En el inicio de su predicación, Mons. Urbanč saludó cordialmente a las autoridades presentes y a todos los participantes de la Eucaristía de acción de gracias por sus 4 años de ordenación episcopal. Luego anunció el inicio de su visita pastoral a la parroquia Nuestra Señora del Rosario, con sede en la localidad de Hualfín, en el Norte del departamento Belén, la cual comenzará en el día de la fecha.
Haciendo referencia al tiempo de Cuaresma, iniciado ayer, Miércoles de Ceniza, dijo que “es una invitación que Dios nos hace para acercarnos a El, y acercarnos con un corazón dolido por nuestras faltas”. Por ello, en esta Cuaresma hay que buscar “purificación de la mente y del corazón; arrepentimiento sincero de nuestros pecados y propósito de vivir siempre en comunión con Dios, para que tengamos vida plena en El. Serán cuarenta días para reflexionar, rezar y pedirle a Dios que nos ilumine de tal manera que nuestra libre elección que hacemos cada día sea por El”.
Al referirse al 2011 como Año de la Vida, manifestó: “Estamos también en Argentina abocados a que todo el año reflexionemos, recemos sobre la vida del ser humano para protegerla, para cuidarla, para engrandecerla”.
Comprometerse con la transformación de la realidad
En alusión a las próximas elecciones en el territorio provincial, el Obispo expresó: “Somos ciudadanos de esta provincia, de Argentina, y si queremos que la bendición de Dios se derrame sobre nosotros, tenemos que se fieles a El. Tenemos que tener los principios de los cristianos, los criterios que nos deja Jesús para poder tener vida, felicidad y prosperidad. Tenemos que ser discípulos-misioneros de Jesús, de este Jesús que entiende que la autoridad es servicio a los demás, que el triunfo es dar la vida por los otros. Estos son los paradigmas de Jesús”.
“El domingo estaremos con elecciones, tendremos que ejercer nuestros derechos cívicos y eso significa ser ciudadanos, comprometerse con la transformación de la realidad. No crean que todo se termina el 13 sino que todo comienza, es cuando tendremos que, con mucha ilusión, volver a poner todo el entusiasmo, a poner lo mejor de nosotros mismos, para servir a los hermanos. El ciudadano es aquel que se compromete, que ayuda, que sirve. Es un actor de la construcción de la transformación de la sociedad”.
En otro tramo indicó: “Estamos a la puertas de un nuevo hito importante de nuestra provincia de elegir, que todos con mucha responsabilidad, con mucha confianza en Dios apostemos por querer seguir construyendo una Patria más fraterna, solidaria, una Patria que honre y se precie de tener a María como protectora”.
“Gracias por acompañarme en esta celebración, que el Señor nos ayude a todos a poner en práctica a ese lema que vamos a ir escuchando todos los días, de que vamos pasando de meros habitantes a ciudadanos de la Patria”.
Oración y desayuno fraterno
Horas previas a la Santa Misa, el Señor Obispo compartió la oración de la mañana y luego un desayuno fraterno con sacerdotes y religiosos de la diócesis, en las instalaciones del Obispado.
