Gustavo Acosta y Carolina Haustein son dos fieles de la parroquia San Isidro Labrador, de Valle Viejo, integrantes del grupo de oración que todos los sábados se reúnen para rezar el Santo Rosario en la Ermita de la Virgen, lugar de irradiación de la fe mariana desde tiempos ancestrales. Su profunda devoción a la Virgen en su advocación del Valle los impulsó a cristalizar con su propio esfuerzo una feliz iniciativa. Se trata de la actualización del Devocionario de la Virgen del Valle, con algunas modificaciones, sobre todo aquella referida a la incorporación de los nuevos misterios del Rosario, que las anteriores ediciones no contemplan. De esta manera lograron editar en papel y en CD los ejemplares, 30 de los cuales fueron entregados al Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanč, para que los distribuya en algunos lugares alejados de la ciudad capital, que el Pastor Diocesano visita cada año.
Los fieles devotos comentaron que la intención es “tratar de llegar a los lugares donde haya fieles que no pueden venir a las fiestas de la Virgen. Esta es una forma de difundir la fe a María, en recompensa por todo lo que Ella nos da”, apuntaron.