Camino a la Beatificación

siguenos en facebook Canal de youtube siguenos en facebook

08 marzo 2018

Mons. Urbanc durante la misa en la Catedral Basílica


“La mujer es santuario de vida que debe mirarse en María”

En la mañana del 8 de marzo, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, presidió la Santa Misa de acción de gracias por el Día Internacional de la Mujer, a los pies de la Virgen del Valle, que contó con la participación de personal femenino de las fuerzas de seguridad, acompañado por autoridades y compañeros de tarea, además de miembros de centros vecinales y fieles en general.
La Eucaristía se realizó por una iniciativa del Servicio Penitenciario Provincial, a la que se sumaron Policía Provincial, Policía Federal y Gendarmería. Fue concelebrada en el altar mayor de la Catedral Basílica y Santuario de Nuestra Señora del Valle, por los Capellanes de la Policía Provincial, Gendarmería Nacional y Servicio Penitenciario Provincial, Pbros. Juan Orquera, Reinaldo Oviedo y Dardo Olivera, respectivamente.
En el inicio de su homilía, Mons. Urbanc expresó: “Nos hemos congregado a los pies de la
Virgen para agradecer el don de la mujer, criatura de Dios como el varón, sobre todo agradecer el genio femenino, porque Dios decidió incorporar de un modo estrecho al proyecto salvífico a la mujer, eligiendo a María, para que en sus purísimas entrañas se encarnara su propio Hijo. Para ello le pidió permiso y Ella dijo: ‘Sí’”.
El Obispo destacó la iniciativa surgida en el ámbito del Servicio Penitenciario, a la que adhirieron todas las fuerzas del orden. “Es un hermoso gesto, que ojalá que se repita, y que se suma a las dos peregrinaciones realizadas a la Gruta de Choya, que han organizado desde el Servicio Penitenciario. Son hermosas iniciativas que vale la pena que prosperen en el tiempo, porque significan un
pararse, reflexionar en algo, tomar conciencia de nuestra condición de cristianos, de hijos e hijas de Dios”.
Asimismo, subrayó que hoy deseó saludar a las mujeres “como santuarios de la vida, porque Dios formó a la mujer para que dentro de ella fuera tomando cuerpo una nueva vida humana, según sus designios. Y lo estamos haciendo en este Santuario en honor a la Virgen, quien es por excelencia santuario de quien es la Vida, que Dios. Una prerrogativa única que tuvo Ella, ser el santuario del Dios con nosotros, del Emmanuel. Y tiene una particular fuerza que destaque este título, porque hay unas sombras sobre nuestra Patria, porque algunos quieren apagar este don precioso que es la
vida. Pero no hay ningún poder, autoridad, ni la misma madre, que pueda apagar la vida, porque la vida siempre es superior a cada uno de nosotros. Nosotros participamos de ese don de la vida que nos lo regala Dios. Por eso qué hermoso que Dios ha decidido en su plan elegir a una de sus criaturas, precisamente a la mujer, para ser santuario de la vida”.
El Pastor Diocesano enfatizó que “la mujer tiene que estar acompañada por el varón. Lo más triste es cuántas veces estos santuarios de la vida están abandonados. Y si la vida es tan importante, toda una sociedad tiene que estar acompañando el don de la vida. Esto tiene que partir siempre de la gratitud, si cada uno se mira a sí mismo se da cuenta que existe, que vive, que piensa, que tiene sentimientos, que tiene afectos, si esto lo valoro, cómo no lo voy a valorar para otros, para aquellos que se están asomando a
esta aventura de vivir, de existir. También lo tenemos que cuidar, no podemos ser egoístas”, dijo, agregando que “el egoísmo es una de las primeras consecuencias del pecado, me miro a mí mismo y no me importan los otros. Uno tiene que aprender a ser un auténtico discípulo de Jesús, tiene siempre que pensar en el otro, especialmente en los más débiles”.

Una misión sublime
“Queridas mujeres, Dios les ha dado una misión sublime. El mundo las necesita bien mujeres. Por eso tenemos este modelo, y en Catamarca de un modo especial, que es la Virgen María. En Ella deben contemplarse. Ella debe ser el espejo en el que se miren, tener siempre ese modelo y aspirar a ser semejantes a Ella, en la fe, en el amor, en el espíritu de servicio, en la humildad de Ella. El mundo va a cambiar en un giro copernicano
si nuestras mujeres se asemejan a María”, manifestó el Obispo.
Llamó a que “pongan lo suyo, la ternura, la bondad, la cercanía, el cuidado, la dulzura”, “en un mundo donde hay mucha torpeza y odio, ustedes tienen que ser lo contrario, poner la ternura”, manifestó.
También mencionó a “las mujeres que en distintos puntos de la ciudad también se juegan y quieren aportar lo propio del genio femenino en la sociedad, en nuestros barrios, y de esta manera ir realizando su aporte a la comunidad”.


Mano derecha de Dios
Puso énfasis en la necesidad de la educación de la mujer y que ésta “tiene que ir tomando conciencia que es la mano derecha de Dios en el mundo, este Dios que es Vida, y valorarse por eso, porque lo más hermoso es ser santuario de vida”. Por eso exhortó a que “se miren solamente en Dios, en el espejo de María, y vamos a poder transformar estas cosas perniciosas que encontramos en nuestra sociedad”.
“Pedimos desde este Santuario que derrame muchas bendiciones sobre todas las mujeres de nuestra provincia, de nuestra Patria, del mundo entero, especialmente que María esté cerca de aquellas que sufren en este día. Que ellas sean reconfortadas, que se descubran amadas por el Señor, y que puedan ser también testimonio de este amor de Dios en el mundo”, concluyó.
Al finalizar la ceremonia religiosa, Mons. Urbanc saludó a los fieles, especialmente a las mujeres, en la puerta de la Catedral Basílica.