En la tarde del lunes 15, el
Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, presidió el cierre de las fiestas
patronales de San Isidro Labrador, en el departamento Valle Viejo, concelebrada
por el párroco, Pbro. Juan Ramón Cabrera, y el párroco de Nuestra Señora de la
Merced, de Villa Dolores, Pbro. Pablo Batallán, en una jornada llena de color y
alegría.
A las 17.00 se celebró la
Santa Misa en el atrio del templo parroquial de la que participaron autoridades
departamentales, encabezadas por el Sr. Intendente, Ing. Gustavo Jalile, directivos
y delegaciones de
los establecimientos educativos de todos los niveles del
departamento, con sus abanderados. También se dieron cita miembros de todas las
comunidades que conforman la jurisdicción parroquial y familias de la
catequesis.
En su homilía, Mons. Urbanc
reflexionó a la luz de las lecturas proclamadas y sobre la figura de San
Isidro, destacando el poder de la oración. Dijo que “San Isidro se santificó
junto con su familia porque permaneció unida en la oración”, y recordó que “la
familia que reza unida permanece unida y la bendice Dios”.
Al finalizar la Eucaristía,
dio inicio la procesión por las calles de la comunidad. La gran columna de
fieles caminó cantando y rezando junto a la imagen de San Isidro Labrador, en
el marco del primer año de preparación para la celebración de los 400 años del
hallazgo de la imagen de la Virgen del Valle en la Gruta de Choya. También
meditaron los misterios del Santo Rosario y recordaron la vida del Santo Patrono.
Al regresar al templo
parroquial, recibieron la bendición del Obispo Diocesano y acompañaron el
ingreso de la imagen de San Isidro al templo.