Luego expresó: “Hemos llegado al día que siempre anhelamos dos veces al año, el día domingo o un día 8 de diciembre, en el que podemos honrar a María Santísima. Hoy, es tercer domingo de Pascua, siempre en medio de la alegría pascual tenemos la dicha de poder conmemorar un año más de la Coronación Pontificia de la Sagrada Imagen de la Virgen del Valle. Este año son los 120 años, un número significativo que nos hace pensar de un modo particular”.
Asimismo, dijo que “los doce apóstoles que son el fundamento de nuestra fe, ellos son los que a nosotros nos han transmitido lo que hemos escuchado hoy en el libro de los Hechos de los Apóstoles… Jesús es digno de crédito, ¿y quiénes son aquellos que deben dar crédito de Jesús? En primer lugar, los Apóstoles, y hoy somos nosotros los que tenemos que acreditar a Cristo como el Salvador del mundo. A nosotros, la Santísima Virgen María, desde hace 400 años, quien nos ayuda a dar crédito a la Palabra, a la enseñanza de los Apóstoles, a la enseñanza de la Iglesia, que transmitimos de generación en generación. Y los que estamos acá tenemos la misión de hacer cuanto más creíble este mensaje para el mundo, mensaje de paz, de amor, de salvación, que es Jesucristo. Esa es nuestra misión, hemos venido para esto”.
“Tenemos que alegrarnos de que María haya sido coronada por la misma Iglesia en la persona del Papa León XIII, y que nosotros hoy la seguimos teniendo por Reina, por Señora, por Maestra, por Madre, por Guía de nuestra fe”, apuntó.
En estado de misión permanente
“Nosotros hoy nos hemos congregado a escuchar la Palabra de Dios de la mano de María. Ella nos ha convocado como Madre, nosotros siempre respondemos a esa ternura maternal de María, pero para escuchar a Jesús. La autenticidad, la veracidad de su obra salvífica a favor de cada uno de nosotros. Y así poder renovar nuestro fervor apostólico, nuestro fervor misionero. Nosotros nos encontramos ya iniciada la Misión Diocesana Permanente. Misión que no sólo asumimos los que vivimos en la Diócesis de Catamarca sino que están invitados todos, los peregrinos también, a ser misioneros en sus respectivas diócesis. Ser misioneros, así nos unimos a la gran Misión Continental. Y esta misión consiste en llevar esta Buena Noticia, que es Cristo”, expresó.
En otro tramo de su predicación, Mons. Urbanč manifestó que “María resume su pedido en esto: ‘Hagan lo que mi Hijo Jesús les diga’. Eso lo está repitiendo hoy a todos nosotros… Y Jesús nos dice: ‘Mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre’. La Iglesia en el Continente Americano nos dice que todos tenemos que se discípulos misioneros en Jesucristo, para que todos en El tengan vida en abundancia”.
En este sentido exhortó a los presentes a que “saliendo del templo vayamos al encuentro de tantos hermanos que no se sienten amados, que no se sienten contenidos, que no se sienten escuchados. Aquellos que se sienten alejados, excluidos, y lo más triste, hay muchos a quienes se los considera desechables, qué triste, así quiere María que vayamos. Por tanto, queridos hermanos, celebrando esta Eucaristía, renovada nuestra fe, robustecida nuestra esperanza y encendido el fuego de nuestro amor, vayamos a ser discípulos misioneros de Jesucristo”.
Misa de las Familias
En la misa del sábado 7 a las 20.00, rindieron su homenaje las familias, Pastoral Familiar y Movimiento Familiar Cristiano. La misma fue presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanč, el Vicario General de la Diócesis, Pbro. Julio Quiroga del Pino, el Rector de la Catedral, Pbro. José Antonio Díaz, el Delegado Episcopal para la Pastoral Familiar, Pbro. Eduardo López Márquez, y otros sacerdotes diocesanos.
En el momento de las ofrendas, acercaron los dones un matrimonio con tres hijos que está esperando el cuarto; una profesional de la Salud (obstetra); una mamá con un niño discapacitado y un matrimonio de abuelos.
Finalizada la Santa Misa, folcloristas locales ofrecieron una Serenata a la Virgen.
