El miércoles 12 de
diciembre, Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América, la comunidad
parroquial de Nuestra Señora del Valle vivió un día de fiesta, en su sede
ubicada en la localidad de Icaño, departamento La Paz,.
El Cura Párroco, Pbro.
Carlos Figueroa Arteaga, celebró sus Bodas de Plata Sacerdotales, y se realizó
el acto de colación de 21 catequistas que culminaron un curso de tres años de
duración, que cuenta con el aval del Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanč, quien
presidió la ceremonia de entrega de diplomas a los catequistas.
La Santa Eucaristía en
acción de gracias por el 25° aniversario de servicio ministerial del Padre
Carlos fue presidida por el Obispo y concelebrada por sus hermanos sacerdotes
que llegaron desde distintos puntos y parroquias vecinas para acompañarlo en
tan especial fecha.
Durante la homilía, Mons.
Luis destacó la figura de María de Guadalupe en el día de su Solemnidad, que en
los albores de la Evangelización se hizo presente para mostrar a Jesús. Ella es
la primera catequista y ejemplo de misionera que deben tomar todos los que
anuncian a Dios.
“Hoy tenemos dos motivos muy
importantes para estar congregados en torno a la Eucaristía, los 25 años de
vida sacerdotal del Padre Carlos, y este hermoso acontecimiento diocesano y parroquial:
la colación de catequistas de veintiún hermanos nuestros”.
Una de las funciones que
cumple el sacerdote es ser maestro. “Hoy el padre Carlos es el catequista por
excelencia y qué bueno cuando se nota que el sacerdote es catequista. El aceptó
el desafío de formarlos a ustedes. Esto es muy importante y hoy se destaca.
Miren qué hermoso regalo para él, que en sus 25 años de vida sacerdotal y
después de tres años de formación, está brindándoles a sus hermanos este
hermoso título que es un hermoso servicio dentro de la comunidad. El mismo día
que cumple su aniversario está engalanando su ministerio sacerdotal, está
recibiendo estas perlas que son cada uno de ustedes”.
En el momento de las
ofrendas se presentaron, además de los dones de pan y vino, regalos y
recordatorios para el querido párroco. Y antes de finalizar la celebración
eucarística le fueron dedicadas palabras muy emotivas que llenaron los ojos de
lágrimas no sólo del Padre Carlos, sino de todos los presentes.
Posteriormente, y para
finalizar la jornada de festejos, se compartió un brindis a la canasta que
contó con 21 tortas, representando a cada egresado catequista, que compartió
toda la comunidad hermanada.
Entrega
de diplomas a catequistas
Al atardecer del miércoles,
representantes de todas las comunidades que conforman la parroquia se dieron
cita en el templo de Nuestra Señora del Valle, para acompañar la culminación
del curso de Catequesis que con mucho esfuerzo y sacrificio realizaron los
laicos comprometidos con el anuncio de la Palabra de Dios.
El Pbro. Carlos Figueroa,
bajo cuya autorización y responsabilidad se llevó a cabo el curso, presentó al
Obispo a los veintiún aspirantes a catequistas, quienes luego de ser admitidos,
hicieron personalmente un juramento de fidelidad frente a los Santos
Evangelios.
El acto contó con la
presencia del Delegado Episcopal para la Catequesis, Pbro. Julio Murúa, y
miembros de la Junta de Catequesis.
El título de Catequista
Parroquial otorgado es válido en la Diócesis de Catamarca, siempre ligado a la
autorización del párroco y del Obispo Diocesano. Para recibirlo debieron
aprobar el curso que duró 3 años, cumpliendo los requisitos del cursado
presencial una vez por mes, la aprobación de los exámenes anuales con un
promedio mayor a 4 y la presentación de un trabajo final, que consta de una
planificación completa del programa de la catequesis parroquial.
(Ver fotos en facebook: prensa obispado catamarca)