El jueves 1 de septiembre
dio comienzo el Mes de la Biblia, celebrado internacionalmente en memoria de
San Jerónimo, Patrono de las Ciencias Bíblicas.
Este año lleva como lema en
la Argentina "Felices los misericordiosos", un versículo del
Evangelio según san Mateo (7,5) poniendo énfasis en la misericordia divina por
el jubileo lanzado por el papa Francisco.
La actividad inicial se dio
en la Capilla del antiguo Seminario, donde el Delegado Episcopal para la
Animación Bíblica de la Pastoral, Pbro. Oscar Tapia, celebró la Santa Misa en
cuya homilía alentó a los fieles a hacer realidad la exhortación que Jesús hace
a sus discípulos en el Evangelio del día,
conocido como el de la pesca milagrosa, cuando los invita a remar mar adentro.
El padre Tapia invitó a los presentes a
adentrarse en las Escrituras,
escudriñando su mensaje para llevarlo al corazón de cada uno y hacerlo vida.
Luego de la celebración
eucarística y de pedir luces al Santo Espíritu, sacerdote comenzó una profunda,
rica y exhaustiva exégesis del Evangelio del domingo 4 de septiembre. Culminó
el encuentro con la meditación y oración con la Palabra frente del Santísimo
Sacramento, en la que los presentes fueron expresando su acción de gracias,
alabanza, súplicas para cada una de las situaciones de la vida del mundo, de la
diócesis y personales a quienes Dios se dirigió en este encuentro de Lectio
Divina.
Primera
Misa del Mes de la Biblia
El domingo 4, en el altar
mayor de la Catedral Basílica, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc,
acompañado por el Delegado Episcopal de la Pastoral Bíblica de Catamarca,
celebró solemnemente la Santa Misa dedicada a pedir frutos por el Mes de la
Biblia.
En el inicio de la Eucaristía,
Mons. Urbanč, luego de incensar el altar, lo hace también con el trono de la
Palabra ornamentado para tal ocasión, el que permanecerá presente, no sólo en
la Iglesia Catedral sino también en todas las parroquias de la diócesis,
durante todo el mes, para recordarnos la importancia que debe tener en nuestras
vidas el conocimiento y el cumplimiento de la Palabra de Dios.
Antes de la proclamación la
Palabra desde el ambón, la asamblea de fieles encendió sus velas y permaneció de pie acompañando con el
canto el ingreso del leccionario portado por un lector seguido por cuatro
laicos del Pueblo de Dios que llevaban a
su vez cada uno un velón encendido significando que la Palabra de Dios es luz
del mundo a la que todos los fieles debemos escuchar no sólo para iluminar
nuestras vidas sino también para iluminar a los demás con sus enseñanzas,
siendo verdaderos discípulos misioneros de Jesús.
Las lecturas estuvieron a
cargo de miembros de la Pastoral Bíblica Diocesana y el Salmo fue cantado por
la hija de uno de ellos.
El Padre Tapia incensó el
ambón y proclamó el Evangelio del primer día de la vigesimotercera semana
durante el año, según san Lucas. Por su parte, el Señor Obispo tuvo a su cargo la
homilía, que fue un verdadero sermón de alabanza de la Palabra de Dios. Como
padre y pastor de su rebaño exhortó a todos a conocerla, escucharla y
cumplirla.
Lectio
divina con adultos
El jueves 8, en la capilla
del antiguo Seminario, se realizará el segundo encuentro de lectio divina del
mes de septiembre para adultos en general, a partir de las 20.00.