La Santa Misa se realizó en
la sede parroquial, fue presidida por el Señor Obispo y concelebrada por el
Pbro. Carlos Robledo y por el nuevo párroco.
Al inicio de la celebración,
un miembro de la comunidad dio lectura al decreto de designación del nuevo
párroco.
Seguidamente, el Obispo
bendijo el agua con la que el padre Juan roció a los presentes y luego de las
lecturas, le hizo entrega del Evangeliario para que proclame la Palabra de
Dios.
En su homilía, Mons. Urbanc comenzó agradeciendo al Pbro. Pablo Batallán por su trabajo en la comunidad y disposición como primer párroco de la misma. También agradeció al Pbro. Juan Olmos por la predisposición al aceptar este nuevo camino en su vida pastoral.
Hizo mención a la
importancia de vivir la fe en todo momento y lugar, con el amor para vencer al demonio y mantenernos de pie.
Luego el padre Juan hizo su
profesión de fe, renovó sus promesas sacerdotales y prometió obediencia al
Obispo y a sus sucesores frente a la comunidad presente, que coronó ese momento
con un fuerte aplauso.
Seguidamente, Mons. Urbanc hizo entrega al nuevo párroco de los Óleos Sagrados con los que bautizará y confirmará, el Cáliz,
Antes de la bendición final
miembros de la comunidad expresaron palabras de bienvenida al nuevo párroco y
luego al párroco saliente.
Posteriormente, el flamante
párroco se presentó ante los fieles agradeciendo a Dios, al Obispo por llamarlo
a servir, y a los presentes por las muestras de afecto, y pidió que no se
sientan solos, él viene a integrarse a
esta parroquia nobel y de la mano de
María Madre, Modelo e Intercesora, trabajará junto a todo el que se quiera sumar.
Estas palabras emotivas fueron selladas
con un fuerte aplauso de bienvenida.
