El viernes 6 de diciembre a las 21.00, en el marco del homenaje de la Pastoral Juvenil y la Pastoral Vocacional a la Virgen del Valle, el seminarista Carlos Daniel Bazán recibirá los ministerios del Lectorado y del Acolitado en su camino hacia el Sacerdocio.
El joven seminarista es
oriundo de Capital y pertenece a la comunidad parroquial del Sagrado Corazón de
Jesús. Concluyó los estudios filosóficos y teológicos, en diciembre de 2023, en
el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora de la Merced y San José, de Tucumán.
Desde marzo de este año
realiza su experiencia pastoral en la parroquia San Juan Bautista, con sede en
la ciudad de Tinogasta.
Carlos manifestó que “si bien los
ministerios del Lectorado y del Acolitado son laicales, no dejan de ser un
motivo de alegría para aquel que los recibe. Tal es mi caso, que estoy camino
hacia el Sacerdocio. Hoy estoy viviendo esta etapa con mucha alegría ya que con
estos ministerios debo seguir ejercitándome en el servicio a los demás”.
“La cita bíblica que elegí
para englobar los dos ministerios pertenece a Romanos 12,11: ‘Con solicitud incansable y fervor de
espíritu, sirvan al Señor’”, afirmó, destacando que “sé que el compromiso
asumido debe ser cumplido fielmente, y hoy es necesario seguir llevando la
Palabra de Dios a cada hermano, especialmente a quien necesite reafirmar la
esperanza en el Señor, como así también cuidar del servicio del altar, que es
propio de los Acólitos”.
Finalmente, Carlos pidió que
“recen por mí, para que pueda desempeñar fielmente la misión encomendada”.
El
Lectorado y el Acolitado
El Lectorado es el primer
ministerio que se recibe en el camino hacia el Orden Sagrado. La función del
lector es leer la Palabra de Dios en las celebraciones litúrgicas, a excepción
del Evangelio, y acercarla y difundirla a todos los fieles para su respuesta en
la fe.
Además, al lector compete
preparar a todos los fieles que ocasionalmente hayan de hacer la lectura de la
Sagrada Escritura en los actos litúrgicos.
Por su parte, el Acolitado es
el ministerio a través del cual, quienes transitan hacia la consagración
sacerdotal deben cuidar del servicio del altar. El acólito ayuda al diácono y
al sacerdote en las acciones litúrgicas, especialmente en la celebración de la
Misa, entre otros servicios.
Foto: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat