De esta manera se inició el programa denominado “Virgen Misionera”, que consiste en la visita de la Madre de Dios a todos los pueblos y localidades de la Parroquia de Nuestra Señora del Valle, para llevar el mensaje de su divino Hijo Jesús a todos los fieles de la zona.
La Sagrada Imagen fue recibida por los pobladores de Las Toscas con fe, cariño y esperanza, en la capilla de Nuestra Señora del Valle. Luego de una breve Celebración de la Palabra, la Madre de Dios fue saludada por una catequista y una feligresa en nombre de todo el pueblo, con encendidas y agradecidas palabras de bienvenida.
En la ocasión, se contó con la participación de los fieles de la zona donde se observó una nutrida cantidad de niños. Después de los cantos y vivas, se sirvió a todos los presentes un chocolate caliente, que vino muy bien en la fría mañana sabatina.
Seguidamente, los presentes tuvieron la oportunidad de estar con la Madre, improvisando plegarias y peticiones, rezando el Santo Rosario, cantando y abriendo su corazón a la gracia divina.
A las 11.00 se celebró la Santa Misa de la Virgen presidida por el párroco, el Padre Carlos Figueroa Arteaga. Al mediodía, los presentes disfrutaron de un excelente locro preparado por algunos generosos miembros de la comunidad. Durante toda la siesta, la Virgen permaneció con sus hijos de Las Toscas, como de lugares vecinos, quienes vinieron a visitarla y gozar de su presencia.
Por su parte, a las 17.30 comenzó la procesión en compañía de la Virgen por la calle principal en dirección a la sede. Finalizada la misma, fue despedida con vivas, cantos y lágrimas.
Todos los sábados
Hasta fin de este año, sábado tras sábado, la Sagrada Imagen saldrá de la sede parroquial en Icaño hacia las distintas localidades, donde pasará el día completo con sus hijos para ayudarlos a tomar conciencia de su ser cristiano como discípulos de Jesús y animarlos a una auténtica vida cristiana. Esto se hará a la luz del Evangelio, sanando con los sacramentos de sanación y alimentados con la Eucaristía; como también completando los sacramentos de la iniciación y de estado.
Esta acción pastoral busca impulsar a las comunidades de la parroquia a vivir un espíritu misionero renovado, para llevar la novedad de Cristo a toda la sociedad, lo que ayudará a pasar de simples habitantes a verdaderos ciudadanos.