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04 diciembre 2022

Homenaje de la Pastoral Misionera a la Virgen

Niños misioneros recibieron cruces como compromiso de seguir a Jesús

 

“Hay dos imágenes de Iglesia: la Iglesia evangelizadora que sale de sí; o, la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para sí. Esto es lo que debe dar luz a los posibles cambios y reformas que haya que hacer en la Iglesia para la salvación de las almas”, dijo el obispo.

 

En el quinto día de la novena en honor de la Pura y Limpia Concepción del Valle, durante la noche del sábado 3 de diciembre, día de San Francisco Javier, rindieron su homenaje a la Virgen los miembros de la Pastoral Misionera de la diócesis.

La Santa Misa fue presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por sacerdotes del clero diocesano, entre ellos el rector del Santuario mariano, padre Gustavo Flores, y el asesor de la Pastoral Misionera, padre Carlos Rodríguez, actualmente párroco de la Inmaculada Concepción, con sede en la Villa El Alto, desde donde llegó para participar de esta celebración especial.

“Que la Madre de los ‘Discípulos Misioneros’ los siga sosteniendo y entusiasmando en este servicio eclesial”, expresó en el comienzo de su homilía Mons. Urbanč, como cada noche, al saludar a los alumbrantes de la Misa.

“La Evangelización o la Misión es la razón de ser de la Iglesia. «Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar, para anunciar a Jesucristo»”, sostuvo, citando la Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi del Papa San Pablo VI. "«La dulce y confortadora alegría de evangelizar», repite incansablemente el Papa Francisco. Es el mismo Jesucristo quien, desde dentro, nos impulsa”, acotó.

Seguidamente pasó a mencionar aspectos relacionados con la Misión:

“La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia y prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria”, puntualizó.

Más adelante se refirió a “los males que, a lo largo del tiempo, se dan en las instituciones eclesiales tienen raíz de autorreferencialidad, una suerte de narcisismo religioso”.

“La Iglesia, cuando es autorreferencial, -agregó- sin darse cuenta, cree que tiene luz propia; deja de ser, sencillamente, la luna, y da lugar a ese mal tan grave que es la mundanidad espiritual, el peor mal que puede sobrevenir a la Iglesia. Ese vivir para darse gloria los unos a otros. Simplificando, hay dos imágenes de Iglesia: la Iglesia evangelizadora que sale de sí; la que escucha con obediencia la Palabra de Dios y la proclama con fidelidad, o, la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para sí. Esto es lo que debe dar luz a los posibles cambios y reformas que haya que hacer en la Iglesia para la salvación de las almas”.

Después, al predicar sobre el Evangelio proclamado, repasó: “Jesús recorre muchas ciudades y pueblos, enseñando y curando. Está ocupado llamando a discípulos y formándolos. Los envía a una misión. Nos pide que recemos para que haya más manos que ayuden en la cosecha. Nos insta a seguir curando, limpiando, resucitando, dando gratuitamente, ya que el Reino está cerca…”.

Al concluir, el Obispo imploró a la Virgen del Valle, para que nos animemos “a ser una Iglesia Sinodal en permanente salida al encuentro de los demás, privilegiando a los más débiles, llevando el mensaje de Salvación, que es tu Hijo Jesucristo, Muerto, Resucitado y Glorificado junto al Padre Eterno. Enséñanos el camino, muéstranos cómo alcanzar la meta. Impide que perdamos el rumbo como personas frágiles y pecadoras. No permitas que la ignorancia nos lleve por falsos caminos. Concédenos el don del discernimiento, para que no dejemos que nuestras acciones se guíen por prejuicios, facilismos, vanidades, intereses mezquinos, ideologías y falsas consideraciones. Haz que retoñe en cada uno de nosotros un vivo ardor misionero para llenar el mundo entero con la llama del Amor Divino y reine la fraternidad”.

Un grupo de niños de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM) recibieron cruces bendecidas por el obispo y colocadas a cada pequeño por el padre Carlos Rodríguez, como como signo del compromiso de continuar escuchando, conociendo y aprendiendo más de Jesús, para ser mejores amigos suyos y hacer más amigos para Él. Un emotivo momento que se rubricó con el saludo de la IAM: “¡Siempre amigos!”.

También se bendijeron imágenes de la Virgen del Valle que serán entregadas a las familias de distintos pueblos del departamento Santa Rosa durante la misión de enero de 2023.

Y al final de la celebración, el obispo hizo el envío de todos los misioneros que participarán de esta acción evangelizadora en comunidades del Este catamarqueño.


TEXTO COMPLETO DE LA HOMILÍA

Queridos devotos y peregrinos:

En este quinto día de la novena rinde su homenaje a la Virgen del Valle la Pastoral Misionera de la Diócesis. Bienvenidos a esta celebración y que la Madre de los ‘Discípulos Misioneros’ los siga sosteniendo y entusiasmando en este servicio eclesial.

Que san Francisco Javier, patrono de las Misiones junto con Santa Teresa del Niño Jesús, nos ayuden a todos a fortalecer el proceso sinodal que estamos viviendo, para que sirvamos mejor en fraternidad y misericordia (tema de esta jornada) a ejemplo de los santos en la bimilenaria historia de la Iglesia. Aquí me viene a la mente una frase muy difundida de Rabindranath Tagore: “Dormía y soñaba que la vida era alegría. Me desperté y vi que la vida era servicio. Serví y comprendí que el servicio era alegría”.

La Evangelización o la Misión es la razón de ser de la Iglesia. “Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar, para anunciar a Jesucristo" (Ev. Nut. n° 14) "La dulce y confortadora alegría de evangelizar", repite incansablemente el Papa Francisco. Es el mismo Jesucristo quien, desde dentro, nos impulsa.

*Evangelizar supone celo apostólico. Evangelizar supone en la Iglesia la parresía (libertad en el Espíritu) de salir de sí misma. La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia y prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria.

*Cuando la Iglesia no sale de sí misma para evangelizar deviene auto referencial y entonces se enferma. Los males que, a lo largo del tiempo, se dan en las instituciones eclesiales tienen raíz de autorreferencialidad, una suerte de narcisismo religioso. En el Apocalipsis Jesús dice que está a la puerta y llama. Evidentemente el texto se refiere a que golpea desde fuera la puerta para entrar... Pero, también, Jesús golpea desde dentro para que lo dejemos salir. La Iglesia auto referencial quiere a Jesucristo dentro de sí y no lo deja salir.

*La Iglesia, cuando es autorreferencial, sin darse cuenta, cree que tiene luz propia; deja de ser, sencillamente, la luna, y da lugar a ese mal tan grave que es la mundanidad espiritual, el peor mal que puede sobrevenir a la Iglesia. Ese vivir para darse gloria los unos a otros. Simplificando; hay dos imágenes de Iglesia: la Iglesia evangelizadora que sale de sí; la que escucha con obediencia la Palabra de Dios y la proclama con fidelidad, o, la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para sí. Esto es lo que debe dar luz a los posibles cambios y reformas que haya que hacer en la Iglesia para la salvación de las almas.

Por eso, el cardenal Bergoglio, pensando en el próximo Papa, dijo: que sea un hombre que, desde la contemplación y la adoración de Jesucristo, ayude a la Iglesia a salir de sí hacia las periferias existenciales, que la ayude a ser la madre fecunda que vive de "la dulce y confortadora alegría de la evangelizar", una Iglesia misionera en serio. Y la Iglesia somos todos los bautizados.

¡Cuánto nos cuesta comprender, aceptar y vivir esto!

El texto del Evangelio, que acabamos de escuchar, nos hace ver que implantar el Reinado de Dios en el mundo es de primera necesidad, y que hay una gran urgencia de poner todos los medios para concretarlo. Por eso, Jesús recorre muchas ciudades y pueblos, enseñando y curando. Está ocupado llamando a discípulos y formándolos. Los envía a una misión. Nos pide que recemos para que haya más manos que ayuden en la cosecha. Nos insta a seguir curando, limpiando, resucitando, dando gratuitamente, ya que el Reino está cerca. Así, es evidente que la realización del Reino es un acto duro que exige nuestros mejores esfuerzos. El Reino es nuestro sueño compartido con Dios, pero debemos despertar y hacerlo realidad.

El profeta Isaías insufla esta esperanza en el Pueblo de Israel, diciendo: «Si te desvías a la derecha o a la izquierda, tus oídos oirán una palabra a tus espaldas que te dice: Éste es el camino, camina por él... La luz de la luna será como la luz del sol, cuando el Señor vende la herida de su pueblo y cure sus llagas» (Is 30,21.26).

Querida Virgen del Valle, Tú has sido la primera Discípula Misionera, danos la gracia de que “Dios sane los corazones destrozados y vende las heridas que el pecado ha ido abriendo en nosotros” (cf. Sal 146,3), fruto de la mundanidad que nos desborda por falta de vida espiritual y formación. Que estemos convencidos que “Nuestro Señor es grande y poderoso, que su sabiduría no tiene medida, que Él sostiene a los humildes y humilla hasta el polvo a los que hacen el mal” (cf. Sal 146,5-6). De esta manera, nos animaremos a ser una Iglesia Sinodal en permanente salida al encuentro de los demás, privilegiando a los más débiles, llevando el mensaje de Salvación, que es tu Hijo Jesucristo, Muerto, Resucitado y Glorificado junto al Padre Eterno.

Enséñanos el camino, muéstranos cómo alcanzar la meta. Impide que perdamos el rumbo como personas frágiles y pecadoras. No permitas que la ignorancia nos lleve por falsos caminos. Concédenos el don del discernimiento, para que no dejemos que nuestras acciones se guíen por prejuicios, facilismos, vanidades, intereses mezquinos, ideologías y falsas consideraciones.

Haz que retoñe en cada uno de nosotros un vivo ardor misionero para llenar el mundo entero con la llama del Amor Divino y reine la fraternidad. Amén.

¡¡¡Viva la Virgen del Valle!!!

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Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca