En los días previos a la
llegada de reliquias del Padre Esquiú a Catamarca, el sábado 28 de septiembre, la
comunidad parroquial de San José, con sede en Piedra Blanca, departamento Fray
Mamerto Esquiú, vivió una jornada muy especial con la celebración eucarística
en el transcurso de la cual más de 150 chicos recibieron los dones del Espíritu
Santo, a través del Sacramento de la Confirmación.
La ceremonia litúrgica tuvo
lugar frente al templete que resguarda la casa natal del
Venerable fraile
catamarqueño, donde se dio cita una gran cantidad de fieles de las distintas
comunidades que componen la jurisdicción parroquial. Fue presidida por el
Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por el párroco, Pbro. Juan Olmos.
Durante su homilía, Mons.
Urbanc mencionó dijo que “estamos reunidos en este solar que supo contener al
gran Fray Mamerto Esquiú, la casa paterna de este gran hombre de nuestra
querida Catamarca, quien ha dejado una marca imborrable, y es importante que
todas las generaciones conozcan este regalo
que Dios nos hizo en este hombre, un gran ciudadano y un gran hijo de la
Iglesia”.
En este sentido, se dirigió
a los confirmandos expresando: “Ustedes, quienes se han venido preparando con
la catequesis para recibir hoy el don del Espíritu Santo por medio del Sacramento
de la Confirmación, tendrán la misma misión que tuvo Mamerto Esquiú, de ser muy
buenos ciudadanos y muy buenos hijos de la Iglesia”, porque “quien vive en
serio su fe es a su vez un buen ciudadano”, dijo, apuntando que “la fe nos
compromete a jugarnos por la construcción del bien común y eso hizo Fray Mamerto
Esquiú. Y a él también le tocó sufrir, no crean que le fue fácil”. En este
plano aseveró que hay “personas que no se comprometen con la vida cristiana y tampoco
con la construcción del bien común. Este fenómeno es de toda la historia de la
humanidad”.
También afirmó que “ustedes
tienen la dicha de recibir el sacramento de la Confirmación en las vísperas del
traslado de unas reliquias de este gran hijo de la Iglesia, ya que el jueves 4,
día de San Francisco de Asís, las vendré trayendo desde Córdoba, porque allí
está sepultado, ya que fue obispo de Córdoba, y obispo del lugar nos obsequia unos
pedazos de los huesos de Fray Mamerto”.
El Obispo resaltó que “esta
celebración tiene mucha importancia porque tiene que relacionarse con la figura
de este hombre, que ha sido una persona grande, extraordinaria, hijo de este
pueblo”, y mencionó que “se está arreglando esta casa que albergó a Fray Mamerto
y a su familia, y tenemos que arreglar la casa de nuestro corazón, tenemos que
arreglar nuestra sociedad, no basta poner un maquillaje en las cosas externas y
por dentro estar lejos de Dios”.
Exhortó a los fieles a que “le
pidamos a Fray Mamerto Esquiú por cada uno de nuestros chicos y chicas, que hoy
se confirman en la fe, que no abandonen la fe, que la cultiven; tenemos que
participar de la misa, eso hacía Fray Mamerto Esquiú con su familia, todos los
domingos habrá estado acá participando de la misa para llegar a ser un gran
servidor de Dios y un buen servidor de la Patria”.
Llamó a quienes “les toca
recibir la gracia de la Confirmación” a que “sean cristianos creíbles, que dan
testimonio de Jesús, del amor de Dios en el mundo, para que no haya hermanos
que después se vayan de la Iglesia”, dijo en alusión a algunos hermanos que
abandonan la fe”.
En otro tramo de su
predicación afirmó que Esquiú “fue un hombre coherente, de una gran disciplina,
de virtudes, y esto es lo que tenemos que hacer. Hoy tenemos que asumir este
reto que nos da la historia y el compromiso que tenemos hoy, que es hacer
presente a Jesús en el mundo”.
La ceremonia se realizó dentro
de la semana de preparación para la llegada de las reliquias de Esquiú, en la
Casa Natal, donde durante estos días también se reza el Santo Rosario y se
celebran misas “callejeras”.