Me uno de corazón por medio
de la oración a los hermanos que perdieron a sus seres queridos, durante los aludes
provocados por las fuertes precipitaciones registradas en los departamentos
Ambato, particularmente en la villa veraniega de El Rodeo, y Pomán, como también
a todas las personas afectadas por este fenómeno de la naturaleza.
Ruego al Altísimo que dé la
paz eterna al alma de los fallecidos, y fortalezca en la fe a sus familiares que
viven momentos de tristeza y dolor.
Los aliento a continuar
transitando el camino de cada día con la esperanza propia del cristiano, estrechando
los lazos de fraternidad, ayudándose unos a otros.
Invito a todos los hermanos catamarqueños a que este
domingo, día del Señor, nos unamos en torno a la Sagrada Eucaristía en cada una
de las parroquias de la Diócesis de Catamarca, con esta especial intención.
Que Nuestra Señora de la Candelaria, Patrona del
departamento Pomán y de El Rodeo nos irradie la luz de su Hijo Jesucristo, y
nos tome en sus maternales manos para afrontar esta difícil situación.
Mons.
Luis Urbanc
Obispo
de Catamarca