Reunidos en San Miguel,
Provincia de Buenos Aires, los integrantes de la Junta Nacional de Pastoral
Familiar, conformada por los delegados regionales y diocesanos de dicha
pastoral, por los presidentes de movimientos de familia de alcance nacional y
los respectivos asesores eclesiásticos, expresamos nuestra alegría por el don
de vida humana y, muy especialmente, por la vida concebida y gestada con amor
en la familia.
Nos sentimos identificados
con la reciente Declaración de la Comisión Ejecutiva del nuestro episcopado, en
la que se reconoce la verdad, el bien y la belleza que significa el don de la
vida humana, y al mismo tiempo, se manifiesta la cercanía y solidaridad ante el
dolor que causa una vida no deseada, consecuencia frecuente de abusos y violencia
hacia la mujer.
Estamos convencidos de que
los argentinos somos capaces de salvar y cuidar toda vida humana que atraviesa
períodos de vulnerabilidad y angustia. Jamás deberíamos permitir que nos
sometiera el pensamiento de eliminar una vida para salvar otra. Juntos podemos
optar siempre a favor de la vida humana, sobre todo allí donde la misma se
encuentre amenazada.
Somos creyentes en el Dios
de la Vida. Por eso, junto con todos los hombres y mujeres que valoran la vida
humana a partir de los argumentos que aportan la ciencia y la razón, y las
leyes vigentes y constitucionales que rigen sobre este tema, expresamos nuestro
compromiso incondicional de cuidar, defender y promover la vida humana desde el
instante mismo de la concepción, y en todas las circunstancias en las que esa
vida se encuentre en riesgo.
San Miguel, 25 de febrero de
2018
Junta Nacional de Pastoral
Familiar
Comisión Episcopal de Laicos
y Familia (CELAF)