En el Mensaje de la tradicional Jornada Mundial de la Paz que se celebra cada 1° de enero, el Papa Francisco nos propone este año “concebirnos a la luz del bien común, con un sentido comunitario, es decir, como un “nosotros” abierto a la fraternidad universal (…) es hora de que todos nos comprometamos con la sanación de nuestra sociedad y nuestro planeta, creando las bases para un mundo más justo y pacífico, que se involucre con seriedad en la búsqueda de un bien que sea verdaderamente común” (Papa Francisco, Mensaje, n.5).
Este tiempo hemos podido
celebrar juntos el inolvidable triunfo deportivo de la Selección nacional de
fútbol. Festejándolo supimos postergar diferencias y superar divisiones en la
experiencia emocionante de una alegría común.
Anhelamos para el año que
comienza que podamos renovar las actitudes y las disposiciones para la
convivencia democrática, dejando de lado todo lo que acreciente las divisiones,
ponga en riesgo la institucionalidad y postergue la discusión de los temas
urgentes en relación con la pobreza, la deuda social, la educación y el
crecimiento del país.
Es imprescindible superar la
desmesura que nos lleva a agredir y descalificar a quienes no piensan como
nosotros. La crisis que vivimos exige para este nuevo año 2023, no pensar solo
en preservar los intereses personales, partidarios y electorales, sino buscar
decididamente, en el máximo respeto a la Constitución Nacional, aquellos
consensos básicos que aseguren el compromiso para superar los urgentes
problemas del país.
Que el Niño Jesús, nacido en
la humildad del pesebre, nos ayude a vivir el Espíritu de la Navidad que
resuena en nuestro corazón y traiga la paz para este año nuevo que vamos a
celebrar, porque Él mismo es nuestra Paz (Efesios 2, 14).
Buenos
Aires, 28 de diciembre de 2022
Mons.
Oscar V. Ojea, Presidente
Mons.
Marcelo Colombo, Vicepresidente 1º
Mons.
Carlos Azpiroz Costa, OP, Vicepresidente 2º
Mons.
Alberto G. Bochatey, OSA, Secretario General