Camino a la Beatificación

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06 octubre 2021

Con el acento puesto en la sinodalidad, se reunió el Consejo Diocesano de Pastoral

“El proceso sinodal que estamos comenzando es una gran oportunidad para retomar el tema de la conversión pastoral con mayor entusiasmo y urgencia”, expresó el Obispo.


Bajo el lema “Caminar juntos. La sinodalidad en la vida y la misión de la Iglesia”, el sábado 2 de octubre, se llevó a cabo la segunda reunión del Consejo Diocesano de Pastoral (Codipa) correspondiente a este año, en las instalaciones de la Iglesia del Inmaculado Corazón de María.

La convocatoria, que fue presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, contó con la participación de representantes de las parroquias de los decanatos Capital, Centro, Este y Oeste, pastorales, movimientos e instituciones que trabajan en la diócesis.

Luego de la oración de la mañana y la bienvenida por parte del Vicario General, Pbro. Julio Murúa, se escucharon las palabras de Mons. Urbanc, quien mencionó que “desde el año pasado vengo alentando una Asamblea Diocesana, lamentablemente, la pandemia nos ha impedido, pero no debemos dejar de prepararla con gusto y seriedad, pues necesitamos delinear nuestra pastoral”. Y recordó las instancias de preparación para participar en la Asamblea Eclesial Latinoamericana y del Caribe, pedida por el Papa Francisco, a celebrarse en México en noviembre de este año”, entre otros eventos eclesiales.

En la oportunidad, reflexionó que “la sinodalidad es la temática sobre la que vuelve una y otra vez el Papa Francisco durante todo su pontificado, y que nosotros tenemos que asumir con afecto, compromiso y responsabilidad”, y apuntó que “sinodalidad equivale a ‘caminar juntos’, a pensar, planificar y ejecutar juntos”.

En este sentido, afirmó que “será decisivo para la fecundidad del proceso sinodal que podamos percibir con la mayor lucidez posible, las circunstancias actuales en las que estamos insertos como país, tanto en lo social como en lo eclesial. Se trata de asumirlo como intención, forma, y espiritualidad para iniciar procesos, para que, desde lo ya existente, vayamos ingresando en la mentalidad y estilo propios e irrenunciables de una Iglesia sinodal”.

Asimismo, señaló que “el proceso sinodal que estamos comenzando es una gran oportunidad para retomar el tema de la conversión pastoral con mayor entusiasmo y urgencia. Es necesario, entonces, que el Kerygma (el anuncio y celebración de la Muerte y Resurrección de Jesucristo) haga arder nuevamente el corazón de nuestras comunidades”.

“El proceso sinodal nos ayuda a evidenciar tres cosas: primero, sinodalidad es una realidad frontal y transversal; segundo, se refiere directamente a la naturaleza misma de la Iglesia, y tercero, necesitamos detenernos a rezar mucho, a pensar bien, y a dialogar seriamente estas cosas, pidiendo, incluso, ayuda a quienes nos la puedan dar, si es necesario”.

Seguidamente, se hizo la presentación de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, que continuó con el trabajo grupal a partir de consignas, que se compartió en el plenario y se plasmó en una propuesta de trabajo.

Asimismo, se trabajó en la conformación del Equipo de Preparación de la Asamblea Diocesana 2022 (EPAD), que definirá temáticas, metodología, objetivos, texto bíblico, logo, canción, elaboración de material y espiritualidad.

Dentro de la proyección y cronograma 2021-2022, se estableció que hasta marzo se hará la instancia parroquial; hasta junio, la decanatal; y en septiembre, la diocesana.

El encuentro culminó con la oración ante el Santísimo Sacramento.