Camino a la Beatificación

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20 julio 2015

El Obispo instituyó Lector a un joven seminarista de la diócesis

En la noche del sábado 18 de julio, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, instituyó como Ministro Lector al seminarista Cayetano Lencina, durante una ceremonia concretada en la Parroquia y Santuario de San Roque, en La Chacarita, ciudad capital. La Santa Misa fue concelebrada por el párroco, Pbro. Reinaldo Oviedo, y los Pbros. Julio Avalos, Lucas Segura y Diego Manzaraz.
Este acontecimiento de gran alegría para la Iglesia de Catamarca congregó a gran cantidad de fieles de distintos puntos de Capital y a los seminaristas que cursan sus estudios en la vecina Arquidiócesis de Tucumán.
En el inicio de la celebración, se dio lectura al decreto por el que se designó ministro lector
al joven seminarista y se detallaron sus deberes y obligaciones en tal oficio. Luego el Padre Avalos lo presentó al Obispo Diocesano, quien, después de la lectura del Evangelio, le entregó el Libro de la Palabra de Dios.
En su homilía, el Pastor Diocesano agradeció a los sacerdotes, familiares y padres de sacerdotes catamarqueños presentes, animando a todos a fomentar siempre en sus hogares la vocación a la vida consagrada. “Tener un hijo sacerdote o una hija religiosa es la mejor bendición que puede tener una familia”.
Asimismo, exhortó a Cayetano Lencina a proclamar la Palabra siempre, especialmente a sus compañeros y a los sacerdotes, para renovarlos y mantenerlos cerca de esa Palabra que es Dios. “Te tocará permanecer en la
meditación asidua de la Palabra, ésa será tu comida, y tendrás que darla a conocer, en primer lugar con tu propia vida, siendo coherente con esa Palabra y eso lo que uno también anuncia explícitamente”.  
En el momento de la presentación de las ofrendas, los padres del flamante lector y una religiosa misionera de la Diócesis de La Rioja, quienes se encuentran misionando en esta Diócesis, acercaron al altar los dones de pan y vino.
Antes de la bendición final, el joven seminarista dedicó unas palabras de agradecimiento a todos los que lo acompañaron con su presencia y con la
oración en su preparación al sacerdocio. “Me quedo chico agradeciendo”, expresó emocionado, explicando luego que “es el primer ministerio que la Iglesia me confía y quiero dar mi testimonio y comentar la Palabra de Dios, con todo lo que la Iglesia enseña”. Además, expresó: “Creo en el amor de Dios y en su Palabra, por eso, convencido, voy a seguir en este camino sabiendo que Dios me sostiene y María Santísima me acompaña y me va a ayudar a ser un buen sacerdote, un santo sacerdote, que es la gracia que le pido”.

Luego de la ceremonia, todos los presentes compartieron un brindis a la canasta en la escuela.