Camino a la Beatificación

siguenos en facebook Canal de youtube siguenos en facebook

28 agosto 2020

Padre José “Pepe” Díaz

“Servir a la Virgen en su Santuario fue el más hermoso desafío que tuve en mi ministerio sacerdotal”

 

En vísperas de culminar su oficio como Rector de la Catedral Basílica y Santuario de la Virgen del Valle, el Padre José “Pepe” Antonio Díaz repasó parte de su amplia labor pastoral al frente del Santuario más importante de Catamarca. Durante diez años sirvió a la Madre Morenita desde su Casa, lo cual significó “un honor, un privilegio y el más hermoso desafío que tuve en mi ministerio sacerdotal”, confiesa.

Su asunción fue en noviembre de 2010, durante el Jubileo por los 100 años de la creación de la Diócesis de Catamarca, y el cierre de su ciclo se da en el marco de este festejo tan particular de los 400 años de la presencia de la Virgen del Valle en nuestro suelo. El próximo domingo 30 de agosto tomará posesión de la parroquia de San Francisco de Asís, en Andalgalá, Oeste catamarqueño.

 

¿Cómo fue compartir tan de cerca la fe de miles de peregrinos que llegan en cada fiesta y diariamente a pedir o agradecer la gracia recibida por intercesión de la Madre?

- A lo largo de estos años fui aprendiendo a trabajar y valorar la Piedad Popular. Ya lo había experimentado en otras parroquias, pero en y desde el Santuario de Nuestra Madre del Valle se vive de manera más intensa y profunda. La gente te enseña sin darse cuenta y nosotros vamos aprendiendo a vivir la fe sin tanta teoría, con mayor cercanía, calidez y encuentro personal con  el Señor, su Madre y los hermanos peregrinos.

 


¿Cómo puede sintetizar la vida sacramental en este Santuario tan visitado?

-La vida sacramental se encuentra en la cima de la pastoral del Santuario, y en el nuestro es abundante. Sin embargo, los sacramentales, por ejemplo las bendiciones, el agua bendita y los gestos devocionales referidos al Señor, la Virgen y los santos, son los que más se destacan. Esto forma parte del itinerario formativo de los peregrinos. Es muy importante valorar lo que la gente valora para desde allí llevarlos a un encuentro más profundo con Jesucristo. Todos los santuarios viven este desafío. La experiencia de la Gracia de Dios comunicada por los Sacramentos es lo que verdaderamente transforma, convierte y renueva, pero los sacramentales ayudan a una progresiva aproximación a lo que verdaderamente importa, que es un profundo encuentro con Dios.

 

La Gruta de Choya también es otro centro de fe mariana…

- El Santuario de la Gruta ha crecido mucho estos años. El itinerario de la gente que viene peregrinando desde otras provincias tiene dos puntos ineludibles: el Santuario - Catedral, particularmente el Camarín, y la Gruta. Gracias a Dios se está avanzando en la concreción de la remodelación del espacio en la Gruta, será con el tiempo, y ya lo es,  un centro extraordinario de fe y Piedad Popular.

 


En estos años fue notable el incremento de voluntarios en los distintos servicios. ¿Cómo encaró su tarea con los laicos?

- La estructura pastoral, es decir los equipos de trabajo, se sostuvo durante estos años. Algunos equipos funcionaron mejor, no solo con mayor cantidad de personas, también con más entusiasmo y compromiso. El horizonte de los 400  años seguramente ayudó mucho. La renovación no está tanto en la cantidad sino en la calidad de la vida espiritual de sus miembros. Y en eso tenemos mucho por hacer aún. Ojalá los equipos se vayan consolidando y renovando para un mejor servicio a los peregrinos.

 

Su empeño se orientó a indagar y dejar registrado el paso de la Madre a lo largo de estos 400 años de presencia en nuestra tierra. ¿Cuáles fueron los logros más salientes en este sentido?

- La celebración jubilar de los 400 años es una invitación a mirar la historia y contemplar la obra de Dios y la protección de María durante estos años.

La creación de la actual Comisión de Historia fue una extensión de lo ya iniciado para el Jubileo de los 100 años de la creación de la Diócesis de Catamarca en 2010. Tenemos en Catamarca catedráticos de primera línea y muy generosos a la hora de compartir sus conocimientos e investigaciones. El aporte que hicieron durante estos años es muy valioso. Tanto la convocatoria como la continuidad fue un gran logro.

 

Esto permitió reflotar un proyecto de comunicación como la Revista Stella y contar con el valioso trabajo de la Línea del Tiempo…

- Si, los integrantes de la Comisión de Historia permitieron que se retomara la edición de la Revista Stella creada en 1908, antes de la creación de la Diócesis de Catamarca. Otro logro muy importante. Las últimas ediciones de la Revista de la Virgen sirven para vincular la fe de nuestro pueblo con un conocimiento más profundo de lo que Dios hizo y hace con la providencial presencia de la Imagen Bendita de la Virgen del Valle.

La línea del Tiempo de los 400 años es también un fruto muy valioso de esta Comisión. Como puede verse en el  corredor sur de la Catedral, muchas personas se detienen a leer la secuencia de hechos vinculados con la presencia de la Virgen del Valle, comparados con otros eventos eclesiásticos, civiles y culturales tanto a nivel universal como nacional y local. Es una herramienta didáctica muy valiosa que con el tiempo se irá completando y perfeccionando.

 


El Museo de la Virgen del Valle es una interesante propuesta interactiva…

- El Museo de la Virgen fue un anhelo desde hace mucho tiempo. Es muy valioso tanto para la Catedral como para vida cultural de la Provincia y, por supuesto, lo es también para los peregrinos y público en general que viene a la provincia. Sin duda, el turismo religioso es fundamental. No se puede impulsar el turismo en la provincia sin tener en cuenta la dimensión religiosa de nuestro pueblo, sobre todo, lo vinculado con la Imagen de la Virgen del Valle, y en eso el Museo es un gran aporte. Esta concreción es fruto de un acuerdo entre el Obispado y el Municipio de la Capital.

 

También fue evidente su apuesta al conocimiento científico no sólo de la historia sino de la misma Imagen de la Virgen.

- El Año Jubilar Mariano es una oportunidad para avanzar en el conocimiento tanto acerca de la datación de la Imagen como su origen. Es uno de los objetivos que nos propusimos. Tanto la tomografía de la Imagen, que se expone en el Museo, como los estudios impulsados por la Comisión Nacional de Monumentos históricos y los solicitados desde la Catedral Basílica,  están siendo procesados y ojalá que pronto podamos arribar a conclusiones que nos den mayor certeza acerca de lo que buscamos.


 

Se recuperaron obras valiosas que alberga el Santuario...

- Una de las primeras restauraciones que encargamos fue el antiguo retablo del Altar Mayor de la Iglesia Matriz. En su tiempo fue el primer trono de la  Imagen de la Virgen del Valle.  Es una obra de madera y pintado en color dorado de estilo barroco y se encontraba muy deteriorado. Fue construido en Tucumán en 1908 por el ebanista J. Bernacosni. La restauración se hizo con mano de obra de Catamarca y con fondos de la Catedral.

Otra de restauración fue el órgano de tubo de la Catedral en el año 2012. Se hizo con ayuda de la Provincia. Los trabajos estuvieron a cargo del organero Ing. Carlos A. Merlassino, proveniente de Buenos Aires. El instrumento había sido construido en 1908 en la fábrica Italiana de Locatelli e instalado por Sangaletti en 1910. El año pasado fue nuevamente intervenido para optimizar su funcionamiento y afinado completo por los Ing. Alejandro Galli y Pablo Fernández provenientes de Buenos Aires. El trabajo se hizo con fondos de la Catedral.

 


La última restauración fue presentada el 15 de agosto pasado junto con la inauguración del nuevo sonido del templo...

- Si se trata del Trono festivo de la Virgen, también conocido como el Trono dorado en el que sale la Bendita Imagen para las dos procesiones solemnes. Es un trono de cedro dorado bruñido, de nueve metros de altura. Originalmente el Trono era mucho más grande, tenía una base amplia sobre la que se celebraban las Misas antes del Concilio Vaticano II. Fue labrado y decorado en Buenos Aires por la casa catalana de Sagarra. El diseño había sido del p. José M. Forcada, misionero claretiano. La obra de restauración fue realizada por los artesanos Christian Fontana, Java Nagy y Elena Senra, provenientes de Buenos Aires. La obra se hizo con fondos de la Catedral. Fue una de las ofrendas a la Virgen en sus 400 años, junto con el nuevo sistema de sonido del templo, que llevó adelante el joven técnico Marcos Díaz.

 

Las mejoras edilicias fueron parte de esta tarea. ¿Cómo se llevó adelante esta obra?

- Desde el principio apostamos al sostenimiento de parte de los fieles y de hecho las obras se hicieron casi en su totalidad con las limosnas y las donaciones de los peregrinos y fieles de nuestra Diócesis. Gracias por esta pregunta, dado que está muy difundida la idea de que la Iglesia  y las obras que se impulsan desde ella son solventadas por el Estado.

Respecto de las obras más significativas quiero resaltar la Capilla del Santísimo, que sin dudas es la más emblemática de este período y el más significativo obsequio a la Madre en sus  400 años dado que se trata del lugar desde donde se irradia la Presencia sacramental de su Hijo y Señor Nuestro, Jesucristo. Era sin duda una deuda enorme no solo por su centralidad sino también porque esta Catedral lleva el nombre del Santísimo Sacramento.



De la gran fiesta presencial a la virtualidad

Este año fue muy especial, se había preparada una gran fiesta con miles de fieles en torno a la Virgen, pero la pandemia negó esa posibilidad. ¿Cómo vivió la preparación y luego la noticia de la suspensión del evento mariano?

- Si, un año muy especial, por muchas razones. Un escenario nuevo a nivel mundial. Teníamos preparada una gran fiesta, con muchos invitados. Pensábamos que sería la fiesta más grande en honor a Nuestra Madre. Toda Argentina estaría representada, tanto a nivel civil como eclesiástico. Dios sabe por qué, y nuestra Madre también, se dio de esta manera. Siempre que se cierra una puerta se abren otras; estoy seguro que los frutos espirituales, que son los que cuentan, serán muchos.

La preparación fue hecha con la suficiente anticipación. Se fueron sumando muchas personas y equipos de trabajo. Progresivamente fuimos dimensionando el volumen y la trascendencia del Encuentro. Catamarca es grande geográficamente pero pequeña en cantidad de habitantes y recursos para el alojamiento. Sentimos por momentos que no llegábamos a cubrir todas las necesidades, pero en el tramo final fue apareciendo todo lo que necesitábamos. No era solo la Iglesia sino toda la Provincia la que estaba involucrándose.

 


¿Qué sentimientos afloraron ante la suspensión del IV Congreso Mariano Nacional?

- Con la noticia de la suspensión sentimos dolor e impotencia. Aunque al principio algunos opinaban que el IV Congreso podría realizarse más adelante, con el paso de los días nos fuimos convenciendo que no sería posible, que la pandemia venía para quedarse mucho más de lo que creíamos. Fue allí que vislumbramos la alternativa virtual y elaboramos una propuesta de animación del Año Jubilar, que gracias a Dios se está llevando a cabo exitosamente.

Pero sin dudas, el bálsamo fue la noticia de la aprobación del proceso de beatificación de nuestro querido Fray Mamerto, Hijo dilecto de la Virgen. En eso leímos el mensaje: más que homenajes, Dios y la Virgen quieren la santidad de sus hijos. La noticia apareció justo durante los días en que estaba previsto el IV Congreso Mariano.

 

La Fiesta Mariana de abril fue excepcional: se hizo virtualmente. ¿Cómo fue esa experiencia?

- En ese momento no estábamos tan acostumbrados como ahora a las celebraciones virtuales. Se vivía todo con cierto temor al contagio. Nos fuimos dando cuenta de la extraordinaria llegada que permitían los medios de comunicación y cómo la gente y los peregrinos estaban ansiosos por participar de alguna manera.

La celebración de modo presencial se transformó en celebración virtual y fue excepcional. La procesión con la sagrada Imagen fue elocuente, con una plaza vacía y muy pocas personas físicamente presentes. Un enorme contraste entre lo que soñamos y lo que pudimos realizar.

 


¿Pensó en el impacto que significa vivir la fe de manera virtual?

- No lo imaginé. Pero fue un aprendizaje. Me alegro que podamos como diócesis ofrecer este espacio de animación del Año Jubilar en el que muchas personas de todo el país están participando.Cuando hicimos la propuesta muchos no lo veían posible. Pero nosotros sabíamos que era eso o nada. Que muchas personas estaban esperando de nuestra iniciativa y creatividad.

Agradezco a Dios y a quienes están trabajando para que esto se lleve a cabo. Es otra forma de compartir la fe y sentirnos Iglesia con María entre nosotros.

 

Próximos a la beatificación de Esquiú, ¿cómo vivió la llegada de las reliquias desde Córdoba, habiendo si el encargado de colocarlas en la urna que las guarda en la Casa de la Virgen?

- Acabamos de recibir la noticia de la fecha y el lugar de la Beatificación. ¡Una alegría enorme!

Preparamos el lugar para que se expongan las reliquias con la esperanza de que ese espacio sirviera para promover la oración por la pronta beatificación, y ahora que es casi un hecho ya estamos pensando en que será un lugar de veneración pública a nuestro Beato Fray Mamerto.

Que hayan robado su corazón fue quizá la excusa para que sus huesos estuvieran a los pies de su Madre del Valle a quien tanto amó y sirvió. Haber sido parte de esto es un motivo de gozo espiritual.

¡Damos gracias a Dios de poder ser testigos de este momento!