Testimonios
de amor y fidelidad a la Madre Morena
Durante el cierre de las
fiestas en honor a la Inmaculada Concepción en su advocación del Valle, y el inicio
del Año Jubilar Diocesano y Año Mariano Nacional, emotivos testimonios
brindaron los peregrinos que acompañaron a la bendita Imagen de la Virgen Morena
de Catamarca, en la multitudinaria Procesión.
Jóvenes y adultos del grupo
juvenil católico Palestra, del departamento Valle Viejo, homenajearon a Nuestra
Madre con su alegría expresada en cánticos, e invitaron “a todos los jóvenes de
la provincia les decimos que se acerquen a prestar su colaboración para el
gran
Congreso del mes de abril, en que se conmemoran los 400 años del hallazgo de la
Imagen de la Virgen", exhortaron.
Agrupaciones de peregrinos
venidas desde San Juan, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, La Rioja, Mendoza,
con lágrimas en sus ojos, manifestaron su hondo sentimiento: "Damos
gracias por haber podido llegar a los pies de la Madre del Valle, tras largas
jornadas de arduo caminar".
Algunas de esas agrupaciones
portaban imágenes de advocaciones marianas como la Virgen de Urkupiña, de La
Merced, la Virgen de la Medalla Milagrosa, Nuestra Señora de Lourdes, entre
otras, que fueron acompañadas por numerosos feligreses, quienes rindieron homenaje a la advocación del Valle
con bailes y trajes típicos de cada zona. Y expresaron: “Quisimos estar
presentes en este día especial, para honrar a la Virgen del Valle, y pedirle
por salud y nuestros niños”.
No estuvieron ausentes
clubes, centros vecinales, instituciones gubernamentales y civiles
catamarqueñas, cuyos miembros también testimoniaron su homenaje, caminando
respetuosamente al lado de tantos peregrinos que llegaron de otras provincias y
departamentos del interior de Catamarca, distantes a muchos kilómetros de esta
Capital. “Estamos felices de acompañar a Nuestra Madre Morenita del Valle”,
afirmaron.
Y resaltaron gestos de
integrantes de las Fuerzas de Seguridad, que al paso de la Imagen de la Virgen,
emocionados, dejaron caer lágrimas de sus ojos, expresando el inmenso amor que
le tienen, finalizando días de arduo trabajo en pos del orden durante las
festividades marianas.
Además de las palabras, el
testimonio se reflejó en los bebés, niños y adultos vestidos con el manto
celeste de la Virgen; y las delegaciones con trajes gauchos y bailes típicos, que
dejaron traslucir el inmenso amor que le prodigan a Nuestra Virgen del Valle.
En
las jornadas previas
En las jornadas previas al 8
de diciembre, las rutas de ingreso a San Fernando del Valle de Catamarca se
vieron colmadas por el incesante paso de los hermanos peregrinos, quienes llegaron
a “dar gracias” o “a pedir a Nuestra Madre
Morenita", según salió de sus propios labios.
Algunos provenían de Tucumán,
de localidades como Aguilares, Chicligasta, Famaillá, Concepción, Banda del Río
Salí, Alberdi, La Cocha, Rumipunco, Lules; de Santiago del Estero, de lugares
como La Banda, Añatuya, Frías, Quimilí, Clodomira, Suncho Corral, entre muchas otras;
de Salta, Jujuy, entre otras provincias; además de los departamentos de
Catamarca, como Santa María, Ancasti, El Alto, Los Altos, Ambato, Valle Viejo y
Fray Mamerto Esquiú, Belén, Paclín y muchos otros.
En la recorrida se destacó un
niño de 10 años, quien caminó desde la capital de Santiago del Estero, distante
a unos 232 kilómetros de San Fernando del Valle, “para pedirle a la Virgen del
Valle que interceda ante Nuestro Señor para que le dé larga vida a mi mamita",
dijo. El pequeño venía caminando con su madre.
Raúl Pajón fue la voz de un
numeroso grupo de peregrinos de Santiago del Estero, y contó que “iniciamos
nuestro peregrinaje el 29 de noviembre y
llegamos a Catamarca ayer (por el 7 de diciembre).
Venimos a pedirle a la Virgen por los niños, ya que nuestro grupo atiende a
muchos pequeños con graves enfermedades,
como diferentes tipos de cáncer. Este año, los adultos que caminamos, no pedimos nada para nosotros,
traemos el pedido de ellos".
Ocho
días caminando para llegar a los pies de la Madre
David Darío llegó el sábado
7 de diciembre, proveniente de la provincia de Santiago del Estero. Contó que
es la segunda vez que realiza su peregrinación a Catamarca, ya que 1997 vino
por primera vez a visitó a la Madre Morena, y piensa en volver el próximo año.
Su marcha duró ocho días, habiendo
salido de la vecina provincia el 30 de noviembre; caminó 370 kilómetros, para
cumplir su promesa ante la Virgen.
"Era necesario este
sacrificio, para agradecer a la Virgen del Valle", dijo. Y continuó
comentando que "llegamos con mucho sacrificio, porque el tiempo no
acompañó, tuvimos días de lluvia, y mucho frío". En este sentido, expresó emocionado,
que es un sacrificio que estaba dispuesto a ofrecer, para agradecer a la Virgen
del Valle los favores recibidos por su intercesión.
Con sus pies lastimados,
Carla López, junto con un grupo de 15 personas, realizaron su peregrinaje desde
Aguilares, provincia de Tucumán.
Relató que llegando a La
Cocha, sus pies comenzaron a mostrar las primeras heridas y el cansancio se hizo
sentir. "Algunos pensaron que no iba a llegar, pero llegué. Le agradecí a
la Virgen del Valle y le pedí por mi madre, sobre todo vine por ella", afirmó.
También manifestó que “es la
primera vez que camino hasta Catamarca, y gracias al grupo de personas con las
que venía, el acompañamiento y el aliento que todos pusieron durante el viaje,
pudimos llegar a la Catedral”. También acompañaron a la Virgen del Valle en la Procesión.
Gratitud
a los hermanos catamarqueños
Los catamarqueños, también se
prepararon para recibir a los peregrinos y agradecerles el amor que le tienen a
la Virgen del Valle, instituciones civiles y eclesiales, asociaciones, clubes, grupos
conformados por familliares, amigos, compañeros de trabajo, repartieron a cada
peregrino, que llegaba caminando, en bicicleta, en moto, a caballo, en bellas
jardineras, como los de Simoca, Tucumán, bandejitas con alimentos, mate cocido,
frutas, agua y hasta se organizaron para lavarles los pies, curarlos, tomarles
la presión, masajearles sus piernas, para que puedan llegar con esa fe
inquebrantable hasta el altar de Nuestra Madre.
Entre tantos testimonios,
resalta el agradecimiento que como un
mensaje unánime y común dejaron los peregrinos de la Virgen del Valle: "Gracias
a cada uno de los que nos recibieron en territorio catamarqueño, nos sentimos
mimados, cuidados... Gracias, y que la Virgen les retribuya en bendiciones a todos", manifestaron.