“Son 40 años que he puesto mi vida al servicio del Señor”, para “hacer su voluntad”
Durante
la mañana de este lunes 30 de mayo, el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč,
presidió la Misa de acción de gracias por los 40 años de su ordenación sacerdotal.
La ceremonia litúrgica tuvo lugar en la Catedral Basílica y Santuario del
Santísimo Sacramento y de Nuestra Señora del Valle, y fue concelebrada por
numerosos sacerdotes del clero diocesano, algunos de ellos provenientes del
interior catamarqueño, y el presbítero Francisco Urbanč, de la Arquidiócesis de
Tucumán, quien llegó a Catamarca para acompañar a su hermano en este acontecimiento
especial en su vida de consagrado.
También
en esta celebración se pidió por la ciudad capital, cuyo patrono San Fernando rey
se celebra en esta jornada.
En su
homilía, el obispo agradeció a los fieles y sacerdotes que lo acompañaron en esta
gratitud a Dios por sus cuatro décadas de vida sacerdotal, destacando la
presencia de los chicos de la Comunidad Cenáculo.
Recordó
que era Pentecostés cuando lo ordenaron sacerdote, y luego hizo referencia al
cuadro (2x1,50 m.) con la imagen de Virgen María en su advocación de Marija Pomagaj,
patrona de los eslovenos, que fue expuesto en el Presbiterio. “Un obsequio de un
muchacho esloveno -quien lo envió desde Buenos Aires-, con ocasión de este
aniversario, que quedará como patrimonio del Santuario de Nuestra Señora del Valle”,
dijo. Seguidamente explicó que María Pomagaj “es una tela que fue pintada en el
siglo XIX, cuando la guerra entre el imperio austro-húngaro e Italia, y había un
esloveno que estaba prisionero y lo querían matar. Entonces le pidió a la
Virgen que si lo salvaba de la cárcel, de la muerte, él iba a pintar ese cuadro,
y lo hizo, pues fue liberado. Y ese cuadro quedó como emblema de los eslovenos.
Así que algo de lo que corresponde a mis ancestros quedará como recuerdo en
esta Catedral”.
En
otro momento de su predicación manifestó que “son 40 años ya que he puesto mi
vida al servicio del Señor con el lema ‘He aquí, oh Dios, que vengo a hacer tu
voluntad’”, y “el espíritu de ese lema durante 40 años de ministerio sacerdotal
trato de cultivarlo, hacer la voluntad de Dios, que a veces nos resulta halagüeño
y a veces muy difícil, pero si Jesús lo hizo, nosotros también tenemos que
hacerlo”.
Luego
de reflexionar sobre la Palabra de Dios escuchada, rogó “que la Santísima
Virgen María y San Fernando rey, protector de nuestra ciudad, nos ayuden con su
intercesión para que nos aferremos y cultivemos día a día la mayor confianza en
Dios, porque si uno tiene esa confianza profunda en Dios no está solo, tiene la
compañía del que es nuestra riqueza, del que es todo, que es Dios Padre, Hijo y
Espíritu Santo”.
Luego
de la bendición final, el obispo honró a la Virgen María, y recibió el afecto
de los presentes.
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca