El sábado 20 de octubre se
llevó a cabo la Santa Misa en el transcurso de la cual recibieron el Sacramento
de la Confirmación de más de 100 niños, jóvenes y adultos de la sede parroquial
de Santa Rosa de Lima, en la ciudad capital.
La ceremonia fue presidida
por el Vicario General de la Diócesis, Pbro. Julio Quiroga del Pino, y
concelebrada por el Cura Párroco, Pbro. Manuel Antonio Bulacio, quien presentó
a los confirmandos.
Durante su homilía, el P.
Quiroga del Pino explicó que “la Confirmación es el sacramento de la madurez en
la fe, que nos enriquece con una especial fortaleza del Espíritu Santo. Nos
confiere la mayoría de edad en Cristo, y nos compromete a difundir la fe,
especialmente con el testimonio de nuestra vida”.
Asimismo, enfatizó que “este
sacramento nos impulsa a trabajar con Cristo en su tarea de añadir nuevos
miembros a su Cuerpo Místico, y de hacer más fervorosos a los que ya lo son.
Nuestras palabras y nuestras acciones ya no se orientan sólo a nuestra personal
santificación, van además a hacer que la verdad de Cristo se haga real y viva
en quienes nos rodean, especialmente en nuestra familia. El cristiano
confirmado se lanza gozoso al cumplimiento de su vocación. Fuerte
en la fe y lleno de ardiente amor por el prójimo que nace de su amor a Cristo.
Experimenta una inquieta búsqueda de hacer algo que valga la pena, algo que
contribuya a que todos seamos felices buscando que Dios habite en nuestras
vidas”.
Al finalizar la predicación,
el P. Bulacio invitó a los catequistas a encender la velas de los
confirmandos para renovar las promesas
bautismales y rezar del Credo Niceno Constantinopolitano en comunión con toda la Iglesia en este Año de
la Fe, resaltando que la luz de Cristo
es fuente de vida, es alegría, es la luz de la fe.
Un momento muy emotivo de la
celebración fue la imposición de las
manos y la unción con el Santo Crisma de los 102 confirmandos, donde la alegría
de los niños, jóvenes y adultos se unían a las lágrimas de los numerosos
familiares que colmaron el templo parroquial.
Antes de finalizar la
celebración, el Padre Julio Quiroga del Pino transmitió el saludo del Señor
Obispo, para toda la comunidad, especialmente para los que recibieron el
Sacramento de la Confirmación, y concluyó diciendo que a partir de este momento
tendrán la misión de dar testimonio de la verdad y ser fermento de santidad en
el mundo. Nada puede alegrar más nuestra vida que mostrar la sonrisa de la
salvación. Ninguna actitud puede traer más regocijo que compartir las
bendiciones recibidas de nuestro Señor.