Los participantes se vistieron de blanco o portaron algún objeto de ese color, respondiendo así a la consigna lanzada por la Pastoral Juvenil Diocesana, organizadora de esta manifestación pública de fe.
Al arribar a la Catedral Basílica se realizó un homenaje al flamante Beato Juan Pablo II, Papa iniciador de la Jornada Mundial de la Juventud, que congrega a jóvenes de todo el mundo en un país determinado.
Los jóvenes recordaron al Beato Juan Pablo II |
Ser centinelas de la mañana
En su homilía, tomando el texto del Evangelio, el Señor Obispo dijo que todos los jóvenes tienen sus cinco panes y sus dos peces para entregar, significados en todo lo que tienen, como los ideales, proyectos y anhelos. Agregó luego que todo eso tienen que entregárselo a Jesús para que los multiplique poniéndolo al servicio de todos los hermanos.
Asimismo, exhortó a los adultos a que den lugar a los jóvenes para que participen y acompañarlos en su caminar.
Antes de la bendición, Mons. Urbanc expresó: “Yo también, como Juan Pablo II, los animo a ser centinelas de la mañana”.
Durante las ofrendas, los chicos acercaron al altar pañales y ropa para bebé, que serán destinados a la Sala Cuna y a la Maternidad Provincial.