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27 agosto 2021

CELEBRARÁN LA BEATIFICACIÓN DE ESQUIÚ EN TIERRA SANTA

“Cada vez que sale una flor más de este Jardín de Santidad, es una alegría para toda la Iglesia”


“Esquiú es un hermano en el cual encontramos un amor grande por los Santos Lugares, una identidad vocacional muy bella”, expresó el fraile Marcelo Cichinelli.

 

Tierra Santa es la Tierra de Jesús, la tierra que vio nacer, crecer, predicar, morir y resucitar al Hijo de Dios. Sus lugares fueron testigos del origen de la fe cristiana. La Custodia franciscana de Tierra Santa es una Provincia de la orden franciscana administrada por la Orden de los Frailes Menores. De entre todos los territorios en los cuales los franciscanos tienen actividad, la Custodia de Tierra Santa es, sin dudas, uno de los más significativos desde el punto de vista histórico y simbólico. Sus funciones son la animación de la liturgia en los Santos Lugares a través de la coordinación de las iglesias locales, la recepción de los peregrinos provenientes de todas partes del mundo para orar en ellos, la asistencia en el sostenimiento de las estructuras que allí se encuentran, como así también actividades ecuménicas, docentes y de investigación bíblica-arqueológica, cuyas instituciones académicas de referencia son el Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén​ y el Instituto Arqueológico Franciscano del Monte Nebo, en Jordania.

Fray Marcelo Ariel Cichinelli, mendocino, está allí desde hace 21 años y es el Guardián del Convento San Salvador y Discreto de Tierra Santa, Casa Madre de la Custodia de Tierra Santa, Jerusalén. Los Discretos son frailes elegidos según los distintos grupos lingüísticos, para ayudar al Custodio en la asunción de las distintas decisiones. En este Convento, cuyo templo estaba en construcción, se alojó Fray Mamerto Esquiú. Una mayor información sobre este lugar se encuentra en https://www.custodia.org/en/monasteries/jerusalem-saint-saviours-monastery

Fray Marcelo dio a conocer que la fraternidad de ese Convento está invitando a la celebración eucarística, que habitualmente se hace por los peregrinos de Tierra Santa y que presidirá el reverendo padre Fray Francisco Patton ofm, Custodio de Tierra Santa, por la Beatificación del Siervo de Dios Mamerto Esquiú ofm, obispo. La misma se hará el día 4 de septiembre de 2021 a las 10.30 -4,30 de Argentina- en la Iglesia de San Salvador en Jerusalén. En dicha invitación se designa a nuestro próximo beato “Peregrino en Tierra Santa con espíritu misionero”.

En diálogo con Prensa y Difusión de la Comisión Central de la Beatificación, Cichinelli dijo que salvo el fraile catamarqueño que forma parte de la comunidad franciscana en Tierra Santa, Daniel Barrera, ellos no sabían mucho del Padre Esquiú. Y que con la noticia de la Beatificación se dispusieron con entusiasmo a conocer sobre él y que los alegró saber del paso de nuestro próximo beato por esos lugares y lo que escribió sobre esa experiencia.

“Esquiú es un hermano en el cual encontramos un amor grande por los santos lugares, una identidad vocacional muy bella. El estar aquí y saber lo que sintió en los SantosLlugares es una identificación para todo el sentir de la orden. Como argentinos, tener el primer fraile beato y saber que estuvo aquí, por más que desarrolló casi toda su vida en tierras argentinas, pero a partir del 24 de junio 1876 que llegó aquí, hasta el 8 de diciembre de 1877 que salió de regreso, es muy importante. Por ejemplo cuando llegó a Jerusalén, al llegar a la montaña, al puerto de Jaffa, escribió en su diario que cuando vio la bandera de Tierra Santa, que era la más bonita de todas las banderas. En tierra de Jerusalén hace parar la carroza en la que venía, se tira al piso y besa la tierra, y la llama tierra de la misericordia. Y después, cuando iba al Sepulcro, una persona le pregunta: «Fray Mamerto, según usted ¿cuál es la mejor oración para estar delante del Sepulcro del Señor?» y él le dice: «Yo cada vez que voy al Sepulcro, mi mejor oración es llorar por el Amor que Él tuvo por nosotros». Es la experiencia de todo peregrino, pero él la ha vivido con una intensidad mucho más grande. Sabemos que él muere con una cruz pectoral, según las noticias que tenemos aquí, que era con madera de Getsemaní, donde solía ir frecuentemente a celebrar Misa en la Gruta del Prendimiento, en el Monte de los Olivos”. 


“Tenemos los registros -agregó- de las misas que celebró aquí. Él celebraba la misa para los hermanos laicos en una capilla que estaba en la iglesia antigua del convento, dedicada al Corazón de María. Hemos encontrado una imagen del Corazón de María que yo mandé a poner en la capilla del Convento. Resulta ser que es la imagen del altar en el que él rezaba”.

Luego aludió a lo que supo de otros momentos de la vida de nuestro fraile en los lugares sagrados. “En Belén tuvo una visión muy profunda, no sé cuál era el problema que tenía, que cae en sus secretos, que le dijo: «Mirando este pan vas a encontrar remedio para tus pedidos y tus pesares»”.

El Guardián del Convento San Salvador, narró a continuación que “después de la ordenación él escribe en su diario, referencias muy bonitas sobre Jerusalén, que pusimos en la invitación que hacemos para celebrar aquí la Beatificación. «Jerusalén, yo deseé acabar mis días a la triste y solemne sombra de tus ruinas; pero el Señor, tu Rey no lo quiso y debí volver donde era honrado sin ningún mérito»”. El texto de la invitación agrega entre paréntesis “(Del Diario de Fray Mamerto Esquiú. Hermano menor de la Provincia del Asunción de la Santísima Virgen del Rio de la Plata, obispo de Córdoba en Argentina)”.  “Hay unos pasajes muy bellos de lo que él ha escrito aquí en Jerusalén, que están en su diario, en una biblioteca en Argentina”, agregó.

 

A las 4,30 hora argentina

“¿Qué vamos a hacer aquí?”, se preguntó y respondió: “Algo muy sencillo. El Custodio de Tierra Santa va a presidir una Misa para los peregrinos. Porque le toca el día de los peregrinos aquí, rezando por los peregrinos del mundo y recordando sobre todo a un Peregrino Beato y Santo, teniendo el valor que tiene para la República Argentina, más allá de que la Custodia en Tierra Santa también ha estado en la historia argentina muy presente. Hoy los frailes argentinos, a través de la Comisaría, nos unimos a la fiesta de la Orden en Argentina con una pequeña celebración y la publicación de algunos artículos sobre su pasaje aquí, lo que vivió como por ejemplo en Getsemaní donde iba a celebrar Misa, cuando estuvo en Nazaret que escribía en el convento lo que él pensaba”, dio a conocer desde la Casa Madre de la Custodia de Tierra Santa.

“La Misa va a ser transmitida por el sitio de internet de la Custodia de Tierra Santa en directo, en español. Van a estar el embajador y el cónsul argentinos, autoridades de la Embajada y la gente de aquí, religiosos argentinos y del Convento de San Salvador”, informó. La dirección de la web es https://www.cmc-terrasanta.com/es.

“La Misa se celebrará dentro de la ciudad vieja de Jerusalén, en el Convento del Santísimo Salvador, la casa principal de la Custodia de Tierra Santa, a 200 metros del Santo Sepulcro y de los otros Santuarios de los que se encargan de custodiar los frailes de la Orden de los Menores”, informó. Y luego comentó la alegría que esta beatificación causa a la comunidad argentina en Tierra Santa y afirmó: “Por estos lugares santos han pasado millares de santos y cada vez que sale una flor más de este Jardín de Santidad, es una alegría para toda la Iglesia y en particular para cada uno según su país, según su pertenencia, según su oración”.

Finalmente comentó que en esa Casa hay trece frailes argentinos, de Buenos Aires, Jujuy, Salta, Corrientes, Córdoba, Santiago del Estero y de Catamarca, Fray Daniel Barrera, que está en el Convento del Cenáculo.