Camino a la Beatificación

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19 agosto 2017

Celebraron a San Roque en La Chacarita

Durante la tarde del sábado 19 de agosto, una gran cantidad de fieles se dio cita en La Chacarita para honrar a San Roque, con la tradicional procesión y posterior misa, en la culminación de las fiestas patronales, que este año se desarrollaron bajo el lema “Discípulos de Jesús y Misioneros de su Amor como María Santísima y San Roque”.
La marcha dio inicio en el Monumento a Felipe Varela, donde se congregaron las distintas comunidades que componen la jurisdicción parroquial con sus Santos Patronos: San José y Sagrado Corazón de Jesús, de Banda de Varela; Virgen de Fátima, de Villa Parque Chacabuco; y Virgen Niña del barrio Villa Reyes. Todas las imágenes acompañaron a San Roque, que fue llevado en andas por
personal de la Policía de la Provincia, hasta la sede parroquial.
Durante el extenso trayecto se rezaron los Misterios Gozosos del Santo Rosario, reflexionando sobre la forma en que debemos prepararnos para vivir en el 2020 los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen del Valle, teniendo a María como modelo de discípula y misionera.
También se meditó acerca de la sencillez de San Roque y su entrega al cuidado de los enfermos, por quienes se rezó en un clima de recogimiento y alegría cristiana.
Al llegar, en la entrada del templo se celebró la Santa Misa presidida por el párroco, Pbro. Víctor Hugo Vizcarra, quien en su homilía dijo que “la devoción a San Roque despierta en
nosotros la esperanza de estar acompañados por este hermano santo, cuando sentimos afectado nuestro cuerpo, nuestra vida, o acompañamos el sufrimiento de alguien, especialmente de la enfermedad”.
“Y cuando vamos sintiendo el desgaste en nuestras fuerzas, en nuestra esperanza, vamos en busca de aquel que nos puede ayudar”, afirmó, apuntando que “lo importante es ver cómo la actitud de esta mujer cananea –del relato evangélico- logra no sólo llamar la atención de Jesús, sino arrancar de Él un milagro, y la clave en esto es la confianza… Lo importante es tener el corazón insistente y confiado”.
El sacerdote invitó a que “pongamos en el altar del Señor fundamentalmente a los hermanos por quienes venimos a pedir, aquellos que sienten la enfermedad del cuerpo. Pongamos en el altar del Señor también la impotencia que sentimos de no poder ayudar más, de no poder consolar o aliviar; pero al mismo tiempo pongamos nuestro corazón dispuesto a hacer lo que sea necesario o posible, algunas veces ayudar, otras acompañar y otras, ojalá que siempre, rezar, y el Señor sabrá cómo nuestra oración se convertirá en gracia y en dones para ellos”.

Asimismo, indicó que “hay otras enfermedades en nuestro espíritu, que van horadando lo más profundo de nuestro corazón, van quitando hasta el sentido de nuestra vida. La Iglesia le pone el nombre genérico de pecado. Es necesario identificar por los síntomas cómo se llama la enfermedad que llevo en mi corazón, algunas veces puede ser egoísmo, otras vanidad, resentimiento, envidia, cada uno puede sentir aquello que lo entristece, que no lo deja vivir y convivir en paz”.
“Le pidamos al Señor por intercesión de San Roque que nos libere de esa peste que nos daña y muchas veces se contagia, y por ahí nos encierra en una tumba mientras estamos vivos. Que el Señor, que cura toda dolencia, pueda devolvernos la vida, y una vida en abundancia”.

En esta jornada, como en cada día del novenario, personas con dolencias y ancianos recibieron el Sacramento de la Unción de los Enfermos.
Al finalizar la celebración eucarística se entonaron las estrofas del Himno Nacional y se arriaron las banderas papal y argentina.
Como corolario de las fiestas patronales, los presentes disfrutaron de la actuación de los ballets folclóricos de los centros de jubilados San José y San Roque, y de otros números artísticos.

Asimismo, los peregrinos compartieron un rico chocolate con bollitos, mientras los integrantes de la Acción Católica entregaban recordatorios de los 10 años de labor pastoral en el Santuario de San Roque.