Con gestos de entrañable de devoción fue recibida la Imagen de la Virgen del Valle, en tierras santiagueñas. Su arribo se concretó alrededor de las 9.00, en la parroquia que la venera como Patrona, ubicada en el barrio Huaico Hondo. Ya en el límite, la gente se apostó en distintos puntos para saludar el paso de la Virgen Peregrina, que recorrió territorio santiagueño derramando sus bendiciones.
Una interminable caravana vehicular acompañó el recorrido de la Ilustre Visitante desde la ruta 64 hasta su destino.
Cientos de devotos acamparon durante toda la noche en la plaza del lugar, para esperarla. En la vigilia concretada en el templo parroquial se elevaron súplicas y cantos de alabanza a la Madre Morena, que llegó a tierras santiagueñas, reeditando su paso por la localidad de Frías, en junio de este año.
La Sagrada Imagen fue llevada por el Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc, quien respondió de esta manera al pedido de los Obispos Titular y Auxiliar de Santiago del Estero, Mons. Francisco Polti y Mons. Ariel Torrado Mosconi, respectivamente.
En la ocasión, estuvieron presentes el vicegobernador de Santiago del Estero, Angel Niccolai, y el intendente de la ciudad capital de esa provincia, Hugo Infante, entre otras autoridades.
Misa y bendición
El principal paseo público del barrio Huaico Hondo fue el escenario donde se ofició la Santa Misa, presidida por el obispo catamarqueño y concelebrada por los obispos anfitriones y sacerdotes del clero de la vecina diócesis. En el transcurso de la celebración eucarística se realizó la bendición del bastón, el chaleco y las sandalias del peregrino, entre otros elementos usados por los caminantes que cada año llegan a los pies de la Morenita del Valle con mucho sacrificio, dejando un profundo testimonio de fe.
Culminada la Eucaristía, la Sagrada Imagen recibió la veneración de una gran cantidad de fieles, hasta las 15.00, en que fue despedida con emoción y profundo amor.
La visita de la Virgen del Valle se enmarca dentro de los festejos por el Año Jubilar con ocasión del Centenario de la Diócesis de Catamarca, y sirvió como preparación de los peregrinos que todos los años acuden en gran número hasta el Santuario situado en la capital catamarqueña, para agradecer, pedir y alabar a la Reina del Valle.
Fue una jornada intensa, que fue vivida con mucha emoción por los cientos de peregrinos que manifestaron su amor a la Madre Bendita del Valle.
