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02 marzo 2012

Declaración de los Obispos del NOA reunidos en Santa María

El jueves 1 de marzo culminó la reunión anual de los Obispos del Noroeste Argentino, que se llevó a cabo en la ciudad de Santa María, perteneciente a la Prelatura de Cafayate. Las deliberaciones dieron inicio el 27 de febrero y contó con la presencia de los prelados de la región, entre los que se encontraba el Obispo Diocesano de Catamarca, Mons. Luis Urbanc. En la oportunidad, dieron a conocer una declaración, cuyo texto completo se incluye a continuación:



Los obispos del NOA hemos celebrado nuestra reunión anual, que ha tenido lugar este año, en la localidad de Santa María, Prelatura de Cafayate, desde el 27 de febrero al 1ro de marzo, para reflexionar y orar acerca de la misión que nuestro Señor Jesucristo nos ha confiado.

Agradecemos a cuantos nos han acompañado con su oración en estos días de encuentro, para discernir a la luz del Espíritu Santo, la vida de nuestras comunidades, particularmente, las diversas propuestas para celebrar en nuestra región el Año de la Fe, convocado por el Papa Benedicto XVI, así como distintos temas relacionados con la evangelización en el marco de la Misión Continental: la organización de la catequesis, la presencia de la Iglesia en el mundo juvenil y la familia.

En ese contexto, hemos considerado los recientes acontecimientos de tensión social y violencia, vividos en distintos lugares de nuestra Región y conocidos por todos. El compromiso con la ecología ambiental y humana constituye una responsabilidad para todo cristiano. La dignidad de la persona humana, la necesidad de preservar la Creación, nuestra casa común, y sus recursos (tierras, agua, bosques, minerales) así como la vida de los pueblos, nos motivan a dar nuestro parecer sobre la problemática relativa a las inversiones mineras, petroleras y agroindustriales.

Al enfocar esta temática, consideramos importante señalar cuanto sigue:

1. Debemos como sociedad, buscar la verdad objetiva que subyace a esta cuestión planteada y que debe ser esclarecida por quienes tienen el conocimiento técnico y científico, no involucrados con los sectores interesados.

2. Tratándose de una realidad que afecta gravemente a la persona humana, a su salud, a su futuro y a la sociedad, las instituciones políticas y sociales han de llevar a cabo el debate que ello supone, a partir de un diálogo veraz y sincero.

3. En estos temas, pedimos al Estado que ejerza estas funciones:

- Asegurar desde el principio la información completa, la consulta y la participación de las comunidades afectadas por dichas inversiones;

- Supervisar las investigaciones preliminares, las exploraciones, la equidad en los acuerdos económicos y la salubridad de los procesos de extracción;

- Garantizar una provechosa participación de los pueblos en la distribución de los beneficios y la trasparencia económica de estos emprendimientos;

- Velar por los legítimos intereses del Estado nacional y de las provincias.

- Revisar la legislación, actualizar sus contenidos en función de los cambios que se han operado en la realidad, e informar convenientemente a la población para que conozca el desarrollo de esta temática que debe constituir política de Estado.

4. El daño ambiental, cultural y social que se hubiera causado, a partir de estos emprendimientos y sus consiguientes actividades, exige en términos de justicia, la reparación proporcionada a los efectos padecidos por nuestro pueblo, lo cual tendrá que ser determinado por las leyes que oportunamente deberán dictarse en esta materia.

Al concluir este mensaje, queremos expresar nuestra cercanía con todos nuestros hermanos, especialmente los más indefensos y aquellos que trabajan por la justicia y la paz con rectitud de corazón.

Invocamos la bendición de Dios y la protección maternal de nuestra Madre, la Virgen, sobre nuestras comunidades, sus familias y ciudadanos, para que el Señor nos conceda aquella inteligencia creativa puesta al servicio del bien común, la solidaridad que nos hermana en las necesidades y la audacia para superar los intereses personales y de sector, para procurar el pleno bienestar de todos.

En Santa María, Prelatura de Cafayate, el 1ro. de marzo de 2012.

Los obispos del NOA.