“La
actividad de los agentes de la salud tiene
el alto valor del servicio a la vida”
Con la presencia de
autoridades y personal de las instituciones alumbrantes, durante la noche del lunes
2 de diciembre, se celebró la Eucaristía de homenaje del Ámbito de la Salud estatal,
privado y eclesial a la Virgen del Valle: Hospitales, Sanatorios, Institutos,
Círculo Médico, Colegios Auxiliares de la Medicina, SAME, PAMI, OSEP, ECA,
EMICA, Secretaría Social de la Municipalidad de la Capital, ONG Corazón con Agujeritos y Soles, Pastoral de
la Salud, Pastoral de las Adicciones y Geriátricos del medio.
Entre las autoridades, que
se dieron cita para honrar a la Madre Morena, se encontraban el Director del
SAME, Dr. Norberto Bazán; el titular de la OSEP, Dr. Julio Cabur, y el responsable
de PAMI local, Dr. Luis Fadel.
La Santa Misa fue presidida
por Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por el Pbro. Ángel
Pavón, Asesor de la Pastoral de la Salud Diocesana.
En parte de su homilía, el Obispo
compartió algunas orientaciones de la Nueva Carta para los Agentes
Sanitarios que la Santa Sede, en la cual se afirma que “la
actividad de los agentes de la salud tiene el alto valor del servicio a la vida.
Es la expresión de un empeño profundamente humano y cristiano, asumido y
desarrollado como actividad no sólo técnica sino de entrega total e
incondicional al prójimo. Tal actividad es una forma de testimonio cristiano.
Su profesión les exige ser custodios y servidores de la vida humana”.
“La vida es un bien primario
y fundamental de la persona humana. Y, en el cuidado de la vida se expresa,
ante todo, una obra verdaderamente humana al tutelar la vida física. A ella
dedican la propia actividad profesional, o voluntaria, los agentes de la salud:
médicos, enfermeras, farmacéuticos, capellanes, religiosos, religiosas,
administradores y personas
comprometidas en diversas formas en la profilaxis,
tratamiento y rehabilitación de la salud humana. En ella la actividad médica y
de enfermería expresan su alto valor humano y cristiano”, expresó citando el
documento.
Y continuó: “La actividad
sanitaria se funda sobre una relación interpersonal, de naturaleza particular.
Es un encuentro entre una confianza y una conciencia. La ‘confianza’ de un
hombre marcado por el sufrimiento y la enfermedad, y por tanto necesitado, el
cual se confía a la conciencia de otro hombre que puede hacerse cargo de su
necesidad y que lo va a encontrar para asistirlo, cuidarlo, sanarlo. Éste es el
agente de la salud. Para él, el paciente no es sólo un caso clínico – un
individuo anónimo sobre el cual aplica el fruto de los propios conocimientos-
sino siempre un ‘hombre enfermo’, hacia el que adopta una actitud sincera de
simpatía. Lo cual pide amor, disponibilidad, atención, comprensión,
benevolencia, diálogo y paciencia. No basta la pericia científica y
profesional, se precisa también la participación personal en la situación
concreta del paciente individual".
“Salvaguardar, recuperar y
mejorar el estado de salud significa servir a la vida en su totalidad. Por
cierto, la enfermedad y el sufrimiento son fenómenos que, analizados a fondo,
plantean siempre interrogantes que van más allá de la misma medicina para tocar
la esencia de la condición humana en este mundo… El agente de la salud, cuando
está verdaderamente animado del espíritu cristiano, descubre más fácilmente la
exigente dimensión misionera propia de su profesión: en ella efectivamente:
está implicada toda su humanidad y le es requerida una entrega total”, indicó
El Obispo pidió: “Querida
Madre de los enfermos y de los que cuidan de ellos, te suplico por los médicos,
enfermeros, enfermeras, personal paramédico, voluntarios y miembros de la
pastoral de la salud, para que sean la imagen viva de Cristo y de su Iglesia en
el amor a los enfermos y a todo sufriente, y, a la vez, testigos creíbles del
‘evangelio de la vida’”.
En el momento de las
ofrendas, se acercaron elementos que serán destinados a la atención de los
hermanos peregrinos que ya están llegando al Valle.
Al concluir la ceremonia litúrgica,
Mons. Urbanc se dirigió hasta el Paseo de la Fe, donde procedió a la bendición
de los móviles que prestan su servicio en los organismos públicos e
instituciones privadas de salud.