Mons.
Urbanc: “Debemos recrear la
cultura de la oración en familia”
En la antesala del
lanzamiento del Año de la Niñez y la Adolescencia, como opción pastoral para el
año 2014, el jueves 5 de diciembre, los pequeños homenajearon a la Madre del
Valle con actividades desarrolladas en el Paseo de la Fe, que culminaron con la
misa de las 21.00, en el transcurso de la cual fueron alumbrantes el ámbito
estatal y privado de la Cultura, SADE, Junta de Estudios Históricos, Salac,
Damas Belgranianas, Instituto Sanmartiniano y de Cultura Hispánica, y demás
instituciones culturales y artísticas.
La celebración eucarística,
presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, se
Durante su homilía, Mons.
Urbanc dijo que “escuchar
la Palabra de Dios y ponerla por obra es el mensaje de Jesús; es lo que da solidez
a la fe y a la Iglesia misma… Poner la Palabra por obra no es otra cosa que ser
obedientes al designio de Dios, actuar coherente y responsablemente en la
realidad; es responder como creyentes a los desafíos de los tiempos… Vivir la
fe cristiana de manera responsable y coherente no siempre significa hacer cosas
de gran trascendencia; se trata de asumir con alegría y constancia la tarea de
transformar la realidad circundante”.
En otro tramo invitó a
todos, delante de nuestra Madre del Valle, a “recrear la cultura de la oración
en familia, de la formación cristiana de nuestros niños y adolescentes, de la
puesta en práctica de los valores éticos y estéticos que deben honrar la vida
de todos los ciudadanos, del cuidado de nuestros ancianos y enfermos, y de una
sana, auténtica y vigorosa religiosidad popular, que sostenga la vida de las
personas, las familias y la sociedad toda”.
La oración de los fieles fue
realizada por los niños y representantes del ámbito de la Cultura, al igual que
las ofrendas; en el caso
Antes de finalizar la misa,
el Obispo invitó a todos los chicos presentes a subir a la tarima para impartirles
una bendición especial.
Para
hoy
La
luz de la fe nos quita la ceguera.
“Que
suceda conforme a la fe que tienen
5.30- Santo Rosario y Angelus.
6.00- Misa.
7.00- Laudes.
7.30- Misa. Monjas Dominicas
del Monasterio Inmaculada del Valle, Hermandad Dominicana, FASTA.
8.30- Misa. Cámara de
Peluqueros, Asociaciones de Hoteles, Bares, Restaurantes y afines.
10.00- Misa. Universidad
Nacional de Catamarca, Institutos Superiores, Pastoral Universitaria, Casa
Guadalupe.
11.00- Misa. Ambito Estatal
y Privado de la Educación (provincial y municipal), Ministerio de Educación,
Ciencia y Tecnología, Pastoral de la Educación.
12.00- Angelus. Letanías.
17.45- Concentración de
ciclistas en la caminera de El Portezuelo y peregrinación al Santuario.
18.30- Bendición de los
ciclistas frente a la Catedral Basílica.
19.00- Misa. Docentes en
actividad y jubilados, Gremios docentes.
20.00- Rezo de la Novena.
Parroquia de la Santa Cruz y Parroquia San Pío X.
21.00- Misa. Homenaje de los
Jóvenes, Pastoral de la Juventud, Egresados 2013. Clausura del Año Diocesano de
la Juventud.
Sábado
7 de diciembre
La
alegría del cristiano nace de un corazón convertido y renovado.
“Conviértanse
porque está cerca el Reino de los Cielos”
5.30- Santo Rosario y
Ángelus.
6.00- Misa. Peregrinos.
7.00- Laudes.
7.30- Misa. Peregrinos.
8.00- Maratón del Peregrino
“Evangelizar a través del deporte” (desde la Catedral hasta la Gruta).
8.30- Misa. Peregrinos.
10.00- Misa. Peregrinos.
11.00- Misa. Peregrinos.
12.00- Ángelus. Letanías.
18.30- Santo Rosario.
19.00- Misa. Seminaristas y
Vida Consagrada.
20.00- Rezo de la Novena.
Parroquia Sagrada Familia y Parroquia Inmaculado Corazón de María.
21.00- Misa. Homenaje de la
Familia, Pastoral Familiar, Movimiento Familiar Cristiano.
22.00- Serenata a la
Santísima Virgen en el Paseo de la Fe, con la presencia de los peregrinos.
Durante
la noche la Catedral permanecerá abierta. Se ruega mantener silencio y
recogimiento en el Templo. Es casa de Dios.
TEXTO
COMPLETO DE LA HOMILÍA
Queridos
devotos y peregrinos:
En primer lugar, doy la bienvenida a los
alumbrantes de esta celebración: Hombres y Mujeres del mundo de la cultura,
Damas Belgranianas e Instituto Sanmartiniano. Además, rinden su homenaje a la
Virgen del Valle los niños catamarqueños. En segundo término les recuerdo que
durante esta jornada se nos propuso tener presente que ‘una fe coherente nos
hace fuertes y nos da firmeza’.
La Palabra de Dios es muy oportuna
para los que estamos participando en esta novena, ya que nos viene a cuestionar
lo que estamos haciendo, cómo lo hacemos y para qué lo hacemos. Dios conoce
totalmente nuestros pensamientos e intenciones. No nos podemos ocultar ante Él.
No nos conviene mentirnos ni disimular. Por eso Dios, para ayudarnos a caminar
en la luz, nos interpela, nos llama al sinceramiento, pues busca nuestro bien.
En la actualidad, la dimensión
religiosa de la vida, que la tiene todo ser humano, se suele expresar de muy
diversas maneras: grandes espectáculos, de alabanza, de sanaciones y hasta de
exorcismos, con lenguajes alienantes que cumplen un papel ‘aislante’ o
‘inmunizante’ frente a la realidad, como es el uso y abuso de las costumbres
supersticiosas.
El
evangelio de hoy cuestiona las prácticas religiosas de la sociedad en la que
Jesús vivió, pues se centraban en hacer grandes sacrificios y ritos públicos
para aparentar la fe en Dios; sin embargo, no es ese el camino más pertinente
para confesar la fe en el Dios de la Vida.
Escuchar
la Palabra de Dios y ponerla por obra es el mensaje de Jesús; es lo que da solidez
a la fe y a la Iglesia misma… Poner la Palabra por obra no es otra cosa que ser
obedientes al designio de Dios, actuar coherente y responsablemente en la
realidad; es responder como creyentes a los desafíos de los tiempos… Vivir la
fe cristiana de manera responsable y coherente no siempre significa hacer cosas
de gran trascendencia; se trata de asumir con alegría y constancia la tarea de
transformar la realidad circundante.
A través del profeta Isaías (26,1-6)
se nos recuerda que nada hay que no pueda ser restaurado desde sus cenizas; que
para Dios nada hay imposible… Nada de lo que haya pasado en nuestra historia
personal o comunitaria, por muy dramático que haya sido, es inexorable, si
nosotros no lo consentimos. Dios tiene el poder de revertir todo: derribar la
ciudad encumbrada, es decir, a los soberbios, y enaltecer a la ciudad débil, es
decir, a los humildes. El Señor siempre favorece a los que confían Él; de Él
les viene su firmeza y su fuerza.
Y
por si no nos queda claro, Jesús nos lo explica con la comparación de las casas
construidas sobre roca o arena. ‘No todo el que me dice "Señor, Señor,
entrará en el Cielo, sino el que cumple la voluntad de mi Padre” (Mt 7,21). El
Señor no se fija en lo que decimos, sino en lo que hacemos.
Dios,
por medio de Isaías, nos anuncia la firmeza y seguridad en Él. En cambio Jesús
nos muestra el camino de una vida de sólidos cimientos.
Así
se expresa el salmista: “Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los
hombres, mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los jefes… Te doy
gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación” (Sal 117,8-9.21).
La
casa edificada sobre roca representa al que ha puesto en práctica la Palabra de
Dios. Cabe acotar que la solidez de vida no proviene de un sentimiento
subjetivo sino de las obras hechas con alegría y fidelidad.
Ser
cristianos, no significa que las amenazas han desaparecido, todo lo contrario,
éstas son el indicador de que estamos construyendo bien. Ser de Dios y soportar
contradicciones y fracasos es una misma cosa en esta tierra.
Volver
a Dios que no cambia; volver a Dios y saber que Él siempre está ahí, que su
amor es indeclinable, que su misericordia es infinita e inagotable, es lo que
restaura y suaviza nuestras almas peregrinas… ¿Acaso no es lo que experimentamos
al celebrar la Eucaristía o al adorar Jesús sacramentado? …
Por
tanto, invito a todos, delante de nuestra Madre del Valle, a recrear la cultura
de la oración en familia, de la formación cristiana de nuestros niños y
adolescentes, de la puesta en práctica de los valores éticos y estéticos que
deben honrar la vida de todos los ciudadanos, del cuidado de nuestros ancianos
y enfermos, y de una sana, auténtica y vigorosa religiosidad popular, que
sostenga la vida de las personas, las familias y la sociedad toda.
No
quiero dejar de agradecer a todos los que hoy han acompañado a estos niños y
adolescentes para que rindan su homenaje a la Madre de Dios.
