El domingo 1 de octubre, el
Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, consagró el altar y bendijo el ambón, la
nueva capilla del Santísimo, la pila bautismal y las bases de las imágenes de
San Antonio de Padua y de la Virgen de la Medalla Milagrosa, y dedicó el templo
parroquial ubicado en la intersección de calles Almagro y Tucumán.
La ceremonia fue
concelebrada por el párroco, Pbro. Bartolomé Centeno, y el Pbro. Lucas Segura.
El templo remodelado recientemente fue colmado por los fieles del sector,
quienes acompañaron con emoción
cada paso de los ritos sagrados.
Luego de la lectura del
decreto correspondiente, Mons. Urbanc bendijo la pila bautismal que fue
trasladada hasta el ingreso del templo, y luego roció con el agua bendita las
paredes y a los fieles presentes. Y antes de la proclamación de la Palabra de
Dios, realizó la plegaria de bendición sobre el ambón.
En su homilía, Mons. Urbanc
destacó la importancia de la celebración y el templo que “está todo renovado,
esto es un motivo de gran alegría. Estuve aquí por última vez
en junio, en la
fiesta patronal y desde entonces se han propuesto hacer todas estas
modificaciones, para que este templo sea cada vez más digno de las
celebraciones del culto y de los sacramentos”.
Después del rezo del Credo,
se cantaron las Letanías de los Santos y se rezó la oración de dedicación del
templo. Luego, el Obispo ungió con el Santo Crisma, el altar y las cuatro
cruces adosadas a las paredes, que representan a los cuatro evangelistas.
El rito de consagración
continuó con la quema del incienso sobre el altar, para
significar que el
sacrificio de Cristo sube a Dios como suave perfume. Seguidamente, miembros del
Consejo Parroquial revistieron el altar con el mantel, velas y flores.
Posteriormente, se celebró
la Eucaristía, parte principal de toda la ceremonia, que consagra el altar y el
lugar de la celebración.
Luego de la comunión, se
bendijo el sagrario y las bases de las imágenes de San Antonio de Padua y de la
Virgen de la Medalla Milagrosa.
Para finalizar, los
presentes firmaron el acta y besaron con devoción el altar consagrado.