplió su 40°
aniversario, donde fue recibida por las autoridades de la casa de altos
estudios encabezadas por su rector, Ing. Flavio Fama. Desde allí fue llevada en
brazos por el Capellán y Asesor de la Pastoral Universitaria, Pbro. Lic. Oscar
Tapia hasta la Plaza del Maestro, desde donde se inició la marcha procesional a
las 18.00 por avenida Virgen del Valle. El Pueblo de Dios, que caminó junto a
la Madre Morena, fue meditando los misterios del Santo Rosario con citas
evangélicas, elevando preces y entonando cánticos marianos.
El habitual recorrido se amplió girando
alrededor de La Alameda -donde se encuentra una gigantesca réplica de la Corona
de Nuestra Señora del Valle- lo que permitió que un mayor número de peregrinos
ubicados allí saludasen a la Santísima Virgen. Cuando bordeaba este paseo
público tuvo lugar un singular homenaje de folcloristas que le cantaron “Zambita
del misachico” de Polo Giménez, que luego se repitió cuando la Imagen daba la
vuelta a la plaza principal con un tema referido al milagro de la cadena. También
los paracaidistas que prestan servicio en la Escuela de Tropas Aerotransportadas
y Operaciones Especiales y en la IV Brigada Paracaidista de la ciudad de
Córdoba, le tributaron honores, haciendo su descenso en La Alameda mientras
pasaba la Virgen.
La peregrinación continuó por calle San
Martín hasta Rivadavia, alrededor de la plaza 25 de Mayo hasta llegar al Paseo
de la Fe, donde fue recibida con bombas de estruendo, banderas agitadas, vivas
y los acordes de la Banda de Música de la Policía de la Provincia. Allí, la
Pastoral Juvenil -integrada por diferentes movimientos, instituciones, grupos
parroquiales y colegios- realizó un gesto en adhesión al inicio del Año Diocesano
de la Juventud, con el ingreso de la Cruz que simboliza el momento narrado en
el Evangelio de San Juan, capítulo 19, versículos 26 y 27 “al ver a la Madre y
cerca de Ella al discípulo a quien Él amaba, Jesús le dijo: ‘Mujer, aquí tienes
a tu hijo’. Luego dijo al discípulo: ‘Aquí tienes a tu Madre’. Y desde aquella
hora, el discípulo la recibió en su casa”. Esa Cruz, que fue bendecida por
Mons. Luis Urbanč permanecerá en el Santuario y Catedral Basílica como signo
que identifique este Año de la Juventud.
Asimismo, en esos momentos, el Obispo entregó
la Carta Pastoral que les escribió a los jóvenes para invitarlos a vivir de un
modo particular este año que concluirá el 8 de diciembre de 2013.
En la oportunidad, el Obispo anunció la
realización del Congreso Misionero Nacional, que tendrá como sede a Catamarca el
año próximo.
Tras la entonación de las estrofas del Himno
Nacional Argentino se realizó el izamiento de la Bandera y el ingreso de la
Sagrada Imagen al Santuario Mariano en un clima de fiesta total.
Saludo
final del Obispo
Al término de la Procesión, el Obispo
Diocesano expresó el saludo final que reproducimos textualmente.
“Queridos devotos y peregrinos: Me toca
nuevamente la hermosa tarea de agradecerles de corazón el que hayan venido a
celebrar su fe con nosotros, pero a la vez es el momento de la despedida, que
aporta su cuota de tristeza, que la Virgen sabrá suavizar, preparándonos para
un futuro encuentro.
Hemos rezado la novena en su honor, con el
lema: “Feliz de Ti porque has creído” el que nos ayudó a profundizar nuestra fe
en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Cada día, iluminados por los textos bíblicos
de la Misa, pudimos descubrir alguna veta del tesoro de nuestra fe cristiana y
católica. ¡Gracias, Madre, por habernos acompañado a rezar!
En este momento damos por concluido el Año
que dedicamos a meditar, rezar y fortalecer nuestras Familias. Estoy seguro que
muchos frutos irán apareciendo con el tiempo, máxime que todo lo pusimos en el
corazón de nuestra Madre bendita.
También ponemos bajo el cuidado de Ella, el
ya iniciado Año de la Fe para que, desde los niños hasta los ancianos, todos,
sin excepción, reavivemos la fe recibida por medio de la oración, la vida
sacramental, la meditación de la Palabra de Dios, el estudio y una activa
caridad.
Y, especialmente, pongo bajo el manto de la
Virgen del Valle a nuestros jóvenes, para que ellos encuentren en los adultos
verdaderos padres, maestros y amigos que los acompañen con generosidad y
excelencia a lo largo de este año y hasta la edad adulta. ¡Hacia Ti me vuelvo,
Madre querida, y te suplico para que así sea!
Quiero agradecer, en particular a la pastoral
juvenil diocesana, que ha preparado con el significativo gesto de una cruz
policromada, este solemne inicio del Año dedicado a esta franja etaria de
nuestra sociedad. En ella podrán observar muchas escenas que hacen a nuestra
fe, pero hay una muy sugerente en la que María ayuda al joven discípulo a no
decaer ante el dolor, la injusticia, la incomprensión y la oscuridad propia del
vivir. También los jóvenes se encargarán de dar a conocer la carta pastoral que
les he escrito para alentarlos a tomar en serio esta gracia que el Señor les
concede. En ella va también el texto del decreto episcopal y la fórmula del
credo niceno-constantinopolitano que recitaremos este año.
A ustedes, queridos jóvenes, les confío la
misión de evangelizar con esta cruz, que los signará de por vida, en todas las
parroquias de nuestra diócesis… Lleguen con ella a los lugares más
deshumanizados, para que se derrame la misericordia divina liberando,
promoviendo y sanando a tantos que gimen bajo el peso de sus pecados,
ignorancia, desesperación, falta de amor y marginación. Introduzcan en los
ámbitos educativos esta llave que abre todas las puertas que llevan a la
libertad, la verdad, la justicia, la fraternidad, la unidad, el amor, la
fidelidad, la honestidad, la vida plena, la capacidad de renuncia, la
laboriosidad, la ciudadanía, la cordialidad, la reconciliación, el perdón y la
paz.
Como les digo en la carta, ayuden a tantos
papás y mamás para que encuentren el modo cómo tratar con los hijos
adolescentes y jóvenes; explíquenles, con paciencia y cordialidad, los modos de
vivir, divertirse, compartir, vestir y comunicarse que tienen los chicos y
chicas de hoy, a fin de que la trasmisión de valores arraigue en lo profundo de
las personas.
Por último, deposito en el corazón de cada
uno de ustedes, en especial de los que viven en esta ciudad de San Fernando, la
realización del ‘Congreso Misionero Nacional’ que se llevará a cabo aquí entre
el 17 al 19 de agosto de 2013. Seremos los anfitriones de este importantísimo
evento que nos ayudará a poner más entusiasmo en la ‘Misión diocesana
permanente’. Tendremos que abrir no sólo nuestros corazones, sino nuestras
casas para albergar a unos 1000 congresistas, en quienes debemos ver al mismo
Jesús que viene trayéndonos un mensaje de salvación, fruto de la acogida
cordial. Desde ya pueden ir comunicando en sus respectivas parroquias cuántas
personas podrían recibir en sus hogares, así se va organizando con tiempo.
Ahora los invito a que fijemos nuestra mirada
en María y le digamos:
“Madre nuestra, infunde en cada uno de
nosotros aquel amor que ardía en tu Corazón por tu amado Hijo… Si bien estamos
cubiertos de miserias, admiramos en ti el misterio de tu pura y limpia
concepción.
Por eso, deseamos ardientemente que, por este
misterio, purifiques nuestro corazón para amar a Dios con todo nuestro ser;
nuestras mentes para elevarnos hasta Él, contemplarlo, adorarlo y servirlo en
espíritu y en verdad; nuestros cuerpos para que sean sagrarios menos indignos
de recibirlo cuando se digne venir a nosotros en la Santa Comunión”. Amén”
¡¡¡Viva la Virgen del Valle!!!
¡¡¡Vivan los jóvenes!!!
(Ver fotos en facebook: prensa obispado catamarca)