A los pies de la Virgen del Valle, asumió el nuevo
equipo
responsable de la Vicaría de Educación
“Que
el Divino Maestro nos ayude a tener cuanto antes una remozada Ley de Educación
de Gestión Privada”, manifestó Mons. Urbanč.
Durante la noche del viernes 2 de
diciembre, cuarto día del novenario en honor de la Pura y Limpia Concepción del
Valle, le rindió su homenaje el ámbito de la Educación estatal, privado y
municipal, docentes en actividad y jubilados, Docentes Jubilados
Autoconvocados, gremios docentes, Vicaría Diocesana de Educación, Pastoral de
la Educación y el Centro Educativo y Cultural Diocesano Virgen del Valle
(Ceculd).
Durante la celebración, el obispo
diocesano, Mons. Luis Urbanč, puso en
funciones al nuevo equipo responsable de la Vicaría de Educación, cuyo decreto de designación se leyó al comienzo de
la ceremonia litúrgica.
En el inicio de su homilía Mons. Urbanč
saludó a los alumbrantes de esta Misa y luego señaló que “el tema propuesto
para reflexionar en esta jornada parece sacado del ámbito educativo: «Amar y servir, nuestra vocación en la
Iglesia»”.
Después puso de relieve “la prolífica
tarea que se lleva a cabo en la Vicaría Episcopal de Educación, en el ámbito de
la Educación Pública de Gestión Privada. En el tiempo de pandemia tuvo un
accionar muy importante de coordinación y animación por lo desafiante de la
inédita situación que dejó muchos aprendizajes, que, dicho sea de paso, habrá
que seguir afianzando. La realidad es siempre cambiante y ello exige estar a la
altura de las circunstancias con creatividad, laboriosidad y paciencia”.
Luego destacó la obra de
transformación del Seminario en el Centro Cultural Diocesano Nuestra Señora del
Valle, en conexión con la Universidad Católica de Salta. “Por todo esto y por
la abnegada tarea de cada día, realizada con fe, esperanza y amor de muchas
personas, debemos dar gracias a Dios y a la Virgen; a la vez que suplicar sigan
asistiéndonos para no claudicar en la noble tarea evangelizadora que lleva a
cabo la Iglesia a través de las instituciones educativas. Sin dejar de
agradecer que el Estado provincial nos permite y posibilita hacerlo,
colaborando con los aportes para cubrir gran parte de los sueldos del personal
docente”, expresó el obispo.
Seguidamente instó: “Roguemos, de un
modo especial al Divino Maestro, Jesús, que nos ayude a poder tener cuanto
antes una remozada Ley de Educación de Gestión Privada que facilite el correcto
y aceitado funcionamiento de este 20% de servicio educativo a la Provincia. Se
ha trabajado mucho en ello, logrando grandes consensos, pero a la hora de las
concreciones, aparecen trabas que demoran y demoran arribar a buen puerto”.
Más adelante, en relación con el pasaje
del Evangelio proclamado sobre la curación de Jesús a dos ciegos, animó a todos
a prestar atención a una virtud que surge de la esperanza: la perseverancia,
como la de esos hombres que siguieron al Señor hasta alcanzarlo. “En un mundo
de atajos y gratificaciones instantáneas -dijo- abrazar la perseverancia puede
ser un acto difícil. La gente se rinde fácilmente ante sus proyectos, ante los
demás e incluso ante Dios. Basta con echar un vistazo a nuestro alrededor para
ver con qué facilidad la gente abandona sus sueños, lamentablemente. El tipo de
mundo nuevo del que habla Isaías en la primera lectura no se produce de forma
automática; hace falta mucha perseverancia para soñar esos sueños de Dios y
seguir trabajando sin descanso para realizarlos”.
Cerrando su prédica, imploró la ayuda de
la Virgen del Valle para “que seamos hombres y mujeres apasionados por la
educación; que cuides a la nueva gestión al frente de la Vicaría y el CeCulD; que
jamás perdamos de vista que debemos ser luz para los demás…”, concluyendo con
esta petición: “¡Madre querida! ¡Que no
nos cansemos! Que seamos firmes, decididos y siempre sonrientes, con los ojos
fijos en el prójimo y en sus necesidades, para socorrerlos, y con los ojos del
alma fijos en el Corazón de Jesús que está en el Sagrario, para que ocupemos
nuestro puesto, el que a cada uno nos ha señalado Dios. ¡”.
Juramento de fidelidad
Seguidamente, el nuevo equipo responsable
de la Vicaría de Educación, integrado por el diácono Sergio Colósimo, la Mgter.
Ana María Brunás, el Lic. Luis Herrera y el CPN Manuel Luna Clarasó, hizo su
profesión de fe y luego el obispo les tomó el juramento de fidelidad.
Hacia el final de la celebración, el padre
Oscar Tapia, quien se desempeñó como Vicario de Educación y Director General de
Centro Educativo y Cultural Diocesano Virgen del Valle, expresó su gratitud indicando
que “al finalizar un quinquenio de gestión hemos deseado con el señor obispo,
como lo hemos comenzado acá, el 1 de diciembre de 2017, culminarlo a los pies
de Nuestra Madre del Valle”.
Agradeció “a la milenaria Iglesia, que es
Madre y Maestra”, y “a la Iglesia de Catamarca en la persona de la Virgen del Valle,
del Beato Mamerto Esquiú y del Vicario Segura, que pertenecen a la historia de
Catamarca y de la Argentina del siglo XIX”. También destacó que “en estos 9
años he estado al frente del Ceculd en el Seminario, que es un edificio del
siglo XIX y uno convive mucho con la historia”. Dijo que “con la Beatificación
del Padre Esquiú he pensado en el siglo XIX, que es un siglo fundante para la
Patria”, poniendo de relieve la figura del Vicario Segura, “quien realizó esta
Catedral, el Seminario, y que era fundamental con la alianza con Caravati y el
padre Esquiú”. Consideró que “esas figuras nos han ayudado a entender qué nos
ha pasado en el siglo XIX… nos han iluminado”.
Manifestó su gratitud “al señor obispo de
quien siempre he tenido el apoyo constante, incondicional y perseverante, a
cualquier hora, en cualquier momento, siempre estuvo atento conmigo y con el
equipo; a mis hermanos sacerdotes que trabajan en los colegios, a los laicos y
religiosos con quienes vamos constituyendo un equipo”.
Asimismo, hizo mención de las Líneas Diocesanas
de Educación y un documento de la Dra. Ana Verna que “son -dijo- una plasmación
en escrito de un trabajo consensuado de cómo podemos caminar este siglo XXI,
que lo vamos transitando mucha esperanza”.
“Mi deseo, mi augurio, es que podamos
trabajar con el espíritu de la Iglesia que nos pide sinodalidad, caminar juntos,
y colegialidad en la gestión”.
Finalmente, señaló que “estoy muy contento
de haber servido a Nuestra Madre en estos cinco años con todos ustedes, y
también contento y en paz por la nueva misión en la Sagrada Familia de Nazareth,
será como decía Pablo VI, volver a una situación de más silencio, más
reflexión, servir en los sacramentos; etapas de la vida siempre tratándolas de
vivir en el Señor y con obediencia a la Iglesia”.
TEXTO COMPLETO DE LA HOMILÍA
Queridos
devotos y peregrinos:
En este día rinden su homenaje a la
Virgen del Valle quienes están abocados a la Educación, en especial, hoy nos
acompañan miembros de la ‘Vicaría Episcopal de Educación’ y del ‘Centro
Cultural Diocesano’, ya que habrá cambio de autoridades. Agradezco a la gestión
saliente y agradezco a los que aceptaron tomar la posta para un nuevo trienio.
Bienvenidos a esta celebración. Que la Madre y Maestra de nuestra Fe los siga
cuidando, acompañando e iluminando en su delicada labor educativa. A todos les
pido oraciones por ellos.
El tema propuesto para reflexionar en esta
jornada parece sacado del ámbito educativo: “Amar
y servir, nuestra vocación en la Iglesia”.
Poner en práctica esto es seguir el
ejemplo de Jesús: “No vine a ser servido,
sino a servir” (Mt 20,28) “No hay
mayor amor que dar la vida por los amigos” (Jn 15,13). Esto lo vivió Jesús
hasta sus últimas consecuencias. Jesús primero hace y luego enseña. En Jesús
nada es pura teoría.
Querría poner de relieve la prolífica
tarea que se lleva a cabo en la Vicaría Episcopal de Educación, en el ámbito de
la ‘Educación Pública de Gestión Privada’. En el tiempo de pandemia tuvo un
accionar muy importante de coordinación y animación por lo desafiante de la
inédita situación que dejó muchos aprendizajes, que, dicho sea de paso, habrá
que seguir afianzando. La realidad es siempre cambiante y ello exige estar a la
altura de las circunstancias con creatividad, laboriosidad y paciencia.
También es emblemática la ‘odisea’ que
hemos emprendido hace ocho años reconvirtiendo el solar de lo que fuera el
seminario mayor y menor de Catamarca, en el Centro Cultural Diocesano Nuestra
Señora del Valle, en conexión con la Universidad Católica de Salta, gracias a
que el edificio fue restaurado en gran parte.
Por todo esto y por la abnegada tarea
de cada día, realizada con fe, esperanza y amor de muchas personas, debemos dar
gracias a Dios y a la Virgen; a la vez que suplicar sigan asistiéndonos para no
claudicar en la noble tarea evangelizadora que lleva a cabo la Iglesia a través
de las instituciones educativas. Sin dejar de agradecer que el estado
provincial nos permite y posibilita hacerlo, colaborando con los aportes para
cubrir gran parte de los sueldos del personal docente.
Roguemos, de un modo especial al
Divino Maestro, Jesús, que nos ayude a poder tener cuanto antes una remozada
Ley de Educación de Gestión Privada que facilite el correcto y aceitado
funcionamiento de este 20% de servicio educativo a la Provincia. Se ha
trabajado mucho en ello, logrando grandes consensos, pero a la hora de las
concreciones, aparecen trabas que demoran y demoran arribar a buen puerto.
Quiera Dios que, con palabras de Isaías: «Pronto, muy pronto, el Líbano se
convierta en vergel, y el vergel parezca un bosque» (Is 29,17).
Nuestros centros educativos deben
favorecer el cumplimiento de la profecía recién proclamada, a saber: «que todos oigan la Palabra de Dios y que
puedan ver en medio de las tinieblas de este mundo; que los oprimidos y los
pobres se alegren en el Señor; que desaparezcan la violencia, la maledicencia,
la injusticia, los abusos y el cinismo, a fin de que todos, viendo el modo de
obrar de los hijos/as de Dios, santifiquen el Nombre de Dios, los insensatos se
vuelvan sensatos y los murmuradores aprendan de las enseñanzas divinas»
(cf. Is 29,18-24).
El Evangelio me da una hermosa pista para
que prestemos atención a una virtud que surge de la Esperanza, me refiero a la perseverancia.
Por eso, los invito a imaginar a dos ciegos siguiendo a Jesús y
"alcanzándolo". Definitivamente, hay que hacer algo para que un ciego
siga a una persona que va delante, probablemente flanqueada por mucha gente, y
consiga alcanzarla. En realidad, se requiere la virtud de la perseverancia, que
San Agustín llama "un don de Dios". En un mundo de atajos y
gratificaciones instantáneas, abrazar la perseverancia puede ser un acto
difícil. La gente se rinde fácilmente ante sus proyectos, ante los demás e
incluso ante Dios. Basta con echar un vistazo a nuestro alrededor para ver con
qué facilidad la gente abandona sus sueños, lamentablemente. El tipo de mundo
nuevo del que habla Isaías en la primera lectura no se produce de forma
automática; hace falta mucha perseverancia para soñar esos sueños de Dios y
seguir trabajando sin descanso para realizarlos. Ya sea en la vida, en el mundo
o en la vida en el espíritu. ¡Sííí, la perseverancia vale la pena!
Querida Madre del Valle, te pido que nos
ayudes a perseverar en el bien obrar; que no dejemos de soñar y de cooperar con
los sueños de Dios; que seamos hombres y mujeres apasionados por la educación;
que cuides a la nueva gestión al frente de la Vicaría y el CeCulD; que jamás
perdamos de vista que debemos ser luz para los demás; que día a día busquemos
habitar en la casa del Señor; que seamos valientes y proactivos en la espera
del cumplimiento de las promesas del Señor; que tengamos puesto el corazón en
Dios, para que así también lo tengamos puesto en el corazón de los más
necesitados; y que seamos artífices de justicia, amor, unidad, respeto,
diálogo, inclusión, cooperación y paz.
¡Madre querida!… ¡Que no nos
cansemos!... Que seamos firmes, decididos y siempre sonrientes, con los ojos
fijos en el prójimo y en sus necesidades, para socorrerlos, y con los ojos del
alma fijos en el Corazón de Jesús que está en el Sagrario, para que ocupemos
nuestro puesto, el que a cada uno nos ha señalado Dios. ¡Nada de volver atrás!
¡Nada de cruzarse de brazos! ¡Nada de estériles lamentos! ¡Madre amada...
morir antes que cansarnos!» Amén.
¡¡¡Viva la Virgen del Valle!!!
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Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca