Camino a la Beatificación

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18 mayo 2012

Más de 700 docentes en la jornada sobre la Familia y la Educación camino al Congreso

Hoy, el Predio Ferial Catamarca fue el epicentro de una importante jornada destinada a docentes de escuelas privadas y públicas de los distintos niveles educativos, desbordaron uno de los salones de la zona este de las amplias instalaciones ubicadas en el norte de la ciudad capital. La misma se desarrolló como parte de las actividades preparatorias para el Congreso de la Familia, que tendrá lugar el 2 de junio, en la Universidad Nacional de Catamarca.

El curso taller “Familia y Educación” fue organizado por el Obispado de Catamarca, a través de la Vicaría Episcopal para la Educación, a cargo del Pbro. Juan Ramón Cabrera; y auspiciado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la provincia, a través de la resolución ministerial N° 381.

Esta mañana, el acto de apertura contó con la presencia del Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, quien en su mensaje a los más de 700 asistentes agradeció la posibilidad de “compartir este momento de reflexión en el marco del Año Diocesano de la Familia y en vistas a seguir instalando el tema en nuestra sociedad catamarqueña, tan necesitada de luces en esta materia”. Luego agregó que “el orden en el título ‘Familia y Educación’ no es casual sino lógico, ya que la Familia está antes que la Educación, ésta es una de las funciones primordiales de la Familia; por tanto, no se puede hablar de Educación sin una referencia directa a la Familia que le da su razón de ser, la orienta y la sustenta”.

Tomando como referencia a Juan Pablo II destacó las tres características del ‘derecho-deber’ educativo de los padres y dijo: “es esencial, por estar vinculado con la transmisión de la vida humana; es original y primario, respecto al papel de otros agentes educativos -en los que es derivado y secundario-, porque la relación de amor que se da entre padres e hijos es única y constituye el alma del proceso educativo; es insustituible e inalienable: no puede ser usurpado ni delegado totalmente”.

“Emergencia educativa, que es necesario afrontar”
Mons. Urbanc continuó afirmando que “conscientes de esta realidad, la Iglesia ha enseñado siempre que el papel de los padres en la educación tiene tanto peso que, cuando falta, difícilmente puede suplirse. De hecho, el oscurecimiento de estas verdades ha llevado a muchos padres al descuido, e incluso al abandono, de su papel insustituible, hasta el punto que Benedicto XVI ha hablado de una situación de ’emergencia educativa’, que es tarea de todos afrontar”, expresó Mons. Urbanc.
Mons. Urbanc junto a la disertante ecuatoriana
María Judith Turriaga Eguiguren. 

Respecto del fin de la educación, el Obispo manifestó: “Puesto que el amor es la vocación fundamental e innata del hombre, el fin de la misión educativa de los padres no puede ser otro que enseñar a amar”. Por ello, consideró que “ante la ‘emergencia educativa’, el primer paso es volver a recordar que la meta y el motor interno de la educación es el amor. Y que, frente a las imágenes deformadas del auténtico rostro del amor, los padres, partícipes y colaboradores del amor de Dios, tienen la capacidad y la gozosa misión de transmitir, de manera viva, su verdadero significado”.

Asimismo, hizo un llamado a todos para que “nos involucremos, en estos tiempos desafiantes pero prometedores, con una sólida formación y humilde confianza en el poder de Dios, a afrontar el acompañamiento que la Familia debe hacer de sus hijos con una sólida e integral Educación”.

Pbro. Eduardo López Márquez, Delegado Episcopal
para la Pastoral Familiar.
Auspicio del Ministerio de Educación
Posteriormente, el Prof. Fabián Herrera, jefe del Programa de Educación Pública de Gestión Privada, luego de transmitir los saludos de las principales autoridades del área en la provincia, dio lectura al decreto de auspicio rubricado por la ministra de Educación, Ciencia y Tecnología, Prof. María Julia Acosta, que entre sus fundamentos expresa que: “la familia es una preocupación permanente en la Diócesis, que junto a la escuela son factores determinantes en la formación integral de los niños y jóvenes; que frente a los desafíos, es necesario dar aportes que ayuden a la socialización y a una inclusión con principios y valores que den sentido a la vida humana, y a pensar en una de la que somos parte y a la cual es necesario integrarse realizando aportes constructivos”.

Pbro. José Antonio Díaz, Vicario Episcopal de Pastoral. 
A continuación, el Pbro. Juan Ramón Cabrera brindó detalles de los distintos momentos de la jornada y agradeció a quienes hicieron posible la realización de este espacio de formación. Asimismo, destacó la necesidad del trabajo entre todos y dio a conocer la decisión tomada en la reunión de Consejo Presbiteral de crear la Junta Diocesana de Educación Católica, cuya conformación será estudiada en el mes de junio.

Rumbo el Congreso de la Familia
Por su parte, el Pbro. Eduardo López Márquez, Delegado Episcopal para la Pastoral Familiar, se dirigió a los participantes para explicar que esta capacitación se da en el contexto del Año Diocesano de la Familia y como preparación para el Congreso de la Familia del Decanato Capital, al cual están invitados los otros Decanatos de la Diócesis. El sacerdote indicó que “nos vamos a nutrir de temas importantes que nos preocupan, y las conclusiones se van a volcar en el Congreso de la Familia, el 2 de junio, en la universidad”.

El desarrollo de la jornada incluye el abordaje de importantes temas como “Reciprocidad Familia-Educación”, “Valores y virtudes” y “Educación en el amor”. Las disertaciones están a cargo del Pbro. José Antonio Díaz, Vicario de Pastoral, y María Judith Turriaga Eguiguren, docente ecuatoriana de amplia trayectoria en la temática.

También está prevista la socialización de producciones institucionales sobre la importancia de la familia en la educación integral de la persona y su contexto social. Y se darán a conocer las conclusiones, que luego serán presentadas en el Congreso de la Familia, el 2 de junio.

El cierre de las actividades será a las 19.00 con la celebración de la Santa Misa y envío misionero-educativo.