El acto se concretó el domingo 11, a partir de las 17.00, con la procesión de Jesús de la Divina Misericordia. Una vez terminada la peregrinación comenzó la emotiva ceremonia, que arrancó las lágrimas de quienes pudieron observar cómo la Imagen era vestida por las Damas de la Virgen, de blanco, plata, oro y azul cielo, esperando su coronación.
Las Damas de la Virgen de San Antonio e Icaño se comprometieron a cambiar los atuendos de la Virgen, para esta fecha, demostrando de esta manera su devoción y amor a nuestra Madre morena.
La muy venerada Imagen de Nuestra Señora del Valle en su estado original representa a la Virgen Santísima en el misterio de su Inmaculada Concepción; de pie, la media luna bajo sus plantas, las manos juntas ante el pecho en acto de oración, mirando al cielo sonriente.
Conforme con una antigua costumbre española, la Imagen es vestida en una celebración en la que se lee la Palabra de Dios, se recitan salmos, himnos y poesías a la Santísima Virgen con cantos y oraciones, concluyendo con la veneración a la Sagrada imagen y la bendición de los fieles, presidida por el sacerdote.
La misericordia de Dios
En la ocasión, el Pbro. Carlos Figueroa Arteaga recordó a los fieles que “el hecho de la vestición, en el marco de la Fiesta de la Misericordia, tiene que recordarnos que así como la Santísima Madre de Dios supo responderle humilde y diligentemente a su llamado con sus permanentes obras de misericordia, por lo que mereció aquella ser objeto de la infinita misericordia de Dios, quien la engalanó como ‘Reina del Universo’, revistiéndola de ‘finísimas perlas y brocado’, así hoy nosotros nos comprometemos a vestirla con los lujosos atuendos de nuestras obras de misericordia a nuestro prójimo, tratando de imitar su vida y preparándonos de esta manera un pasaporte para vivir con Ella y con su divino Hijo eternamente felices en el Cielo”.
Al final, la Imagen fue devuelta a la urna por el nuevo Diácono Marcelo Amaya y el Vicario Parroquial, para ejercer su patronazgo desde el lunes 12 en la nueva Parroquia.
Las vestiduras constan de túnica blanca y largo manto azul. No dejan visible más que el ovalo del rostro y manos, que sobresalen de una hendidura de la túnica y ocultan un conjunto formado por tres piezas distintas: un pedestal de 24 cm. de alto; una peana de 10 cm. y la Imagen propiamente dicha mide 42 cm. desde la cabeza hasta los pies. En total mide aproximadamente 78 cm.
La emotiva ceremonia concluyó a las 19.00, hora en que se inició la celebración de la Santa Misa del segundo Domingo de Pascua, Fiesta de la divina Misericordia.
