La Iglesia convoca a una jornada de ayuno y oración ante el flagelo de
la droga y el narcotráfico
En
consonancia con toda la Iglesia en Argentina, el Obispo Diocesano, Mons. Luis
Urbanc, convoca a todos los catamarqueños a la jornada de ayuno y oración ante
el flagelo de las drogas y el narcotráfico. La misma se llevará a cabo el sábado
7 de diciembre, vísperas de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la
Virgen María. Ese día, en las diócesis de todo el país, en las catedrales y
santuarios, en las parroquias y capillas, se celebrará la Santa Misa por esta
intención, recordando especialmente a los enfermos, a sus familiares y a los
fallecidos por causa de este flagelo. En la Catedral Basílica, se rogará por
los frutos de este gesto durante la misa de las 21.00, presidida por el Obispo,
en el marco de las fiestas patronales de la Virgen del Valle.
En un mensaje
emitido días atrás, Mons. Urbanc destacó que “como nuestra Provincia no está
exenta de esta virulenta calamidad que destruye sistemáticamente nuestro tejido
social, familiar, cultural, educativo, sanitario, político y espiritual, los
invito -como hizo el Papa Francisco por la paz en Siria- a acoger este pedido
de todos mis hermanos obispos”.
La iniciativa
de los Obispos argentinos propone al pueblo de Dios un gesto que acompañe esta
preocupación que significa el “drama de
la droga y el narcotráfico”.
Para ello
convocan “a todos los que comparten nuestra Fe y a los hombres y mujeres de
buena voluntad, a una jornada de ayuno y oración, pidiendo a Dios Padre que
mueva y sostenga los corazones y las voluntades de quienes tienen en sus manos
la responsabilidad de los recursos de la Ley, para frenar la perversa y
devastadora fuerza de las drogas. Rogaremos también por la construcción de ‘una
cultura del encuentro y la solidaridad, como base de una revolución moral que
sostenga una vida más digna’, y por la conversión de los narcotraficantes”.
“La oración
es una expresión de confianza dirigida a nuestro Padre Dios que siempre quiere
lo mejor para sus hijos, y conoce muy bien lo que padecemos y sufrimos cuando
un niño, un joven o un adulto pierden la libertad, la salud y hasta la propia
vida por causa de las drogas. Que la
Virgen María, que nos cuida con ternura de Madre, nos acompañe en este día”,
expresan los prelados.