En la noche del jueves 1
septiembre el Obispo Diocesano celebró
la Misa central en la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle, en el inicio
del Mes de la Biblia y de la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación,
convocada por el Papa Francisco.
En un sitio destacado del Presbiterio
sobre un altar fue colocada la Palabra de Dios, adornada con velas y flores, desde
donde preside las celebraciones durante este mes dedicado internacionalmente a
la Biblia.
Luego de la proclamación del
Evangelio, el Obispo se refirió a los ejes centrales de la celebración del día,
resaltando en primer lugar que “hoy iniciamos septiembre, que desde hace muchos
años es el Mes de la Biblia. Por eso tenemos ese hermoso altar muy bien
arreglado y en el centro la Palabra de Dios escrita. Así ha querido Dios dejarnos sus enseñanzas,
como dice el evangelio de Juan: ‘
muchas otras cosas hizo Dios por nosotros pero
estas son suficientes para que ustedes crean y creyendo se salven’”.
Explicó se realiza el Mes de
la Biblia en homenaje a San Jerónimo, a quien la Iglesia recuerda el 30 de septiembre,
“él ha tenido la misión que le ha confiado el Papa de traducir la Biblia, que
estaba escrita en hebreo, arameo y la mayor parte en griego. Pero esa lengua no
la hablaba la gente, entonces San Jerónimo la tradujo al latín, que es la
lengua que hablaba el pueblo. Esa biblia nos acompañó quince siglos, de tal manera
que San Jerónimo ha hecho este gran servicio de acercar la Palabra de Dios al
entendimiento de la gente”, indicó.
A continuación se situó en
la segunda Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, pedida por
el Santo Padre, quien “ha elegido este día en unión con los ortodoxos, que este
día celebran y honran a Dios como Creador, en el inicio del otoño en el
hemisferio occidental”, afirmó el Obispo.
Asimismo, comentó la carta
del Santo Padre para esta ocasión, destacando algunos pasajes sobre “el cuidado
del medio ambiente, la creación que es la casa común”. Esta jornada terminará
el 4 de octubre, día de San francisco de Asís, “un santo muy querido de quien
el Papa ha tomado el nombre. San Francisco ha sido un enamorado de la
naturaleza y de toda la creación”, expresó Mons. Urbanc.
Para finalizar invitó a los
presentes a “que podamos tomar muy en serio estas dos realidades: la Palabra de
Dios, Palabra que ha creado todo de la nada, y también nosotros metidos en esta
creación, tenemos que protegerla. El Papa nos dice que lo que importa es
sensibilizar en mayor medida a la opinión pública sobre los peligros del uso
irresponsable del planeta, que es un pecado causar daño a la Creación”.