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26 junio 2011

Culminaron las fiestas de San Juan Bautista en Tinogasta y Londres

En la tarde soleada del viernes 24 de junio, la ciudad de Tinogasta celebró a San Juan Bautista, en la culminación de las fiestas patronales, enmarcadas en el Año de la Vida y del primer año de la Misión Diocesana Permanente.
Para esta ocasión especial se contó con la presencia del Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, quien presidió la procesión, que en esta oportunidad cambió su tradicional recorrido alrededor de la plaza principal, dando inicio en la intersección de avenida Córdoba y calle 25 de Mayo, por donde se desplazó la columna de fieles hasta el templo parroquial. Acompañó a los fieles el Cura Párroco, Pbro. Esteban Chaile, y participaron las principales autoridades municipales, encabezadas por el Señor Intendente de Tinogasta, Dn. Simón Quintar; de la Policía de la Provincia, de Gendarmería, jinetes, abanderados de las distintas instituciones educativas del medio, Policía Infantil, y miembros de las distintas comunidades que comprenden la jurisdicción parroquial, quienes portaron las imágenes de sus Santos Patronos. También dijeron presente peregrinos de la vecina parroquia de Nuestra Señora de Fátima, ubicada en Fiambalá, junto con el Cura Párroco, Pbro. Raúl Contreras, quienes llegaron con la Imagen de San Pedro.
Durante el trayecto se elevaron oraciones y cánticos entre vivas y aplausos espontáneos a San Juan Bautista, el único Santo de quien se celebra su nacimiento, llamado precursor del Mesías y último profeta que anunció a Cristo.
La gente se sumó a la fiesta colocando altares en las puertas de sus casas y adornando los sectores por donde pasó la Imagen del Santo.
A su arribo al atrio del templo, fue recibido por una gran cantidad de devotos que se encontraban ubicados frente a la plaza, y bajo los acordes de la Banda de Música de la Municipalidad de Fiambalá, la Imagen de San Juan Bautista Niño fue colocada en un altar, para dar comienzo a la Santa Misa, presidida por Mons. Luis Urbanc y concelebrada por el actual Párroco Esteban Chaile, el Párroco Emérito Julio Niñoles y el Vicario Parroquial, Pbro. Marcelo Amaya.
Durante su homilía, el Señor Obispo expresó: “El Patrono que tiene esta parroquia es el intercesor seguro que nosotros tenemos delante de Dios. Y cómo no vamos a venir a darle gracias por lo que hace todos los días por cada uno de los hijos de esta parroquia”.

Sean defensores de la vida
En otro tramo dijo: “Ustedes, queridos tinogasteños, honran a San Juan Bautista Niño, quien está particularmente relacionado con el misterio de la vida. Un niño cuando llega a nuestro hogar es la vida que florece, es la esperanza que se fortalece. Por tanto, acá, en Tinogasta, tienen que ser todos defensores, cuidadores de la vida. La vida es el don más precioso que Dios nos ha participado, y no sólo la vida terrena sino sobre todo la vida espiritual, la vida de la comunión con Dios”.
Al referirse a la Misión Diocesana Permanente exhortó a todos los presentes a que “seamos discípulos-misioneros al estilo de María, porque María en su advocación del Valle es la Patrona de la Diócesis”. Por eso, “esta fiesta de San Juan Bautista tiene que ser la interpelación última que Dios les hace para ponerse al hombro la tarea misionera en la diócesis. Me hago cargo de la misión que Cristo me confía, como se hizo cargo de su misión Juan Bautista”, agregando que “la misión comienza en el hogar, con los niños. Tienen que orar todos los días en familia, leer la Biblia en familia, venir a misa todos los domingos”.
Asimismo, remarcó que “la Misión Diocesana Permanente es empezar a vivir en serio en nuestros hogares la fe, al estilo de María, saliendo al encuentro de los demás como lo hizo Ella con su prima Isabel. Llevar a Jesús al encuentro de los otros”.

Del párroco
Antes de finalizar la ceremonia religiosa, el Padre Chaile dirigió unas palabras agradeciendo a Dios, quien “hizo posible que pueda celebrar junto a ustedes, en mi casi primer año como párroco en esta tierra, esta festividad tan maravillosa”. Hizo extensivo su agradecimiento “a todos ustedes, que se hicieron parte activa de estas festividades renovando esas ganas de ser verdaderos discípulos y misioneros de Jesucristo”.
Invitó “desde mi corazón de pastor, a todos aquellos que se sienten paralizados por el terrible mal del ‘no te metás’. Algo que daña no sólo a la Iglesia sino a toda la sociedad. La Iglesia es una sola, y por ese ideal de Jesús debemos trabajar”.
“En el Año de la Vida y de la Misión Permanente que hemos asumido como diócesis, salgamos a anunciar a nuestros hermanos, que el amor de Dios sigue presente entre nosotros, quien ha venido a dar vida a nuestra tierra tinogasteña”.
Posteriormente, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, acompañadas por los acordes de una guitarra; dando paso al izamiento de la Bandera en el mástil del paseo público, a cargo de las autoridades presentes.
Como apertura de la Misión Diocesana Permanente en la parroquia, se concretó el envío de los misioneros, con elementos que serán utilizados en esta acción pastoral.
Como corolario de esta gran fiesta, los presentes despidieron con emoción la Imagen de San Juan Bautista, y después compartieron una velada artística y un sabroso chocolate, que aplacó el frío de la noche. Así se sintetizó una intensa actividad de nueve días, que comprendió actos litúrgicos, visitas del Santo a los barrios y escuelas, donde se observaron muestras de profunda devoción hacia el Santo Patrono de tierras tinogasteñas.

En Londres, Belén
En la misma jornada, por la mañana, Mons. Luis Urbanc presidió la Santa Misa en la capilla de Londres, departamento Belén, donde también se venera a San Juan Bautista como Patrono. La celebración eucarística fue concelebrada por el Vicario Parroquial de Belén, Pbro. Mario Hernández, quien se hizo cargo de la atención espiritual de los fieles de esa zona desde hace unos meses.
De la Santa Misa participaron los pobladores de la localidad y el intendente del lugar, Dr. Gilberto Santillán.
En su predicación, el Señor Obispo exhortó a los fieles a “seguir transmitiendo la devoción de San Juan Bautista. Imitar el modo como él amó a Dios”, indicando que su misión fue la de un profeta, que anuncia y denuncia, y que la voz del profeta siempre es incómoda.
En otro tramo de su homilía invitó a todos a rezar en familia y asumir el desafío de ser verdaderos discípulos-misioneros, amando al mundo y sirviendo a los demás a ejemplo de San Juan Bautista.