Los días 7, 8 y 9 de
septiembre, la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca fue sede del XXII
Congreso Nacional del Movimiento Espiritual de María Reina de la Paz, siendo
anfitriona la Comunidad María Reina de la Paz, del barrio Achachay, con el
patrocinio de la Parroquia de la Sagrada Familia, a cuya jurisdicción
pertenece.
Bajo el lema “Discípulos
misioneros como María, constructores de paz”, alrededor de 70 peregrinos
provenientes de Córdoba, Chubut, Tucumán, Santa Fe, Buenos Aires y Catamarca,
se convocaron para renovar la espiritualidad mariana bajo la advocación de
María Reina de la Paz.
El inicio del
Congreso coincidió con el Día del Milagro en Catamarca, acontecimiento que fue
evaluado como una gracia, por los participantes locales junto con el Párroco,
Pbro. Daniel Pavón.
Los congresistas dieron apertura a las
actividades con la disertación del Pbro. Martín Melo, quien abordó “Las cinco
piedritas y la Paz”, haciendo
hincapié en el ayuno como medio eficaz para ordenar, ofrecer, purificar y
encauzar la vida del
cristiano. Los organizadores explicaron ‘Las cinco piedritas’
hace referencia a la insistencia del Mensaje de María en la práctica de la
oración, especialmente del Rosario como arma eficaz, el ayuno, la Eucaristía,
la Reconciliación y la Lectura de la Biblia. Esto es parte de la espiritualidad
de este Movimiento”.
Al finalizar las
actividades formativas, los participantes se trasladaron hasta la Catedral Basílica
Santuario de Nuestra Señora del Valle donde se celebró la Santa Misa presidida
por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por los Pbros. Jorge
Seibold, Adrián Sandarelli y Daniel Pavón.
Finalizada la
Eucaristía, se vivió un momento muy emotivo en el Camarín de Nuestra Madre del
Valle, donde fue abierta la urna de la Sagrada Imagen para su veneración.
El sábado 8, el Pbro.
Adrián Santarelli habló sobre “María Reina de la Paz en la Casa de todos”, poniendo
de manifiesto el llamado al ecumenismo; mientras que el Pbro. Jorge Seibold se
refirió a “María en la piedad de nuestro pueblo”, características comunes en nuestra tierra. Seguidamente, el Pbro.
Gustavo Molas abordó el tema “Dos advocaciones, una sola vocación”, un fuerte y
claro mensaje sobre el papel conciliador y de paz de María, especialmente en
nuestra tierra.
Luego, los
congresistas se trasladaron hasta la capilla de María Reina de la Paz, ubicada
en el barrio Achachay, donde se rezó el Santo Rosario y se celebró la Santa
Misa, que fue animada por los jóvenes de la Comunidad Cenáculo “Fraternidad
Nuestra Señora del Valle”, con sus características de
canto y coreografía. La
hora de los testimonios fue un momento muy especial cargado de fuerza y
emotividad. Para finalizar, los
presentes compartieron un brindis fraterno.
El domingo 9, continuaron
las disertaciones con el Pbro. Daniel Pavón, quien desarrolló el tema “Paz en
la tierra a los hombres de buena voluntad”, basado en la Encíclica de San Juan
XXIII Pacem in Terris.
Luego de la Santa
Misa en la Catedral, se procedió al cierre del Congreso con testimonios y el
sorteo de la Imagen Peregrina, la cual quedará por un año en Catamarca, y
también los lugares para el Congreso del próximo año.
“Fueron tres días
intensos de oración, formación y de riqueza al compartir experiencias de fe. La
Comunidad María Reina de la Paz demostró que la oración y la unión hacen fuerte
al más débil. El propósito es continuar trabajando para que surjan más Grupos
de Oración bajo la espiritualidad María Reina de la Paz, y comprometerse en la
acción, por ahora colaborando con los jóvenes de Cenáculo y en la próxima
misión de Valle Chico”, manifestaron los miembros de la comunidad local.