Mons.
Luis Urbanc: “Hoy Jesús sigue siendo un desconocido
en los corazones de muchos bautizados”
Durante la cuarta jornada de
las festividades de la Virgen del Valle, el martes 3 de diciembre, rindieron
homenaje el ámbito del Deporte provincial y municipal, clubes, círculos y
federaciones deportivas, asociaciones automovilísticas, Club Autos de Época,
Cámara de Comercio, Sindicato de Comercio, Centro de Empleados de Comercio.
En el día en que la Iglesia
celebró a San Francisco Javier, Patrono de las Misiones, el Obispo Diocesano,
Mons. Luis Urbanc, presidió la Eucaristía concelebrada por el Vicario General
de la Diócesis, Pbro. Julio Quiroga del Pino, ante el Santuario Mariano repleto
de fieles. Participaron autoridades provinciales del área, encabezadas por el Secretario
de Estado de la provincia, Prof. Maximiliano Brumec, y del municipio, miembros
de clubes y círculos, niños deportistas; y representantes del Comercio, quienes
se dieron cita para agradecer a la Madre del Valle su protección.
En el inicio de su homilía,
el Obispo destacó la presencia de los alumbrantes y agradeció su participación
en la liturgia del día, también resaltó la memoria del santo misionero San
Francisco Javier, quien evangelizó el continente asiático con su testimonio y
doctrina.
Luego, Mons. Urbanc afirmó
que “la fe cristiana está centrada en Cristo; consiste en confesar que Jesús es
el Señor, y que su Padre lo ha resucitado de entre los muertos. Él es el ‘sí’
definitivo a todas las promesas, el fundamento de nuestro ‘amén’ último a Dios...
Ahora la vida de Jesús se presenta como la intervención definitiva de Dios, la
manifestación suprema de su amor por nosotros… La Palabra que Dios nos dirige
en Jesús
no es una más entre otras, sino su Palabra eterna… Luego, la fe
cristiana es fe en el Amor pleno, en su poder eficaz, en su capacidad de
transformar el mundo e iluminar el tiempo… Jesús sabe que creer no es fácil; es
necesario ‘nacer de nuevo’… ‘hacerse como niños’, y dice a sus discípulos: ‘¡Dichosos los ojos
que ven lo que ustedes ven! Ya que muchos profetas y reyes desearon ver lo que
están viendo, y no lo vieron; y oír lo que oyen, y no lo oyeron’”.
En otro tramo de su
predicación, dijo que “hoy Jesús sigue siendo un desconocido en los corazones
de muchos bautizados que no han descubierto el tesoro más precioso que existe:
conocer a Jesús y, a través de Él, al Padre. En cambio, los sencillos sí lo
reconocieron y aceptaron. ¡Ojo! El sencillo no es el bobo ni el simplón, sino
aquél que no tiene la pretensión de condicionar a Dios, ni de exigirle que
actúe según sus intereses personales”.
Y exhortó a que “volvamos,
ahora nuestra mirada, con filial confianza, a ese rostro moreno de nuestra
Madre del Valle, y le pidamos tener la actitud del sencillo, la de aquél que se
cuida de no manipular a Dios, sino de amarlo y cumplir su santa voluntad... Por
medio de Ella, le agradezcamos el don de la fe y que lo acreciente en nuestros
corazones para que, con nuestra vida y palabras, animemos a los que no creen a
buscar este precioso tesoro”.
Peticiones
En el momento de elevar las
oraciones a Dios, toda la asamblea pidió que el deporte tutele a los débiles y
no excluya a nadie, libere a los jóvenes del riesgo de la apatía y la droga,
los eduque para el respeto y la responsabilidad; suscitándoles un sano espíritu
de
competición y de amor a la vida. También rogó para que los representantes
del comercio, sin perder de vista su justa ganancia, no hagan de ellas su fin
último, procurando el desarrollo económico de la provincia, preferentemente de
las personas más necesitadas.
Luego se presentaron las
ofrendas llevadas hasta el altar por los alumbrantes que, en una larga
procesión, entregaron alimentos no perecederos, agua y artículos de limpieza
para la atención de los peregrinos que arriban a la ciudad en estos días. Junto
con estos elementos acercaron el pan y el vino para la consagración.
Bendición
de autos de época
Al finalizar la Santa Misa,
el Obispo bendijo los automóviles de época ubicados en el Paseo de la Fe,
frente al atrio de la Catedral Basílica. También bendijo a sus conductores,
para que sean prudentes y responsables no sólo como conductores sino como
ciudadanos.
Programa
para hoy
La
fiesta del cristiano es el banquee solidario que el Señor nos sirve.
“…
Los partió y los fue dando a los discípulos y los discípulos a la gente”
5.30- Santo Rosario y
Ángelus.
6.00- Misa. Diócesis de
Santiago del Estero y Añatuya.
7.00- Laudes.
7.30- Misa. Organizaciones
Sindicales, Dependencias y entidades afines.
8.30- Misa. Ámbito Estatal
Nacional, Provincial y Municipal de Acción y Seguridad Social, Anses y demás
organismos.
10.00- Misa. Secretaría de
Turismo de la Provincia y Secretaría de Turismo de la Municipalidad de Capital.
11.00- Misa. Bodas de Plata
Sacerdotales.
12.30- Ángelus. Letanías.
18.30- Santo Rosario.
19.00- Misa. Centro de
Jubilados y Pensionados Nacionales y Provinciales.
20.00- Rezo de la Novena.
Parroquia San Antonio de Padua.
21.00- Misa. Homenaje de la
Señora Gobernadora y su Gabinete, Señores Intendentes de Capital e interior de
la provincia y sus gabinetes.
Jueves
5 de diciembre
La
coherencia en la fe nos hace fuertes.
“Edificó
su casa sobre la roca”
5.30- Santo Rosario y Ángelus.
6.00- Misa. Diócesis de Orán
y Prelatura de Cafayate.
7.00- Laudes.
7.30- Misa. Registro Civil y
sus dependencias.
8.30- Misa. Ministerio de
Gobierno, Fuerzas de Seguridad, Secretaría de Seguridad de la Provincia, Gendarmería
Nacional, Gendarmería Infantil, Policía Federal, Policía de la Provincia, Policías
Retirados, Mutual de Policías Retirados, Servicio Penitenciario Provincial,
Pastoral Penitenciaria, Escuela de Cadetes, Acampada Policial, Ejército
Argentino.
10.00- Misa. Defensa Civil,
Bomberos, grupos Boy Scout.
11.00- Misa. Ámbitos sin
fines de lucro de Promoción Social y Acción Social: Asociaciones Pro-Patria,
Damas Catamarqueñas, Club Social 25 de Agosto, Comedores y desayunadores.
12.00- Ángelus. Letanías.
18.00- Concentración de
niños en el Paseo General Navarro (La Alameda).
18.30- Santo Rosario.
19.00- Misa. Asociados de
las Mutuales y Cooperativas.
20.00- Rezo de la Novena.
Parroquia Sagrado Corazón de Jesús y Parroquia San Jorge.
21.00- Misa. Ambito Estatal
(provincial, municipal, universitario) y Privado de la Cultura (SADE, Junta de
Estudios Históricos, Salac, Damas Belgranianas, Instituto Sanmartiniano y de
Cultura Hispánica, y demás instituciones culturales y artísticas. Homenaje de
los Niños.
TEXTO COMPLETO DE LA
HOMILÍA
Queridos
devotos y peregrinos:
En primer lugar, doy la bienvenida a
los alumbrantes de esta celebración: ‘Todos los que trabajan en el ámbito del
deporte, tanto municipal como provincial; directivos y miembros de clubes,
federaciones, asociaciones automovilísticas. Cámara, sindicato y centro de
empleados de comercio’. En segundo término les recuerdo que la Iglesia, hoy,
evoca al gran misionero, san Francisco Javier, quien fue un jesuita incansable
en la propagación del Reino de Dios, en Asia. Prestó atención a las Palabras de
Jesús y encontró en Él la verdadera sabiduría para su corazón. De él dijo san
Ignacio de Loyola que ‘tenía un corazón grande y un alma noble’. Por eso,
‘nuestra dicha es anunciar el Evangelio’.
Los textos bíblicos nos siguen
describiendo el plan salvífico de Dios. El profeta Isaías (11,1-10) nos
describe algunos de los rasgos del Mesías: ‘lleno del espíritu profético, más
que nadie, pues habla por boca de Dios (v. 2), con espíritu de sensatez, de
inteligencia, de valor, de prudencia y
conocimiento... empeñado en implantar la justicia y la paz entre los hombres
(vv. 3-5) y con la naturaleza (vv. 6-8) en total armonía con la creación.
Isaías anuncia la esperanza mesiánica
como una “nueva creación” en la que Dios otorga a sus criaturas la bondad del
principio y al hombre la verdadera sabiduría de “ver” con los propios ojos de
un Padre que revela su Espíritu a un mundo necesitado de Paz y Justicia. Para
llevarnos a la Salvación, nos hace recorrer unos caminos inéditos, nuevos,
inesperados, como sugiere el tema del “renuevo de Jesé”. Sobre el abismo del
caos y de la Nada, Dios promete un tiempo nuevo que vendrá en la figura del
Mesías, hombre como nosotros, pero en quien Dios se revela plenamente.
Ahora nos hemos de preguntar: ¿Cuántos
creemos de verdad en este Mesías y configuramos nuestra vida con Él?
El Nuevo Testamento propone muchas
veces a Abraham como ejemplo de creyente. El mismo Jesús dice de él: “Abrahán
saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría” (Jn 8,56).
Es decir que la fe de Abrahán estaba orientada ya a él; en cierto sentido, era
una visión anticipada de su Misterio. Así lo entiende san Agustín, al afirmar
que los patriarcas se salvaron por la fe, pero no la fe en el Cristo ya venido,
sino la fe en el Cristo que había de venir, una fe en tensión hacia el
acontecimiento futuro de Jesús.
En cambio la fe cristiana está
centrada en Cristo; consiste en confesar que Jesús es el Señor, y que su Padre
lo ha resucitado de entre los muertos (cf. Rm 10,9). Él es el ‘sí’ definitivo a
todas las promesas, el fundamento de nuestro “amén” último a Dios (cf. 2 Co
1,20)... Ahora la vida de Jesús se presenta como la intervención definitiva de
Dios, la manifestación suprema de su amor por nosotros… La Palabra que Dios nos
dirige en Jesús no es una más entre otras, sino su Palabra eterna (cf. Hb
1,1-2)… Luego, la fe cristiana es fe en el Amor pleno, en su poder eficaz, en
su capacidad de transformar el mundo e iluminar el tiempo. “Hemos conocido el
amor que Dios nos tiene y hemos creído en él” (1 Jn 4,16)… Jesús sabe que creer
no es fácil; es necesario “nacer de nuevo”… “hacerse como niños”, y dice a sus discípulos: “¡Dichosos los ojos
que ven lo que ustedes ven! Ya que muchos profetas y reyes desearon ver lo que
están viendo, y no lo vieron; y oír lo que oyen, y no lo oyeron”.
De allí que, en su oración de acción
de gracias al Padre (Lc 10,21-24), sabe que este conocimiento permanece
escondido para ‘muchos sabios y entendidos’ que no han querido conocer la
Verdad. Hoy Jesús sigue siendo un desconocido en los corazones de muchos
bautizados que no han descubierto el tesoro más precioso que existe: conocer a
Jesús y, a través de Él, al Padre. En cambio, los sencillos sí lo reconocieron
y aceptaron. ¡Ojo! El sencillo no es el bobo ni el simplón, sino aquél que no
tiene la pretensión de condicionar a Dios, ni de exigirle que actúe según sus
intereses personales.
Volvamos, ahora nuestra mirada, con
filial confianza, a ese rostro moreno de nuestra Madre del Valle, y le pidamos
tener la actitud del sencillo, la de aquél que se cuida de no manipular a Dios,
sino de amarlo y cumplir su santa voluntad... Por medio de Ella, le
agradezcamos el don de la fe y que lo acreciente en nuestros corazones para
que, con nuestra vida y palabras, animemos a los que no creen a buscar este
precioso tesoro.
Le pidamos a nuestra Madre celestial
que aprendamos a poner nuestra mirada y nuestro corazón en las cosas del Cielo,
sabiendo tratar con las cosas de aquí debajo de tal modo que no nos impidan
acceder a las definitivas, aquéllas para las que hemos sido creados y hacia las
que nos ha orientado definitivamente su Hijo Jesús por medio de su Misterio
Pascual.